Primera vez.

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Helouuu bebés.

I'm back.

¡Ya era hora!

Disfruten.

xxx

- ¿Vas a llevar esa ropa a la playa? - pregunté en un tono ronco, recordando que ella había dicho que no iba a sacar todas las cosas que había colocado en la maleta para el otro viaje.

- No. Lo compré ayer por la noche después de que llamaste - respondió, después de que me senté en la punta de la cama y la tiré más cerca, dejándola de pie entre mis piernas. - Por eso estaba con tanto sueño hoy por la mañana. Salí escondida de mi madre y tardé un poco para encontrar algo apropiado para hoy.

- Me gustó mucho la elección - comenté, pasando las manos por su cadera y subí más, tocando el tejido transparente del top. - ¿te molesta si te lo quito?

- Espera - ella pidió, retrocediendo un paso cuando llevé una mano hacia el broche, ya haciendo mención de sacar la pieza. - ¿Puedo pedir una cosa antes?

- Lo que quieras - respondí sin titubear.

- ¿Puedo conducirlo todo hoy?- Camila preguntó en un tono bajo, un leve rubor se esparcía por su cara. Incapaz de decir nada con aquella petición, apenas asentí, tragando en seco cuando vi que se acercaba nuevamente. - ¿Me dices si hago algo mal, está bien?

- Ok - murmuré, acompañando sus movimientos cuando ella llevó las manos a mi cuello, tirándome hacia un beso lento.

Sus dedos delicados acariciando mi nuca, estaban enviando temblores por mi cuerpo cada cinco segundos. Sin saber si Camila quería dirigirme en cada etapa, me quedé con la duda si podría tocarla o no. Y aunque mis manos quemaban por sentir su piel, permanecí quieta, esperando que ella me guiara en la dirección correcta.

Correspondía al beso, fascinada por su coraje de conducir las cosas en su primera vez. Cuando ella bajó las manos a mis caderas con la única intención de erguir y sacar mi blusa, su mano accidentalmente chocó en mi miembro que ya empezaba a endurecerse con aquella situación, haciéndome gemir contra su boca.

Pacientemente esperé que ella terminara de sacar mi blusa y Camila pronto volvió a mi cintura, esta vez para quitar los pantalones, dejándome sólo en ropa interior. Ella volvió hacia mí, retomando el beso, pero se quedó en mis labios por poco tiempo, bajando los besos hacia mi cuello y senos. Apoyé mis manos en el colchón a mi espalda, dándole más espacio, quedando levemente reclinada hacia atrás y Camila prosiguió con los besos, descendiendo más, llegando hasta mi abdomen, mientras sus manos se deslizaban por mi muslo, la rodilla, la ingle. Cuando sus labios llegaron al elástico de la ropa interior, yo estaba tan dura que el espacio ya no era suficiente, casi haciendo que la cabeza de mi pene apareciera.

Lentamente ella se llevó las manos a aquella pieza, tirando del elástico y luego la deslizó hacia abajo cuando alcé la cadera.

En los minutos que siguieron, me sentí completamente perdida. Cuando su mano envolvió a mi miembro, abriéndolo entre sus dedos calientes, un escalofrío intenso recorrió mi cuerpo, me hizo estremecer. Y entonces los movimientos comenzaron, hacia arriba y hacia abajo, lentamente al principio.

7 Minutos en el Paraíso (TRADUCCIÓN) *CAMREN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora