Libre, así me sentía, liberada, por fin, después de tres años, podía asegurar que ya nada me ataba al estúpido pasado que debía dejar donde pertenecía, en el pasado, donde siempre tuvo que estar, dolió, no voy a decir que no, sentí que mi vida acababa porque no me tomaban enserio, por verme la cara, y cambie mi ser, mi vida por personas que no lo valían, dejé a mi padre, mi mejor amiga, mi ciudad, mi país, dejé mi vida, cuando solo debía seguir, solo seguir, perdonar, y tomarlo como era, un acto de un chico inmaduro, que se dejó llevar por los demás, y que aún así, después de tres años, no a madurado.
- ¿Así acaba todo?- la voz de Nicholas irrumpe el silencio de mis pensamientos- Sabes que siento mucho lo que te hice, sé que debí defenderte, y lamento haber arruinado tu vida, pero dame la oportunidad de probarte que puedo cambiar- Sonreí, y sabía en ese preciso momento lo que debía hacer, gire y encare al chico, no hombre, porque eso era, sólo un chico, pero él era a quien amaba.
- Estás perdonado, y tranquilo, no has arruinado mi vida, ya todo paso, son tres años de mi vida que no recuperaré, en los que no tuve un abrazo de mi padre, ni una salida con mi mejor amiga, cambie, solo porque tú no viste lo necesario en mí, pero está bien, ahora está bien, ya entendí, y no es el final, no para mí - sus ojos, a medida que hablo se empañan poco a poco, y las lágrimas caen silenciosas por sus mejillas- gracias, por cada momento, por cada sonrisa, por cada cosa linda que hiciste por mí, nunca lo olvidaré, pero ahora, no te daré una oportunidad, te di dos de ellas, y la primera no se puede recuperar, además, una chica enamorada te espera adentró, y puede no ser la primera, pero si te das la oportunidad puede ser la última, ella te ama, yo lo sé, y deberías respetar eso, no lo hiciste en el pasado, pero puedes ahora.
- Yo te amo a ti, entiéndelo, y sé que me ama, pero yo no siento lo mismo, y no dejaré de luchar por lo que es mío.
- Nicholas, yo no soy tuya, y jamás lo fui, y jamás lo seré, no puedes luchar por algo que no es tuyo, más allá de todo el dolor y el amor que existió, jamas te enterraste en mi alma, un día lo creí, pero me doy cuenta que no es así, y agradezco que no sea así, de lo contrario, jamás dejaría de amarte, y ya lo hice.
Agachó su cabeza, y un sollozo salió de su garganta, me sentía culpable, mentirle de esa manera no era justo, pero si no lo hacía, jamás podría sacarlo de mi mente, ni mucho menos de mi corazón que aún latía solo por él y aunque la culpa no fuera mía, no podía evitar el dolor que verlo llorar me causaba, y más a allá del daño ya hecho, no pude hacer más que rodearlo con los brazos.
Sus cálidos brazos me rodearon, apretaron con fuerza mí cuerpo, enterró su nariz en mi cabello y sus lágrimas cayeron, mojaron mi cabello, y algunas resbalaron por mi cara, era lo menos que podía hacer, no le debía nada, pero aún así, me sentí feliz al poder brindarle algo de consuelo, aunque sólo fuera, para decir adiós.
Después de lo que para mí se tornaron como segundos, interminables segundos, sé irguió y beso mi frente numerosas veces, solo pude cerrar mis ojos, y recibir sin ningún tipo de remordimiento de quién fue el amor y el dolor más grande de mi vida.
- Podrías bailar conmigo una última vez, solo finge durante unos minutos que me amas- asentí sin poder articular palabra alguna, sus manos rodearon mi cintura de manera cálida, pose mis brazos en sus hombros, hasta donde estábamos se podía escuchar una canción, tan suave, tan propia, diferente a nosotros que éramos un caos, y aún así, no me atreví, a decir, que más allá de todo el dolor causado, aún lo amaba, en lo profundo de mi ser, aunque allá llorado, sufrido, y demás, nada quitaba de mi mente, que al mentirle y dejarlo ir cometía el peor error de mi vida, me liberé del rencor, del odio, pero no del amor.
La canción sonaba, y solo nos movimos, como dos chicos enamorados, como si nuestra vida dependiera del amor que transmitimos al solo rozar nuestras miradas, miel contra negro, y pude jurar que en esos ojos podría vivir eternamente, mi corazón no lo resistió, mi cabeza se pegó a su pecho, y aspire su aroma una vez más, una última vez, abrase su torso, y enterré mi cabeza en lo profundo de su pecho, rodeo mis hombros con sus brazos brindándome su calor, no hacían falta las palabras, era el adiós, el definitivo, el eterno, el que nos separaría, esta vez para siempre.
Las lágrimas inundaron mis ojos, lo extrañaría, más de lo que era sano admitir, más de lo que debía, siempre viviría en lo profundo de mi corazón, hasta el fin de mi vida, lo sabía, no me volvería a enamorar de otro hombre, no de la manera tan única a la hora de enamorarme de Nicholas, entregar todo una y otra vez, estaba segura de que no lo volvería a hacer, solo lo hice por el, por el chico que me abraza hasta dejarme sin aliento, el que baña mi rostro de lágrimas y besa mi frente pidiendo perdón.
Al terminar la canción levanto mi rostro, y veo sus ojos, mi alma, se fue con él, se transmitió con el más profundo amor, y aunque él no lo supiera, lo amaría eternamente y siempre lo cuidaría, hasta el final del tiempo.
Me separé lentamente de él y mi corazón se rompió, dejó de latir, dejó de sentir, pues sin él, estaba muerta, tan muerta como lo podría estar alguien sin corazón. Sentí las húmedas lágrimas deslizarse por mis mejillas y sin evitarlo, agache la cabeza.
Sentí sus manos tomando mis mejillas, limpiando las lágrimas, levanto mi rostro, y beso mis ojos, el recorrido de mis lágrimas lo lleno de besos, hasta llegar a la comisura de mis labios, sus ojos buscaron los míos, cerré mis ojos y roce nuestros labios, y sucedió, un beso, el beso que quedaría marcado en mi piel para siempre, un beso tan lento, eterno, hermoso, las mariposas, las hermosas mariposas en mi estómago que revolucionaron mis sentidos, el beso eterno, el que guardaba los miles de hechos en nuestra vida, las miles de primeras veces juntos, todos los errores cometidos por ambos, y el resultado era un beso tan arrollador, como las consecuencias de nuestros actos, como el aprender a vivir separados.
Falta poco y el final, gracias por leer.

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Chica Rebelde (Editando)
Teen FictionAriana, una chica inocente,común, recatada, sufre algo que la hará cambiar de por vida. Con tan solo 15 años decide cambiar su vida y volverse una chica atrevida y sin un poco de inocencia, pues ella cree que se la quitaron hace mucho. Nicholas, un...