Capítulo supremamente especial, dedicado a la persona que más admiro en el mundo, disfrútenlo.
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Vivir un día a la vez, no sonaba tan complicado, sonaba tan sencillo como respirar, cerrar tus ojos y no ver el camino por el cual vas, solo avanzar sin importar lo que dejas atrás, todo se complica cuando estás enamorada, cuando algo te ata a ese pasado que te niegas a ver.
Los días pasaban, y aunque juré no volver a llorar por Nicholas, en las noches, cuando nadie me escuchaba, cuando la casa se sumía en un silencio sepulcral, me permitía llorar, me hacía débil, reclamaba a mi corazón el porque sufría, el porque lloraba, el porque se rompía a cada paso si no tenía razón aparente, porque sufría, estaba segura que no lo merecía, estaba segura que no había hecho nada tan malo como para entregar mi corazón y que lo destruyeran de esa manera tan vil y cruel.
Es cierto que nunca fui perfecta, pero jamás me permitía hacerle daño a los demás, siempre me esforzaba por poner una sonrisa en las personas que me rodeaban, pero ahora, se que no fue suficiente, la desgracia de confiar en las personas equivocadas cuesta, y el precio es demasiado alto.
...
Me senté en mi cama, mientras perdía mi mirada en un punto para nada específico, sentí que tocaban la puerta.
- Pase- respondí con muy poca fuerza o convicción, enfoque mi vista en la puerta, y por ella ví pasar a mi padre, cerró la puerta tras de sí, camino hacia mí y se sentó a mi lado.
- Se lo que haces en las noches, se que has estado llorando, y se que cualquier cosa que diga, no hará que el dolor se vaya- mi padre me abrazó, beso mi frente y se recostó en mi cama, mi cabeza estaba apoyada en sus piernas y me acariciaba el cabello, cómo cuando era una pequeña niña- Te contaré una historia mi niña.
- Hace mucho tiempo, un hombre conoció a una mujer, el pensó que ella era la persona más perfecta del mundo, se enamoró, cada parte de ella lo fascinaba con solo verla, cada mirada que ella regalaba al joven, hacia que su corazón volará, se ponía nervioso, sus manos sudaban y sus palabras quedaban como un susurro interminable.
Después de unos años con ella, decidió dar el paso más importante de su vida,le propuso matrimonio, la chica no cabía de la emoción, y él, al ver su hermosa sonrisa se sentía completo. Se casaron en una ceremonia por todo lo alto, tan elegante y mágica que parecía irreal.
Pasaron dos hermosos años en los que los enamorados, se dedicaron en cuerpo y alma a amarse día tras día, hasta que pasó, la mujer con la cual se caso le dio la mejor noticia del mundo, sería padre. No cabía de la emoción aquel hombre, tendría una familia, una hermosa y gran familia.
Nueve meses después, nació una niña de cabello rojo castaño, con unos ojos color miel, idénticos a los de su madre, era la niña más hermosa que sus ojos habían visto, cada vez que la veía su pecho se inflaba de una felicidad única, y desde el momento en que la vio y la cargo en sus brazos supo que mataría por que su niña fuera feliz, haría locuras por qué en el rostro de su hija, siempre se marcará una sonrisa, y que jamás una lágrima cubriera sus sonrojadas mejillas.
Pero no todo podía ser perfecto, jamás lo es, su esposa, se distanció de su hija y de él, nunca estaba en casa, salía constantemente con sus amistades y olvido a su familia, aquel hombre, incapaz de separarse de su hija, la llevaba a cada lugar al que el debía ir, y en su casa, su padre jugaba con ella todos los días, sin falta, a que algún día, ella sería una princesa, y el, aquel guardián que la cuidaría por siempre.
Pasaron los años, y su hija cumplía 7, pero llegar allí no fue nada fácil, su esposa, la mujer a la que amaba, jamás estaba ya en casa, nunca llegó a los cumpleaños de su hija, nunca llegó a navidad, nunca llegó a despedir el año, nunca llegó al cumpleaños de él, ya a aquella mujer que juro amarlo para siempre, se le acabó el amor, y cada día lo demostraba más y más.
A pesar de todo, la niña creció ajena a todo aquello, pues su padre, a pesar del dolor, siempre tenía una sonrisa para esa dulce niña, que era todo lo que el tenía, todo lo que le quedaba de la mujer que amaba, nada más quedaba.
Pero todo cambiaría, todo se desmoronaría, y aquel hombre quedaría reducido a la nada, junto con aquel pequeño angelito que lo seguía. Muchos dirían que seguir adelante después de que te encuentras al amor de tu vida engañandote desde hace un año es difícil, pero no sabían nada, el dolor, la frustración, y el odio que se formaban era inhumano, pero eso no era todo lo malo, lo peor venía cuando te das cuenta de ello por aquel angelito que no tiene la culpa, su hija, la luz de sus ojos, descubrió sin siquiera planearlo, que su madre, aquella mujer que veía de vez es cuando, engañaba a su guardián de blanca armadura, aquella mujer, que cuyo nombre el ahora odiaba, aprovechándose de su ingenuidad cuando estaban juntos, lo dejo sin nada, aunque le había dejado lo más importante del mundo, su hija.
No importaba el dolor, no importaba que cada día sintiera que era el último, tenía una razón por la cual luchar, tenía una personita que lo seguía a cualquier lugar, ese hombre, desde el fondo de su alma, renunció a todo, tomo a su hija de la mano, y camino con ella, camino hacia un futuro brillante, consiguió todo lo que pudo desear, lleno a su hija de todo lo que deseaba, y jamás le hizo falta aquella mujer que decía ser su madre, ese hombre, soy yo, y esa niña llena de luz eres tú.
Y sigo con lo que dije desde el primer momento en que te ví, haría lo que sea por no escucharte llorar, porque cuando yo lloraba, tú besabas mis mejillas, soportabas mi tristeza, y me llenabas la vida de felicidad, y te lo digo ahora, yo sé que te duele el haberte enamorado de la persona equivocada, pero creeme mi amor, que solo tú puedes salir de ese profundo pozo, y yo te ayudaré siempre, porque tú estuviste en los peores momentos de mi vida, cuando no quería seguir porque considere que no era suficiente para tu madre, pero ahora me doy cuenta de que era y soy mucho más de lo que ella merecía, porque la ame más que nada pero ella no supo apreciar lo que tenía, y pasa lo mismo contigo ahora, tú eres la mejor chica del mundo, y eres demasiado para él, tenlo presente siempre.
Para ese momento, mis mejillas ya estaban llenas de lágrimas, mis ojos dolían y mi respiración era irregular. Mi padre me levanto, me recostó en la cama, dejo que llorara, me mostré débil, y cuando no habían más lágrimas que derramar, seco mis mejillas con sus pulgares, me dio un beso en la frente y me acurrucó hasta que me quedé dormida, ese día nunca lo olvidaré, porque a mi lado tenía siempre un apoyo especial, y ese era mi padre, una persona que amo, que también fue traicionada pero de la peor manera, y aún así, seguía con una sonrisa en su rostro, ahora tenía una nueva motivación, tenía una nueva y gran razón para seguir adelante, por el camino correcto, y era tan fácil como dar un paso a la vez.
Cómo ven, un capítulo algo diferente, este capítulo va dedicado a mi padre, que es el hombre más fuerte del mundo, y lucho cada día por verme feliz, un beso para todos, voten y comenten si les gusto, los quiero.
Postdata: La historia está basada en hechos reales.
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Chica Rebelde (Editando)
Teen FictionAriana, una chica inocente,común, recatada, sufre algo que la hará cambiar de por vida. Con tan solo 15 años decide cambiar su vida y volverse una chica atrevida y sin un poco de inocencia, pues ella cree que se la quitaron hace mucho. Nicholas, un...