Viaje a la casa de campo.

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XXX

A la mañana siguiente, desperté mucho antes del horario que Diana solía ir a trabajar. Silenciosamente tomé un baño y me vestí, cogiendo luego mi maleta antes de salir de la habitación sin dejar ningún aviso que estaba saliendo. Sólo la cocinera supo que yo estaba saliendo, cuando pasé a la cocina para comer algo rápido antes de tomar la carretera.

Por otro lado, Camila estaba a dos cuadras de su casa, cerca de la estación de metro y cuando llegué allá, alrededor de las siete y media de la mañana, la encontré en el lugar acordado, apoyada en una rejilla baja que protegía un pequeño restaurante en la esquina y con una maleta negra a sus pies.

Cuando que vio mi coche acercándose, ella se adelantó un poco y abrió la puerta de atrás para poner su maleta junto a la mía, para después entrar al coche y sentarse a mi lado.

- Tienes cara de sueño - comenté con una sonrisa después de besarla.

- Eso, llama horrorosa a quien ya se siente como un trapo - se quejó, tirando del cinturón de seguridad con una fuerza excesiva.

- No he dicho que estés horrorosa, pequeña - aclaré, llevando mi mano a su muslo completamente expuesto por el corto short. - Sólo dije que estás con cara de sueño. De quien despertó hace poco.

-Me desperté hace poco - Camila respondió con la voz empezando a enfadarse.

Aproveché el semáforo en rojo delante de mí y saqué mi cinturón, prácticamente pegando nuestros cuerpos, tirándola por la nuca para que ella se quedara con la cara frente a la mía.

- Tú con esa cara de sueño me recuerdas la cama - hablé con mi boca casi apoyándose en la suya -, y eso me hace pensar en despertar a tu lado, después de una noche exhaustiva, abriendo los ojos y viéndote a mi lado con esa misma expresión. ¿Lo entiendes ahora?

- Uhum - ella murmuró apenas y yo la besé rápidamente cuando oí bocinas detrás de mí advirtiendo que el semáforo estaba en verde.

Alrededor de media hora después estábamos en la carretera que nos llevaba al interior. Bueno antes de eso Camila ya sintonizaba la radio del coche, ella pasó a acompañar las canciones, cantando animada.

- ¿Puedo preguntar una cosa pequeña? - pedí, cuando cerramos una pequeña discusión acalorada y divertida sobre quién era mejor actor, si Chris Evans, en su opinión, o Robert Downey Jr, en mi opinión.

- Claro.

- No interpretes mal lo que voy a preguntar, ¿está bien? Es sólo algo que necesito saber - le avisé, viéndola volverse levemente en mi dirección, atenta a mis palabras. - ¿Por qué aceptaste involucrarte conmigo?

- ¿Cómo?

Lancé una rápida mirada hacia ella, viéndola con el ceño fruncido.

- Estoy casada - Dije simplemente, prestando atención al camino.

- Sé que estás casada - ella habló como si lo que había dicho fuera la cosa más obvia del mundo, tan obvia que era absurdo haber sentido la necesidad de recordarla. - ¿Por qué estás preguntando esto?

- Hasta ayer pensé que eso no te incomodaba, pero después me di cuenta de que no es así.

- ¿Ayer?

- Te has molestado por haberte elegido como segunda opción para este viaje. Pero tú sabes que estoy casada y sabes que no puedo simplemente hacer un viaje así y decirle a mi esposa que voy sola, porque ella va a desconfiar.

-Yo lo sé -contestó con la voz impaciente.

- Pero aún así te has molestado.

- Por supuesto que me molesta, Lauren. ¿Qué persona tiene gusto de ser la segunda opción en cualquier cosa?

7 Minutos en el Paraíso (TRADUCCIÓN) *CAMREN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora