Baby Loki & Thor

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Thor se encuentra en una visita diplomática en el reino de Inglaterra, reforzaba sus lazos con esta nación y como era obvio, tantas reuniones y protocolo no  permitirían a un inquieto príncipe de un año de edad. Por lo tanto el pequeño Loki se encuentra por primera vez desde que se reunió con Thor, siendo cuidado por alguien más que no fuera el dios. Bajo la protección de Steve Rogers.
Thor lo había dejado en la torre ese día muy temprano, Loki había estado muy molesto con eso y lloró cuando su hermano le dijo que volvería al día siguiente, pues eso significaba que debía dormir solo. El mayor de los hermanos debió irse aunque se le rompió el corazón al dejar a su niño llorando, pero confiaba en Rogers más que en cualquier otro midgardiano.
La hora del almuerzo había llegado, y Loki vio que todas las sillas en el comedor eran para adultos.

— ¿Qué pasa, Loki? Comeremos pollo, tal como querías —dijo el capitán al observar el gesto de desagrado del príncipe.

— Esas sillas son muy grandes para mí —respondió con un puchero, por qué Thor no lo había llevado con él, se preguntaba. Ahora tenía que comer en una silla fea y no en su cómoda y linda silla para pequeños príncipes; al menos si estuviera con Thor, él lo sentaría en su regazo y lo ayudaría a comer.

— Tienes razón —concedió Steve— Tony, por favor trae algo para que Loki pueda alcanzar la mesa —pidió al millonario en cuanto lo vio llegando al comedor.

Stark se retiró y volvió luego de unos minutos con varias almohadas, las cuales colocó en pila sobre una de las sillas para luego sentar a Loki allí. El pequeño pudo alcanzar su plato de pollo y papas fritas,  perfectamente y se rió con infantil maldad al notar como le servían coca cola en su vaso, pues Thor no le permitía tomar aquello por ser tan niño. Obviamente no les diría a esos dos que estaba desobedeciendo a su hermano.

El día pasó con un pequeño Loki comparando todo con Thor. Su hermano era más divertido para jugar, su hermano cocinaba mejor, su hermano era más cariñoso; Thor era mejor en todo.
La tarde llegó y era hora de que el pequeño Loki tomara su baño, Tony lo condujo al baño y colocó al alcance del niño todos los productos que Thor había dejado para su baño y su pijama. Loki observó la tina vacía, lo que significaba que debía bañarse en la ducha y él no quería eso, ¿cómo jugaría con sus patitos? Si Thor no lo hubiera dejado allí, estaría en una tina de agua caliente con burbujas, divirtiéndose con sus patos mientras su hermano cariñoso lo aseaba. En cambio debía quedarse solo en el baño y asearse él mismo. Gritó un "amigo, Steve" varias veces, hasta que el capitán entró en el lugar.

— ¿qué pasa, Loki? —preguntó viendo el enojo en esa cosita tan pequeña, "lindo" pensó.

— No quiero bañarme ahí —dijo señalando la ducha — no podré jugar con mis patos. —Steve vio los patos que el niño le señalaba y preguntó si quería usar la tina, un "sí" fue la obvia respuesta.

Loki pidió al capitán llenarla con agua caliente y ponerle sales y burbujas, Rogers hizo lo que le solicitó y luego a petición del pequeño se quedó allí esperando a que acabara de asearse, aunque no se le permitió ayudar y tuvo que voltear mientras Loki se vestía.

Luego de eso, tuvieron una noche de películas y palomitas de maíz. Y aunque Loki se divertía viendo la saga de rápidos y furiosos, sin duda sería mejor verla con Thor; aunque este le tapara los ojos en las escenas que considerara indebidas en cada película. Ya sabía a qué se dedicaría de grande, él será un corredor de autos que robará un banco y se hará millonario. Aunque pensándolo mejor, su hermano no le permitiría robar nada, lo más probable sería que se enojara con él dándole un castigo y él detestaba ser castigado, además ya era millonario, él tenía todo con solo desearlo. Solo sería él mejor corredor, tal como ese Toretto.

La noche cayó y Loki debió irse a dormir, lloró por eso pues tenía que hacerlo solo y estaba acostumbrado a dormir sobre el cálido pecho de Thor. Lloró, gritó e hizo rabietas hasta que Tony lo amenazó con acusarlo con Thor por mal  comportamiento, sabía que su hermano estaría muy disgustado, entonces cerró su boca y se acostó de lado dándole la espalda a ese cruel par, no se durmió solo hizo silencio.

Eran las dos de la mañana y en medio de una fuertísima tormenta alguien tocaba a la puerta, la I.A. abrió dándole paso a Thor que corrió veloz hasta la habitación que sabía la pareja destinaría a su hermano. Entró sin siquiera tocar y Loki al escuchar se sentó rápido en la cama, como movido por un pequeño susto. Al verlo Loki se lanzó a sus brazos y Thor besó los ojitos enrojecidos.

— Te extrañé tanto, Loki —dijo el mayor suspirando, y la tormenta cesó.