Capítulo VIII

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~Ocultando Nuestro Amor~

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Akari estaba a punto de decirle cuando Hypnos apareció interrumpiéndola.

—Necesito hablar contigo— dicho esto Thanatos entrecerró los ojos a Hypnos.

—Luego hablamos— dirigiéndose a la chica.

Ambos dioses se fueron, pero antes de desaparecerse de la vista de la joven, el rubio le dedicó una sonrisa antes de desaparecer, a lo que Akari le agradeció internamente por la interrupción. Se encaminó a su habitación pero antes de abrir la puerta, se encontró con una Hina preocupada, algo que se le hizo extraño a la pelivioleta.

—Al fin te encuentro, ¿dónde estuviste?— Akari sólo agachó la mirada para luego abrir la puerta.

—Necesitaba un tiempo a solas, y quiero pedirte un favor— al escuchar el triste tono de voz de su amiga, sólo asintió. —Por favor si la culpa te corroe y por eso finges darme tu amistad, sólo te digo que estás perdonada y libre de ser mi amiga— dicho esto se encerró en su habitación dejando a una pelirroja sin tiempo de responderle.

—"Recuperaste la memoria, pero ¿cómo?"— pensó ante tal declaración —A no ser— susurró, al pensar quién pudo ayudarle a recuperar su memoria.

—"No importa si no crees en mi amistad te apoyaré en todo aunque sea en secreto, después de todo para mi sigues siendo mi amiga"— se prometió alejándose de ahí no sin antes dar una última mirada a la habitación de la pelivioleta.

* * *

Thanatos e Hypnos se encontraban tomando el té, aunque uno de ellos se veía desesperado, algo que el otro gemelo notó.

—Debes estar al tanto de qué ya recordó todo o casi todo— dijo lo más tranquilo.

—Y debo de suponer quién la ayudó a recordar— afilando su mirada a su hermano. —Aunque desconozco tus propósitos— ante eso el Dios de sueño sonrió, haciéndolo enojar.

—Mis propósitos— dando una pausa para beber su té. —No te agradarían— ante eso Thanatos se levantó con furia de su asiento, desafiando con su mirada a su hermano.

— ¡¿Por qué lo dices?!— Hypnos dejó su taza en la mesa y tranquilamente le respondió.

—Sólo quiero comprobar algo— logrando confundir a su hermano, y haciendo que olvidara su enojo. —Aunque creo que ya sabes a lo que me refiero— sin más se levantó para dejarlo solo.

Thanatos se sentó, con el ceño fruncido al entender a lo que se refería su gemelo.

—"Se que ella pertenece aquí"— posó una mano en su barbilla, reflexionando lo anterior y mirando hacia el horizonte se perdió en sus pensamientos.

* * *

Akari algo cansada emocionalmente se aventó a su cama, quedando boca abajo, abrazó a su almohada con una sonrisa en su rostro.

—Espero verte pronto Albafica— murmuró con un leve sonrojo en sus mejillas, sin saber que aquel chico deseaba lo mismo.

Iba a quedarse dormida pero un toquido a la puerta la hizo levantarse, al abrir se encontró con Thanatos.

—He decidido que sigas siendo parte del ejército de nuestro señor Hades— apenas había terminado de decirlo, cuando sintió un abrazo por parte de la chica.

—Gracias por creer en mí y en mis habilidades— a pesar de qué lo dijo muy tenue, el Dios pudo escucharlo y sólo atinó a acariciar su cabeza.

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