Nuestra Historia de Amor

Capítulo 15

Tony había accedido a colaborar con los diez anillos mientras buscaba -obviamente- una forma de escapar. Le habían proporcionado como ayudante a un ingeniero aerodinámico llamado Yazin Ali, que también estaba secuestrado. Todo esto le hizo revivir su primer secuestro, pero esta vez, no perdería a nadie, no pasaría lo mismo que con Ho Yinsen.

El hombre de hierro ya se estaba hartando de esta mierda, juró que acabaría con ellos aunque tuviera que cargar con sus muertes en su conciencia por el resto de su vida, todo, con tal de que nadie más sufriera lo que él y los ahí secuestraros estaban pasando en ese mismo momento.

Al parecer, no sabían absolutamente nada sobre su matrimonio con el icono de América y menos sobre el hijo de ambos, pero con estos nunca se sabía, era mejor mantener un perfil bajo y andar precavido.

Con ayuda de Yazin y de tres ingenieros más, idearon un plan de escape, pero aún no se decidían si preparar cócteles molotov o bombas de aluminio para concretar su huida, necesitaban algo lo suficientemente volátil como para convertir esta base en escombros. Al final, se decidieron por las molotov, ya que les alumbraría el camino para su escape de noche y haría mucho daño a esos malditos.

Cada uno de ellos trabajaba por turnos, así que, en cada turno por lo menos debían hacer cinco bombas, mientras más tuvieran mejor. No sabría si decir por suerte o por desgracia, pero un guardia había mostrado interés romántico hacia Josh Heddilsworth, quien era un químico de unos veinticuatro años. Por lo que el muchacho, inteligente y manipulador, utilizó ese hecho para embaucarlo y que los ayudara.

Solo esperaba que el síndrome de Estocolmo no hiciera su aparición o que por lo menos, el guardia realmente sea buena persona.

Tony había conseguido un reloj electrónico, eran las dos de la madrugada.

Hora de salir.

Con ayuda del reloj, logró neutralizar la cerradura electrónica de la puerta. Tras caminar por el largo pasillo con celdas a los lados se paró frente a la última, según le había dicho aquel guardia, allí se encontraba su armadura.

Nuevamente ayudado del reloj desbloqueo la puerta y entró, su armadura estaba en muy mal estado, los animales al tratar de sacarlo de ahí la habían hecho mierda, con excepción del casco, previendo  que lo necesitaría para luego, fue lo primero que se sacó el castaño voluntariamente.

Había una luz roja que parpadeaba en el fondo del mismo, se lo puso y las luces se prendieron enseguida, el rostro demacrado de Steve apareció en una pequeña pantalla.

“Tony si escuchas esto y sé que lo harás, te encuentras en una base en el fondo de una montaña en Jordania, ten cuidado con la zona sur, voy por ti bebé.”

Tony sonrió, el mensaje había sido dejado hace media hora y conociendo a su marido, la fiesta estaba a punto de comenzar. Era bueno que estuvieran tan conectados, sin querer, su escape y el rescate de Steve se habían sincronizado a la perfección. Sin más, tiró el casco y salió corriendo hacia el punto de encuentro con sus compañeros.

- ¿Y éste?- Pregunto el genio cuando vio a otro guardia que no era el suyo.

- Éste es David, el hermano menor de Steven…

- ¿Steven? – interrumpió el castaño.

- Es el nombre de nuestro guardia señor Stark- continuo Josh- resulta, que hay un grupo de diez guardias que están aquí contra su voluntad y también tienen a sus familias.

- Steven y el resto, están sacando a nuestras familias de los calabozos y llevándolos lejos de aquí – acotó Yazin

Tony sonrió

- Si se llama Steven, no puede ser mala persona, muchacho- Josh se puso rojo tomate-¿por donde están saliendo?

- Por el lado este, hay un conjunto de montañas que podemos utilizar para escondernos. – informó David Holland, otro de los ingenieros secuestrados.

- Perfecto, si tienes forma de comunicarte con ellos, diles que por ningún motivo deben estar cerca de la zona sur.

- ¿Por qué? - se exaltó Yazin.

- Porque viene la caballería.

El muchacho habló por su muñeca y en cuanto recibió la confirmación la transmitió.

- Todos están en las montañas.

- Pues bien, que comience la fiesta.