9.2

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Thor veía las noticias aburrido, sin duda sería mejor estar viendo ese programa sobre un hombrecillo amarillo que vivía en una piña debajo del mar, cuyos capítulos le encantaban a Loki. Envió un texto a Rogers con la esperanza de que este le dijera que había sido una broma eso de "un buen rey debe mantenerse informado" pero el capitán solo le recordó que debían ser noticias internacionales, así sabría qué pasaba también fuera de Noruega. "Duro de matar" estaba siendo presentada en otro canal, pero como rey debía ignorar el hecho de que moría por cambiar el noticiero.

Loki estaba en el mismo sofá que el rubio utilizaba, pero sentado en la esquina contraria. Miraba a su hermano de vez en cuando, haciendo pucheros y soltando fuertes suspiros de tristeza, ¿cómo era posible que un ser tan diminuto quisiera manipularle de aquella forma? Thor con dificultad ignoraba las manitas que restregaban los ojos verdes, ignoraba la naricilla que sonaba, ignoraba todo de Loki. Él lo sabía, un solo segundo en que pusiera atención a ese niño mimado sería suficiente para darle todo lo que deseara.

Después de dos horas, finalmente es libre de los sucesos internacionales, se pregunta si está bien llamarse rey o debe empezar a llamarse presidente. Observa de reojo a su hermano y obtiene la respuesta: seguirá siendo un rey, solo para que Loki sea siempre un príncipe.
Thor se pone de pie y el pequeño lo sigue hasta la cocina, hay un gusto grande en el monarca por cocinar; así que hay personas manteniendo reluciente el castillo, pero la cena será preparada por él mismo. Saca un libro de cocina de un estante y busca algún platillo que llame su atención; es un libro con fotografías. Lo tenía, prepararía lasagna.
Loki que le miraba preparar la cena estaba deseoso por ayudar, pero su hermano seguía sin dirigirle la palabra. Aquello realmente le estaba doliendo; camina hasta colocarse junto a Thor, pero el dios del trueno continúa ignorándolo. Loki se retira de la cocina.

Varios minutos después la cena está lista, Thor prepara un poco de chocolate frío mientras espera que la comida enfríe un poco, él es bueno haciendo bebidas, siempre consigue un poco de espuma en su chocolate.
Sale de la cocina para llevar dos cenas hasta el comedor, un plato de frutas cubiertas por chocolate oscuro y blanco, hace de postre. Thor sirve la mesa, lasagna de pollo y la bebida de chocolate que vertió en unas copas coloridas que su niño le había hecho comprar, puso crema chantillí en un plato y sobre esta colocó las frutas del postre, esparció un poco de granola sobre aquello para darle un toque más saludable.

Thor observa a Loki mirar sus propios pies mientras está sentado nuevamente en el sofá, el rubio se siente contento de que Loki no ha intentado encender el televisor, él está siendo obediente.

— Loki, ¿quieres cenar?  —lo llama apenas acercándose a él.

— No, gracias —la vocecita suave y llorosa golpea el corazón del rey, y este observa al pequeño limpiarse los ojitos en silencio, como para que el mayor no se percate de que ha vuelto a llorar.

— Creí que tendrías hambre, pero si eso quieres, está bien —dice el mayor caminando despacio, él sabe que su niño dirá alguna cosa. No se equivoca.

— Estoy tan triste —dice para sí mismo Loki, pero con un tono tan dolido y fuerte que es imposible de ignorar— pobre de mí, Thor ya no me ama.

"¿Es en serio, Loki?" piensa Thor mientras le observa apretarse el pecho de una manera sumamente dramática y lo escucha suspirar como si el más grande dolor lo embargara, una clara actuación, por supuesto.

" Es una lástima que Loki no quiera comerse este postre de frutas con chocolate" dice Thor lo suficientemente alto como para ser escuchado por el pequeño. Segundos después su niño corría hasta él para que lo ayudara a sentarse en su silla. El hambre parecía haber llegado de pronto.
Thor había comprado una de esas sillas especiales para bebés, con colores bonitos y acolchada; era como comer en la cama, pero sin estar acostado. A Loki le encantaba su silla.
Ambos terminan de comer, y se recuestan en sus sillas para reposar.

— Thor —llama el pequeño dios, y cuando lo mira, un tierno besito es lanzado para él. Thor le eleva una ceja en un esfuerzo de evitar abrazarlo y comérselo a besos, el niñito sabe que el mayor lo ama demasiado, entonces lanza otro beso.

Thor voltea su rostro lejos de los besos de Loki, pero lucha por reprimir una sonrisa. El niño que es muy listo se percata de eso y estira sus brazos para que su hermano lo cargue. El mayor hace lo que Loki quiere y cuando finalmente está en sus brazos, después de besar su mejilla vuelve a hablar.

— Thor, perdona mi comportamiento, porque te amo. —el dios del trueno lo mira sin creer lo que escucha— te amo mucho, mucho, muchísimo.

— Loki —dice Thor  completamente indignado, la cosita tierna usaba las mismas palabras que su hermano utilizó la noche que discutieron gracias a su pesadilla. Pero Loki no lo dejó decir más, lo abrazó del cuello y le besó la cara muchas veces; qué inteligente era siendo tan niño.

— De acuerdo, ya no estoy enojado —dice con una pequeña sonrisa, mitad alivio, mitad felicidad. El pequeño Loki pregunta si pueden ver caricaturas — no Loki, no puedes. No estoy más enojado contigo, pero debes respetar tu castigo.

El dulce y  temperamental niñito suspira derrotado, y Thor los conduce a ambos a asearse. Recuerda a Loki gritar con cólera la primera vez que supo que debía bañarse antes de irse a la cama. Por qué, si él se había bañado por la mañana, había preguntado esa noche repleto de suciedad y sudor. El mayor lo aseó como era costumbre y como cada noche, le permitió elegir qué vestir. Una pijama blanca con orejas de oso polar fue la elección.

— No tengo sueño —dijo Loki mirando a Thor, y este le regaló una sonrisa.

El mayor se acercó a  la cama con libro en mano, "¿un cuento?" había preguntado, y una risilla feliz  le dio una positiva. Se sentó recostándose en el respaldar de la cama y Loki lo hizo sobre él; de tal forma Thor podía leer y Loki podía ver las ilustraciones.

— Había una vez en un reino muy muy lejano... —al finalizar el cuento, los ojitos verdes se cerraban por sí mismos y los bostezos no abandonaban el pequeño cuerpecito. Thor lo acomodó sobre su pecho para que pudiera dormir, había sido un día difícil para su hermanito.




Baby Loki  &  Thor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora