El que nada debe, nada teme.

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Han pasado 84 años... no me odien bebés, lo siento.

Disfruten.

XXX

- Si te enamoraras de otra persona, ¿me lo dirías?

Sentí mi corazón en la boca cuando oí aquellas palabras de Diana, más tarde ese mismo día.

Estábamos en la habitación ya preparadas para dormir, Diana recostada en las almohadas a mi lado, cerrando el ordenador de repente. Cuando llegué de la casa de Camila más temprano por suerte no la encontré y pude ir directo a tomar otro baño, sólo por si me había quedado con el olor del perfume de Camila. Y durante la cena todo transcurrió tranquilamente, Jason y Logan prácticamente monopolizando la conversación, hablando del viaje a la casa de playa. Sin embargo, yo no entendía de dónde venía aquella pregunta de Diana. Pero con la conciencia sucia, por supuesto me quedé nerviosa.


- ¿Por qué estás preguntando eso? - pregunté, cerrando el libro que venía tratando de terminar de leer hace casi una semana, haciendo lo posible para mantener la voz tranquila.

Con un suspiro, Diana se levantó y llevó su computadora portátil hasta el sofá donde estaba su folio del trabajo, sólo entonces volviendo a la cama, sentándose sobre los talones de frente para mí. Aquellos pocos segundos que todo eso duró, mi corazón latía tan rápido y tan fuerte que no me sorprendería si ella lo oyera.

- Hoy en la oficina Amelia dijo que vio algo cuando fue al centro a la hora del almuerzo -

empezó y esas palabras me dejaron aún más nerviosa. ¿A la hora del almuerzo? ¿La amiga de ella habría visto qué? ¿A mi entrando en el edificio de Camila? Pero la oficina de Diana estaba tan lejos de aquella región.


- ¿Qué vio? - pregunté todavía manteniendo la voz tranquila, pero con mucho esfuerzo ahora.


- ¿Recuerdas a Mark, ¿el marido de Lidese?


Aquella pregunta no tenía el mínimo sentido para mí, pero me obligué a recordar quién era aquella persona, cuyo nombre no me era extraño.


- ¿La arquitecta que fue transferida?


- Exacto. Su marido se quedó porque no podía dejar el trabajo y ella se fue sola, dejando a sus hijos con él. Y hoy Amelia lo vio besándose con una pelirroja dentro del coche. ¿Tienes noción de cuánto Lindsey se enfadaría si descubriera eso?


Diana continuó hablando y hablando acerca de aquella traición, pero ahora ni siquiera le daba más oídos. En realidad, ni siquiera podía oírla. Me controlé para no suspirar aliviada al descubrir que ese asunto no era nada sobre mí y mi corazón latía tan fuerte ahora que sentía mi oído zumbar, dejando mi cabeza leve. Sólo volví en mí cuando la vi sonriendo frente a mí y ella llevó una mano a la mía, entrelazando nuestros dedos.

 Sólo volví en mí cuando la vi sonriendo frente a mí y ella llevó una mano a la mía, entrelazando nuestros dedos

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7 Minutos en el Paraíso (TRADUCCIÓN) *CAMREN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora