Pocas semanas después del incidente en la tienda de libros, Diana se encontró con un nudo en el estómago, sentada en el Ford Anglia azul de su padre, al lado de Harry Potter y sus hermanos, siendo consumida por su propia inquietud. Aún no había encontrado el diario y, aunque lo de hablar con Tom se había convertido en una preocupación secundaria, la idea de pasar todo un año sin él le inundaba el pecho con una marea de oscuras emociones.
Por supuesto, como no lo había encontrado antes, no lo encontraría por arte de magia en uno de los pasillos de Hogwarts, como esperándola. Un atisbo de esperanza al que se aferró la pelirroja fue que, como tenía el poder de mantener el recuerdo de una persona en él, quizás también tenía otros poderes igual de increíbles, como el de encontrar, mediante cualquier medio, a su dueño actual. Las probabilidades de que esto fuese una realidad eran casi nulas, pero a Diana no le importaba.
Ginny, que se sentaba en el asiento delantero junto a su madre en el coche, se giró y la miró, notando que algo iba mal.
—¿Qué te ocurre, Diana? Te noto preocupada.
Diana la miró, y le dedicó una sonrisa muy poco convincente.
—Es solo que no encuentro algo importante para mi. Pero no pasa nada —contestó—, no lo necesito.
Ginny asintió, y Diana dirigió su mirada a las afueras de su ventana. Entonces, en un susurro, repitió:
—No lo necesito.
Mentir no era algo que le resultase muy difícil, pero engañarse a si misma le resultaba una tarea prácticamente imposible.
Una vez llegaron a la estación Kings Cross, los Weasleys se bajaron, todos quejándose de lo largo que se les había hecho el trayecto. Todos menos Diana. A Diana, el recorrido se le había hecho extremadamente corto, pues cada metro que avanzaba el vehículo, una nueva oleada de emociones la arrasaba. La más prominente era la ansiedad.
No sabía por qué el reencontrarse con sus amigos e ir a Hogwarts una vez más le provocaba tal nerviosismo, pero sabía que éste no iba a desaparecer hasta que estuviese segura al lado de Pansy, sabiendo que pasase lo que pasase, tendría alguien con quien compartirlo.
Por eso mismo, mientras sus padres se despedían apasionadamente de la pequeña Ginny, Diana se hizo paso al Hogwarts Express, y ojeo pasillo a pasillo en busca de una cabellera oscura muy conocida. La encontró en un compartimento, acompañada por otras tres personas. Se trataban de Draco Malfoy, Crabbe y Goyle. Al verla, Diana no pudo evitar esbozar una sonrisa contenida. Pansy, sin embargo, no reaccionó de la misma manera.
Los ojos de ambas se cruzaron, y permanecieron mirándose durante unos segundos hasta que, Pansy, como si aquella persona no significase nada ni fuese nadie para ella, desvió la mirada con desdén.
Draco Malfoy observó cualquier rastro de alegría abandonar el rostro de Diana con preocupación.
Diana frunció el ceño, antes de aclararse la garganta. Cuando Pansy no la miró, se armó de valor para hablar:
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❛ii. traitorous❜ harry potter
Fanfiction❝Traitorous ;; of the nature of treason.❞ El fin justifica los medios. No importa lo que hagas, pero consigue respuestas.