Capítulo 2.

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El sonido del despertador me levanto de sorpresa y bastante agitada. Tal vez estaba teniendo un mal sueño aunque no lo recuerdo. Diana ya estaba despierta y estaba cambiando su pijama por la ropa que usaría ese día, nada complicado, solo jeans, una camisa sencilla y tenis.

-Buen día dormilona- dijo entre risas.

-Buen día- mi voz sonaba bastante ronca aun.

-El despertador llevaba sonando un buen rato, llegué a pensar que seria buena idea revisar si estabas respirando- comentó en tono un poco burlón.

-¿Porque no intentaste despertarme?-.

-Se cuanto te cuesta dormir y ayer entré y te veías tan tranquila que me dije a mi misma que si el despertador no te levantaba yo tampoco lo haría-.

-Debiste hacerlo, ya se me hizo tarde- aunque dicho esto no moví ni un músculo para indicar que saldría de la cama.

-Seguro, como si tuvieses alguna razón para llegar a tiempo- dijo con sarcasmo.

-La tengo-.

-¿Ah si? ¿Y cual podría ser?-.

-Ammmmm- piensa, piensa- Beca! Claro, una chica, Beca, quede de verme con ella- la verdad era un gran pretexto y no del todo una mentira.

Mi hermana me miraba con una mirada bastante perspicaz y curiosa aunque no decía nada.

-¿Una chica eh?, y esa chica,¿te gusta o algo así?-.

-¡¿QUE?!. ¡No!. Diana, ella solo esta ayudándome a acoplarme, además la conocí ayer- dije con tono obvio.

-Es la primer persona (que no sea yo) con la que hablas en mucho tiempo, algo debe tener. Además, ¿Como sabes que no te gusta si la acabas de conocer eh? Tal vez hay algo ahí escondido- dijo queriendo convencerme.

-Diana, no porque no hable de chicos significa que me gustan las chicas- ella me miró sin decir nada y con una ceja levemente levantada- simplemente no me interesa el tema-.

-Vale, haré como que creo lo que dijiste y dejare el tema-.

Ella tomó una manzana que había puesto antes en su mochila y le dio una mordida, así que decidí que era mi momento para atacar.

-Además tampoco es que tu hayas hablado mucho de chicos últimamente- dije totalmente seria para después estallar en un ataque de risa ya que mi comentario había causado que Diana escupiera lo que estaba masticando.

Esperé pacientemente a que se recuperara y pudiera contestar.

-No hay de que hablar-.

-Okey- lo dejé pasar por que sí era verdad que ya era tarde y aun debía arreglarme, podía dejar esa conversación para después.

Me levante de la cama y agarré me toalla, me dirigí al baño y tomé una ducha rápida, realmente no era de arreglarme mucho así que solo usaría unos jeans negros ajustados, una camisa blanca sin mangas y mis tenis blancos (en realidad casi no usaba otros), tomé mi mochila y sali de la casa sin desayunar, Diana estaba afuera, tal vez esperando a que pasaran por ella o que se yo.

-¿Te acompaño a la escuela?- dijo mi hermana.

-¿No ya vas tarde a clases?-.

-En realidad no, hoy solo tengo una clase y es hasta mas tarde-.

-Okey, entonces esta bien, supongo-.

Caminamos en silencio por un rato hasta que el sonido de mi teléfono rompió el mismo.
No reconocía el numero pero igual conteste, podía ser importante.

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