Capítulo 10

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- Parchecito, necesito tomarme un año sabático.

- Eso es imposible Stark, te necesitamos en el equipo y más aún si Steve esta de baja por casi un año.

Tony sabía que sería difícil,  pero aquí estaba, enfrentando al Director Fury, pidiendo un descanso para poder du embarazo en paz y dar a luz a su bebé.

Quedó con Steve en que aún no dirían nada, les había gustado demasiado aquella intimidad que tenían, por lo que preferían que nadie se metiera en sus vidas y conociendo a la manada de gallinas cluecas con los que vivían,  eso sería lo que pasaría.

Hace una semana, Steve pidió oficialmente sus vacaciones,  alegando que mientras servía en el ejército no tuvo descanso y menos cuando regreso a las labores casi setenta años después. Fury tuvo reticencia pero finalmente le dio vía libre para irse, pero eso si, comprometiéndolo a que si había alguna emergencia volvería.

El rubio no espero siquiera a ser despedido por el director y salió volando de la base y ya se encontraba instalado en la nueva casa comprada muy cerca a los bosques de las Adirondanks,  preparándolo todo para la llegada del castaño junto a su futuro bebé, quien ya llevaba tres meses creciendo y haciéndose más y más fuerte dentro de su pancita.

Ese era el motivo por el cual ahora estaba sentado en la oficina del director un lunes a las nueve de la mañana - madrugada para él- intentando negociar su salida y para que le den el permiso, tendría que usar la artillería pesada.

- Pero no me voy del todo parchecito, sabes que podrán contar conmigo vía remota y no te estoy pidiendo esto porque quiera,  debo encargarme de mis empresas ahora que Pepper finalmente cayó en las redes del amor y anda de luna de miel con Happy y además…

- Además…

- Estoy enfermo Fury,  sabes bien que por mucho tiempo el reactor que estuvo en mi pecho me envenenaba poco a poco y necesito ir a Francia para recuperarme del todo. Si no lo hago, dudo que sea de utilidad estando muerto.

Fury lo miro por un momento como meditando las cosas, era cierto que había estado grave a causa del envenenamiento por paladio y si algo llegará a pasarle, nunca se lo perdonaría. Pero lo que el director no sabía era que él ya estaba a la perfección, se había guardado esa información en caso de emergencia y ésta era una emergencia. Su bebé es una prioridad, por lo que si no le daban la autorización, él simplemente mandaría todo a la mierda y se iría.

Fin del cuento, hablar con Fury solo lo hacía por simple consideración y educación.

" Maldito capipaleta y su educación arcaica"

- ¡Maldición Stark!, Está bien,  no me sirves muerto, a pesar del precio que hay por tu cadáver, igual no podría cobrarlo

- Que amable- soltó Tony secamente - ya sabía que soy muy valioso para el equipo.

Sabía que era mentira, ya que Fury fue el primero que se presentó en su casa aquella fatídica noche en la que murieron sus padres. Él, su tía Peggy - como la llamaba de cariño - y su padre habían sido buenos amigos, por lo que no le extraño que fuera a brindar su apoyo en aquel momento.

Aunque nunca lo dijera, Tony sabía que el director había ido a su casa más para ponerle seguridad que por hacer las veces de un amigo de la familia, ya que él tenía una fuerte sospecha de que lo de sus padres más había sido un atentado que un accidente en sí.

- Vete a donde sea que tengas que irte, pero eso si, tienes que estar comunicado por si hay alguna emergencia.

- Si, si ya lo sé, bueno, como siempre fue un gusto hacer negocios contigo, Tío Nicky.

- TE HE DICHO MILES DE VECES QUE NO ME LLAMES NICKY MOCOSO DEL INFIERNO.

Tony se levantó de inmediato y salió corriendo antes que lo alcanzara lo que sea que el director de Shield le haya lanzado a la cabeza. El castaño salió de la oficina riendo a carcajadas, le gustaba molestar a aquel hombre que había fungido de figura paterna para él, una vez se calmó suspiró aliviado.

- Sr. Stark, quisiera cruzar unas palabras con usted, por favor.

De inmediato le entró un tic nervioso en el cuello, haciendo que lo girará de lado como si fuera una muñeca posesa. Había reconocido aquella voz venida de su infierno personal, pero debía controlarse, no podía dejar que las hormonas del embarazo lo delataran.

A pesar de conocerla de toda la vida, nunca le cayó bien, ella siempre intentando buscar la atención de los demás y siempre molestándolo a él por con tan solo respirar obtenerla. A pesar de sus intentos de llevarse bien con ella por su tía Peggy, la envidia de ella pudo más y al final, decidió expectorarla de su vida.

Ese era el motivo por el cual ambos se trataban con tanta distancia y respeto, considerando el hecho de que Tony es el puto amo del mundo pues, la agente no tiene muchas opciones que digamos.

- Agente trece, Buenos días, ¿Cómo está?, yo me encuentro estupendamente y por supuesto, dígame en que puedo ayudarla.

Claramente vio como la joven inspiró bruscamente en molestia.

- Bien, gracias por preguntar, no quisiera incomodarlo, pero no tengo a nadie más a quien recurrir – la chica lo miraba con fingida angustia y un toque de malicia– Verá, me entere que Steve tomó sus vacaciones, pero no me dijo nada al respecto, ¿sabe usted donde está?

Tony intentó mantener su postura relajada con todas sus fuerzas, aunque era casi imposible, considerando que la muy perra había utilizado el nombre de pila de su marido.

- No, no tengo ni la más remota idea de en que acilo estará internado el anciano recordando sus días felices y jugando al bingo con sus congéneres, lo siento, querida.

- Oh, bueno, si se llega a saber su paradero, ¿podría avisarme?, claro, si no fuera mucha molestia.

- Agente – Tony se masajeo ligeramente el puente de la nariz, elevando lo suficiente sus lentes opacos – déjeme decirle que no soy mensajero de nadie y menos del vejete ese, ¿quiere saber de él?, búsquelo, o en su defecto, espere a que retorne a sus labores.

-Es que, estoy preocupada y no se nada de él desde hace varios días y no puedo buscarlo, debido a que estaré en constantes misiones y…

"¡¿Que?! ¡Maldita perra! "

- Agente – interrumpió Tony con los celos circulando ya por todo su sistema- no quiero sonar grosero, pero ese no es asunto mío, aunque para serle sincero, no entiendo cual es su afán de saber algo de él, ni que estuvieran en una relación amorosa.

Sharon sonrió triunfante, como si ella supiera algo que él desconocía, cosa que saco de equilibrio a Tony.

- ¡¿Mantienen una relación?!

- Bueno, él y yo tuvimos una intensa relación hace algún tiempo y no nos hemos dejado de frecuentar, por lo que estoy más que segura de que pronto estaremos juntos nuevamente. Es que, la chispa que salta entre nosotros cuando estamos juntos es tan intensa.

El castaño apretó los dientes y una ira asesina amenazaba con consumirlo.

¡Hoy correría sangre!

- En ese caso, si lo llego a ver, le diré que se comunique con usted. – Tony recompuso su actitud y dio su sonrisa más falsa.

- Gracias y disculpe la molestia, señor Stark.

Stark no dijo nada más y siguió su camino hecho una furia, tan concentrado estaba, que no se percato con quien tropezó.

- Hey, tengo más cuidado ¿Donde está la barata de donuts, princesita? – preguntó Clint

- ¡No estoy de humor para aguantarte Barton¡ - lo fulmino con la mirada Tony siguiendo su camino.

- Tranquilo hombre, te va a dar una úlcera si sigues con ese enojo, ¿A dónde vas tan furioso?- grito Clint para hacerse escuchar.

- ¡Voy a prenderle fuego a una momia hasta convertirla en cenizas!

Grito el castaño saliendo del complejo de los vengadores.

Nuestra Historia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora