Diana se levantó triste al día siguiente. Se había quedado dormida con el vestido del día anterior y legañas en los ojos. Quitarse aquella portentosa prenda por la mañana, había sido tedioso y le había costado más de lo que le habría gustado. Yendo en contra de la lógica que solía seguir, Diana se desvistió para ponerse encima un pijama y bajar al salón de la Madriguera sin levantar sospechas.
Una vez abajo, la luz matutina que entraba desde las ventanas del hogar de los Weasley, decoró una imagen que hizo el corazón de la chica arder con cariño. Muy cerca de la chimenea en la que ella había ido a la Mansión Malfoy para comenzar una noche que acabaría en desastre, había un aglomerado conjunto de regalos, todos con una carta encima. A Diana se le iluminó el rostro y sus padres, que la veían desde la cocina, sonrieron.
—¿Para quién son éstos? —preguntó ella con voz ronca, queriendo estar en lo cierto y que fuesen suyos.
—¡No son para nosotros! —contestó Arthur Weasley, de manera divertida.
Diana soltó un grito agudo que no iba mucho con su personalidad y, prácticamente, se precipitó hacia los regalos. Sin embargo, su madre le llamó la atención.
—Primero desayuno, después regalos.
Diana gruñó, pero no se atrevió a negarse. Se puso en pie y, al lado de su hermano, se terminó su vaso de leche y su tostada a toda prisa. Una vez tragado todo, puso los cubiertos y platos en el fregadero y regresó a la sala de estar.
El primer regalo era una caja pequeña, y en su carta anunciaba:
Diana,
como, por algún motivo, has decidido pasar las navidades con un rubio en vez de con tus hermanos favoritos (cosa que nos parece una falta de respeto), hemos decidido enviarte un regalo. Estamos seguros de que te encantará pero ten cuidado al abrirlo, es muy rápido, cómetelo lo antes posible. Es un ítem de colección que muy pocos tienen el placer de saborear, así que más te vale agradecérnoslo, serpentita. Tus hermanos más guapos, Fred&George.Diana sonrió de lado, y se apresuró a abrir el regalo. Como le habían advertido sus hermanos en la carta, debería haber sido más cuidadosa. La emoción pudo con ella y, en cuanto la caja estuvo abierta, algo comenzó a serpentear alrededor de la muñeca de la pelirroja quien, a pesar de abrir mucho los ojos, no se permitió asustarse. Descubrió tras lograr hacer que la cosa misteriosa le rodease la mano izquierda, que se trataba de una pequeña serpiente de chocolate, que debía ser una versión de la rana de chocolate personalizada, por algún motivo.
Diana le dio vueltas al hecho de que se la tendría que comer y, como sintió pena, metió a la pequeña de nuevo en la caja y se decidió por comérsela más adelante.
El siguiente regalo era rectangular y más grande. Era de Ginny, y decía:
Querida Diana,
ya sé que no te gusto mucho, pero me dijiste que habías perdido el tuyo y parecías triste, así que he decidido darte uno nuevo. Igual así podemos "pasar página". Aunque tú no lo hagas, te quiero.Tu única hermana, G.Diana se mordió el labio, sintiendo una sensación de retortijón en el estómago que no le gustó en absoluto. Tragándose la culpa que le cubría como un manto, abrió el nuevo regalo. Era una libreta ancha de tapa dura. En la portada, se leía "El Diario de Diana", en letras de distintos tamaños. Diana sonrió de par en par. Aquello no era Tom, ni estaba cerca de serlo, pero el hecho de que su hermana se hubiese preocupado le produjo una emoción positiva parecida a la que solía darle los comentarios de Tom. Diana no pudo quejarse de aquel regalo, y tomó la nota mental de agradecerle a Ginny el detalle.
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❛ii. traitorous❜ harry potter
Fanfiction❝Traitorous ;; of the nature of treason.❞ El fin justifica los medios. No importa lo que hagas, pero consigue respuestas.