Capítulo 8: Castigo

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El baño estaba en silencio, todos mirándose entre sí con incomodidad, ninguno se atrevía hablar, pero Christopher no tenía ganas de hablar o algo que decir.

Christopher miró al rojizo elevando su ceja izquierda que estaba cortada casi a la comisura dando un efecto más atractivo en él, la mirada del adverso se posesionó en los pies de este y pudo notar las cenizas de un cigarro, apretó sus dientes y luego levantó su mirada para verlo a los ojos.

-¡JeongInnie, ¿Te ha hecho algo?! -
Felix comenzó a preguntar con un tono alto acercándose al nombrado, mirando su cuerpo si encontraba alguna marca y luego miró al mayor de todos dedicándole una mirada fulminante. -¡Tú! ¡Tienes que controlar al idiota de tu amigo! ¡Sé que esto apenas comienza y se irá a la mierda! ¡Tú serás parte de que este pequeño termine lastimado! _Los dos australianos comenzaron a enfrentarse y en medio de ellos se encontraba JeongIn. Por otro lado, el rojizo llamado SeungMin aprovechó que Christopher había salido del cubículo para enfrentar al pecoso. Retiró su celular para entrar a cámara y tomar una foto como prueba de lo ocurrido: fumar en el baño.

-¿Acaso él no puede defenderse solo?
-¡Lo puede, pero es muy inútil luchar con alguien que es mayor que tú!

JeongIn soltó un gemido de dolor por sus tímpanos ante lo fuerte que estaban gritando ambos, logrando que ambos se queden en silencio y lo miren. Las mejillas se tornaron de un color carmesí.

-Tomen calma. Trataré de ignorar a HyunJin, si él me hace daño no será culpa de Christopher Hyung. -Felix frunció su ceño mirando a JeongIn de una manera cómplice, ¿Así que algo pasó adentro para que JeongIn tenga esa confianza de llamarlo Hyung?

-Me largo. No pienso perder mi valioso tiempo. -Esto fue lo último que dijo el peligris, tomando camino hacia la puerta del baño y retirarse, ignorando la sonrisa del menor.

-¡JeongInnie! ¡Tienes que ver tu cara de enamorado cuando lo tienes en frente. -Soltó una risita de burla y este lo empujó un poco ante aquello.

-¡Cállate! -posó su mano izquierda en la boca ajena, mirando por cada extremidad del baño; notó que el chico que le acompañaba a Felix desde un principio, se encontraba en el cubículo que hace un momento se encontraba estableciendo una charla con aquel hombre.

Las fosas nasales de SeungMin se dilataron ante la ira que sentía, su trabajo era hacer que los estudiantes cumplieran las reglas y si no lo hacían debería poner un castigo, ¿Acaso no podían cumplir las reglas? ¿Era difícil?

-JeongIn, ¿Ha estado fumando Christopher? -Fue directo al grano, ya que, no era la primera vez que Christopher rompía unas de las reglas, aún no podía borrar de sus recuerdos la imagen de Christopher penetrando a una estudiante en el baño de discapacitados. ¿Por qué tuvo que mirar por la cerradura?

-¿Qué? -el cuerpo del menor se giró hasta la dirección de SeungMin y caminó, poniéndose nervioso al mirar al Punto fijo que este estaba mirando con seriedad. -claro que no.

-¿Piensas que tengo un puesto de estúpido? Soy encargado de todo esto, dime.

-No, él no ha fumado. -mintió tratando de no tropezar con sus propias palabras.

-¿Acaso fuiste tú? Oh vam-

-Sí. -interrumpió de repente logrando que Felix lo tome de los hombros y lo gire para mirarlo con sorpresa.

-¡¿Has estado fumando?! ¡Dime que no, JeongIn! ¡¿Sabes lo que eso significa?-se había encargado de aprenderse todas las reglas de memoria hace unas semanas al entrar a la universidad. Su tono era alto y JeongIn se sintió atacado.

-una vez que finalicen tus clases tendrás horas extras y tareas. -aclaró SeungMin entre un suspiro y fue una decepción para él que un chico tan joven como JeongIn estuviera contaminando sus pulmones. Creyó en su palabra por el motivo que este emanaba olor a cigarro. -Comenzarás mañana. Dime tu apellido, por favor.

-Yang. -hizo una mueca de tristeza bajando su cabeza sin darse la vuelta y sin subir su mirada. ¿De verdad estaba poniendo el peso del castigo de Christopher en su espalda? ¿Hasta aquel punto llegaba por un hombre que conocía hace mitad de año? Anhelando cada parte de él, sin ser mirado, pero este día obtuvo muchos sentimientos. En un día había ocurrido todo lo que JeongIn pensaba que podría lograr en al menos un dos años. ¡De verdad obtuvo la atención de Bang!

El pelirrojo se despidió gentilmente anotando el apellido del joven en su libreta al salir del baño, dejando solos al par.

-¿Por qué lo hiciste?

-Lo hice por Christopher hyung. De verdad no quiero que obtenga un castigo por delatar lo que cometió. -
Confesó y Felix negó con su cabeza chasqueando su lengua. Estaba algo molesto, pero no podía evitar nada. Al fin y al cabo JeongIn tomaba las desiciones por su cuenta.

-¿Estás molesto? Por favor. No, hyung. -Suplicó entre un puchero tembloroso. Estaba sensible.

-No llores, Innie. -Los brazos del pecoso rodearon el cuerpo del nombrado, dándole un cálido abrazo consolador a su amigo. - Estoy algo molesto por el peso que tienes que cargar, tú no has hecho eso. Pero vale, si eso quieres no puede detenerte. Son tus decisiones, ¿Verdad? -

Una semana después.

Desde aquel día solo se había dispuesto a mirar y anhelar como lo hizo desde el inicio. Había pasado una semana desde aquel día, no había establecido una conversación o una conexión de mirada con el peligris. Agregando que Christopher estuvo ausentandose en sus clases, lo extrañaba demasiado.
Sus ojeras estaban a la luz, hoy no se había puesto maquillaje para ocultarlas, pues, no obtuvo el tiempo suficiente y su puntualidad jamás se rompía. Necesitaba dormir, necesitaba de Christopher Bang.

Se encontraba en las hileras de la biblioteca, hoy era su turno en organizar los libros que eran referentes a la educación sexual. Su cara se veía cansada, sólo se había dedicado a dormir cuatro horas los últimos cinco días. Jamás había recibido tanta tortura, pero no podía imaginar a Christopher en su lugar, eso le dolía. Así que, eso era lo que causaba un efecto de firmeza en el joven con brackets. ¡Él no iba a permitir que su amado esté en una esclavitud como la que estaba pasando! Todo un mes estando de esta manera, sería un largo mes con desvelos y mucha tarea.

-Eres un pervertido, cariño. No suelo hacerlo en lugares... Expuestos. -una voz femenina se escuchó a lo lejos entre una risita, llamando la atención del pequeño mientras acomodaba los libros que sostenía en sus brazos.
-No creo que pueda hacerlo.- un largo silencio se tornó, ¿En serio lo harían allí? ¡Eso era tan descarado!
¿Debería de advertir a SeungMin o salir corriendo antes de escuchar los sonidos obscenos? Por suerte sólo le quedaba un libro por guardar en su lugar, joder. Estaba lejos para su altura, intentó estirar su brazo y hacer puntitas de pies para alcanzar, sólo obtuvo que el libro se resbalara y cayera en su cabeza para luego quedar en el suelo.

-¡Auch!-Se quejó sobando la zona golpeada por el peso del libro por tantas páginas y lo externo tan grueso. Genial. Aún sobando la zona se puso de cuclillas para leer las páginas que habían quedado expuestas cuando el libro cayó y quedó abierto. -Sexo anal. -Leyó entre un murmuro y tapó su boca, observando por todos lados a que nadie se aproximara. Tomó el libro entre sus manos y recargó su espalda en las hileras de los libros. "El sexo anal tiene sus ventajas y desventajas. Tendremos que tener cuidado a la hora de hacerlo, ya que puede..." no pudo seguir leyendo porque un: -¡Buh! -detrás de él se escuchó, cerró el libro al instante y pudo verlo. Una gran sonrisa se formó en su rostro pero luego frunció su ceño al verlo allí.

-¡¿Qué haces aquí?! -un sorprendido JeongIn se tornó del ambiente, quitándole todo el sueño de repente.-¡MinHo! -sus lágrimas estaban a punto de salir por tanta alegría. ¡Su mejor amigo estaba allí! ¿Cómo había llegado y por qué no le había comentado sobre aquel asunto? ¿De verdad era él o el sueño le estaba afectando?

-¡JeongInnie! -el castaño con una gran sonrisa en su rostro exclamó con su rostro entre los libros, ya que, había quitado algunos para lograr verle y sorprenderle.



i'm not gay ; ChaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora