Capítulo 5

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Tras dos semanas de intensas misiones, por fin el equipo volvía a casa.  El capitán América fue el primero en llegar a la base y entregar su informe, ya le habían informado sobre la hora en la que llegaría su castaño.  No podía estar más emocionado o nervioso.

Se dirigió directo a su departamento luego de comprar las cosas que necesitaría para la cena, así como flores, velas, vino tinto para la ocasión tan especial, aunque lo que se estilaba en estos casos era el champán, pero  su novio no era como la media común.

Una vez tuvo todos los ingredientes  culinario, pasó por un sitio particular y recogió algo que había dejado encargado antes de salir de misión.
Para las seis de la tarde ya estaba todo listo, se había bañado, peinado y para la ocasión se puso su uniforme militar, tal acontecimiento necesitaba de toda la formalidad del caso, ya que, a su parecer estas cosas solo se hacían una vez en la vida. Como a las seis y cuarenta y cinco el timbre sonó.

Steve respiró hondo antes de abrir la puerta, sabía que su respiración se cortaría en cuanto viera la imagen de su novio enfundado en un traje azul noche impecable, hecho a la medida, la corbata de seda estaba a medio ajustar y había dejado un par de botones abiertos de su camisa, mostrando solo un poco la piel del cuello y las clavículas.

Tony lo miraba a través de sus gafas de color rojo, sus ojos parecían brillar mientras se lo comía con la mirada. Su corazón se saltó un latido cuando sus  labios llenos le dieron su sonrisa favorita, la de marca Stark hecha solo para él.

- Hola, cariño- Tony se tiro a sus brazos  una vez acabo el escrutinio por su parte.

- Hola, mi amor- Steve lo beso en los labios apasionadamente mientras lo abrazaba. Importándole muy poco si los vecinos los descubría.

- Dios, pensé que había sido un sueño lo que me dijiste aquella vez - susurro Tony contra sus labios.

- ¿El que te ame? - su amor asintió - Pues no mi amor, yo te amo con todo mi ser.

- Y yo a ti, Steve, te amo como nunca pensé amar a nadie en toda mi vida.

Ambos se volvieron a besar, pero esta vez con un toquecito de necesidad y lujuria. Eran tantas las ganas de sentirse que, sin darse cuenta de lo que hacía realmente, la mano de Steve viajó hasta la retaguardia del castaño para apretarle su perfecto glúteo.

- Steve - canturreo Tony rompiendo el beso - me estas agarrando el trasero, ¿es que no sientes vergüenza?

El mencionado lo miro con las mejillas coloradas.

- Si, siento vergüenza, pero me las aguanto.

Tony sonrió encantado ante la inocencia desenfadada de su novio.

- Me doy cuenta, ¿me vas a invitar a pasar o daremos un espectáculo a tu edificio?

- Perdón, entremos, mi amor.

La cena transcurrió entre risas, charla sin sentido y anécdotas de sus respectivas misiones, hasta que Tony, no pudiendo más con la curiosidad que lo había estado carcomiendo desde hacía dos semanas, decidió abordar el tema.

- Por cierto Cap, no es que me queje no, digo, te vez de ataque con ese uniforme, y en lo único que puedo pensar cada vez que te veo es en abrir la bragueta de tus pantalones y montarte mientras aún estas completamente vestido, pero, ¿que sucede?

Steve casi se atraganta con el vino ante lo que el castaño le había relatado que quería hacerle, una vez se recuperó, lo miro afectado, hace unos minutos tenía en la punta de la lengua un discurso completo y ahora estaba en blanco.

- Oh, ya se, ¿es esa tu fantasía, verdad? quieres que yo baje la cremallera con los dientes y te haga tocar el cielo entre mis labios, me emociona tanto el saber que estamos tan conectados -Steve soltó una carcajada liberando al fin su tensión,  ciertamente amaba la cabecita ingeniosa de Tony.

- No lo había pensado, pero gracias por la sugerencia, lo tendré en cuenta más adelante - El castaño hizo un puchero encantador, Steve se lo acarició con el pulgar antes de continuar - en realidad, me puse mi uniforme porque, considere que debía estar elegante para hablar contigo de algo importante.

- ¿Que sucede? - Tony se extraño, no tenía ni la más remota idea de qué se trataba todo aquello.

"Ni que me fuera a pedir matrimonio"

- Yo, me enamore de ti desde el día que te conocí, si he de ser sincero, intente hacer de todo para mantenerlo oculto, pero tu me ganaste y a pesar de que llevamos juntos casi un año, no tengo duda de que te amo con todo mi ser- Steve se levantó de su asiento, mientras se arrodillaba frente a un Tony con la boca abierta, una vez en posición, sacó una cajita de color lila. - Eres lo mejor que me ha pasado y quisiera pasar el resto de mi vida junto a ti, Anthony Edward Stark, ¿quieres ser mi esposo?

"¡Me pidió Matrimonio! "

- Ok, ¡por todos mis bots! Digo...  ¡Rayos, yo...si, mil veces sí!  - exclamó Tony poniéndose de rodillas para abrazar a su futuro esposo.

Las lágrimas de emoción no pararon ni cuando el capitán le colocó el anillo de compromiso, el cual, era muy especial. Steve se había pasado horas de horas buscando en joyerías el anillo perfecto para su castaño, más no lo encontró.

Un día, mientras ordenaba sus cosas después de una misión y viendo su escudo se le ocurrió una loca idea, pidió ayuda a Jarvis para encontrar un joyero experto en metales raros, de preferencia especializado en vibranium, lograron encontrarlo y éste pudo retirar el suficiente material de su escudo, sin dañarlo claro está, e hizo tres anillo.

El anillo de compromiso, fue bañado en oro negro con pequeñas incrustaciones de diamantes alrededores del mismo y dentro mandó a grabar : " Eres mi mundo. Por siempre te amo SGR". Los anillos de boda quedaron del color original, el que sería para Tony, tenía grabado el escudo que representaba al capitán y para el otro anillo que le correspondía a Steve, estaba grabado el reactor Ark del pecho del castaño.

- Debemos casarnos lo más pronto posible. - dijo Steve una vez sentado en su lugar, con Tony acurrucado en su regazo.

- ¡Si!  Lo que quieras, pero,  sabes de mi reputación, y si los otros no lo aceptan...- El castaño susurro cabizbajo.

- Pues tendrán que aceptarlo,  tu eres mi vida y no pienso dejar que nadie me aparte de ti.  Además, podemos hacerlo a la antigua usanza

- ¿Como es eso? - pregunto extrañado el castaño, fruncido su preciosa frente.

Era un gesto que el rubio adoraba, eso, y que Tony hubiera nacido en esta época, ya que, podía cortejarlo de acuerdo a como se hacía antes y mostrarle, una forma diferente de amor, más puro y con más compromiso.

- Te secuestro, te llevo a un lugar remoto donde nadie nos conozca, nos casamos, te embarazo y una vez nazca nuestro hijo, volvemos a casa y damos la maravillosa noticia.

- Dios,- rio Tony encantado- pensé que era una leyenda urbana eso de secuestrar a las novias, y novios donceles ¿Es en serio? ¿Me va a secuestrar, capitán?, Eso suena muy excitante.

- Es más, ya está listo, encontré un pueblo en Noruega que es totalmente rural y dudo que nos conozcan, además, hay una bonita iglesia y da la casualidad que el párroco es mi amigo.

- ¿Desde cuando hablas en noruego? -Tony alzó una ceja

- Fui militar mi amor y en aquella época era necesario saber varios idiomas para poder comunicarnos entre los aliados, soy políglota, bebé.

- Uhmmm, si en algún momento me hablas en Francés, puedo hacerte ciertos favores, si sabes a lo que me refiero. - el castaño se levantó para sentarse de nuevo sobre Steve, pero esta vez a horcajadas para restregarse a gusto contra él.

- Eso suena interesante, mon petit chaton*-el castaño se estremeció cuando Steve pronunció esas palabras contra su cuello, mientras subía las manos por sus muslos hasta su trasero- entonces, ¿aceptas?

- Por supuesto que acepto, no hay nadie más con quien quiera unir mi vida que no seas tú, - Tony enredó sus dedos en los cabellos de Steve, adorando su suavidad-  ahora hazme el amor, mon capitaine*

Steve tembló y como buen futuro esposo de Anthony Stark,  cumplió su deseo.

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* mon petit chaton:  mi pequeño gatito.

*mon capitaine: mi capitán.

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