7|Siempre juntos [Gastina]

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—¿No vas a estar en mí fiesta de cumpleaños?—cuestiono Luna

No, no iba a estar; había decidió después de mucho pensar y pensar en aceptar esa propuesta de Oxford y reencontrarme
con Gastón, la pieza del rompecabezas que me faltaba para ser feliz y además cumpliría mí sueño de conocer aquella flamante universidad y estudiar allí. Pero Luna era un poco egoísta y no entendía que no todos soñábamos con ser patinadores profesionales.

—no Luna—respondí serena
—pero son mis diesciocho—bufo
—y es de mí sueño del que te estoy hablando—suspire—no puedo postergar esta enorme oportunidad de ir a estudiar a Oxford, simplemente no puedo
—no tu lo que no puedes es
postergar la oportunidad de reencontrarte con Gastón—hablo estaba furiosa—no entiendo,él
te dejo Nina y no le importaste
—¿Vos me venís a hablar
de amor Luna?—pregunte ya
alterada—Matteo dejo todo
por vos y no te importo, solo te importaba el estupido patinaje y que todos anduvieramos atrás de tu trasero como perritos falderos
—¡no te pases Nina!—exclamo
—vos no te pases—respondí ya fuera de mis cabales—Gastón me dejó para que yo no sufriera y es más gracias a él conseguí la beca por medio de un contacto de su padre, te lo dije hace unos días pero si no se trata de vos o del patinaje no escuchas Luna, no escuchas y tiene razón Ámbar cuando dice que querés ser el centro del universo y no te das cuenta que sos igual que nosotros y que en cualquier momento te quedas sola
—Nina yo solo intento cuidarte ¿Sabes?—apoyo su mano en mí hombro—solo intento que él no te vuelva a lastimar, solo eso
—no...—respondí con los ojos
llenos de lágrimas—a vos solo
te importa presumirme tu
tonta fiesta de cumpleaños
—no, no digas eso—murmuro

No respondí, salí corriendo de allí sin mirar para que lado iba hasta que choque con alguien.

—¿Nina?—pregunto, era Matteo
—Matteo...—respondí

Y con mis manos sobre su
pecho me quebre en llanto, rápidamente él me envolvió con sus brazos.

—tranquila—murmuro—¿Qué te parece si vamos a sentarnos allí?

Señalo unos escalones en la entrada de un edificio.

—esta bien—respondí

Caminamos hacia esos escalones, me sente y Matteo a mí lado.

—ahora sí contame porque estás llorando—hablo mientras corría un mechón que tapaba mí rostro

Pero no podía hablar, sentía un nudo en la garganta.

—tranquila...—tomo mí mano
y sonrió dulcemente—sabes
que yo no te voy a dejar sola
—tu una discusión fuerte con
Luna—empece a hablar—no
quiere que valla a Oxford porque
cree que lo hago por Gastón y
tiene miedo de que me lastime

Matteo suspiro pesadamente y aún no soltaba mí mano.

—Nina vos tenés que hacer lo que
te haga feliz—me miro con esos enormes ojos oscuros pero que transmitian tanto—y sé que irte a Oxford más allá de que  este mí
amigo es tu sueño
—pero Luna no lo entiende
Matteo—respondí triste—y no
quiero irme peleada con ella
porque es mí única amiga
—eso te lo voy a corregir—ahora tomo mis dos manos—yo de alguna forma también soy tu amigo porque si mí memoria no me falla vos me diste un montón de consejos y yo a vos y no nos podemos olvidar de esos tantos licuados que tomamos juntos hablando de nuestros mal de amores y que llevo a celos por parte de Gastón y mal entendidos

Si por un momento Gastón y
los chicos pensaron que entre Matteo y yo había algo.

—¿Ya te olvídaste que fuiste
mí profesor de patinaje para
darle una sorpresa a Gastón antes
de que se valla?—pregunte entre
risas—como me caí hasta que
aprendí a patinar un poco
—y al final fui buen profesor
tengo que decir—siempre tan presumido—porque a Gastón le encantó la sorpresa y a demás te convertiste en una de las mejores patinadoras que tiene el Roller
—te voy a extrañar—sonreí—de alguna forma fuiste el hermano mayor que nunca tuve Matteo y me cuidaste como tal y aprendí mucho con vos, te quiero¿Sabes?
—yo también te quiero—tenía los
ojos llenos de lágrimas—desde que Gastón se fue vos fuiste la única
que se preocupo por mí y nunca
me juzgo, simplemente me
escuchaste y me entendiste

Nos abrazamos finalmente y
nos quedamos unos minutos en silencio.

[• • •]

Gastón tenía unos días libres y había decido venir a Argentina, después de eso nos volveríamos juntos a Oxford.

—¿Todavía estás mal por lo
de Luna?—pregunto Matteo, sentándose enfrente mío
—algo así—respondí—pero ver
a Gastón me aclaro todas mis
dudas y me hizo darme cuenta
que realmente quiero ir a Oxford
—yo voy a hablar con Luna—me
miro—no quiero que te vallas
estando peleada con ella, ustedes
se quieren y eso es lo importante
—gracias Matteo—sonreí
—de nada—respondio—solo
quiere que estén bien las dos
porque son muy importante para
mí y porque las quiero mucho
—yo también te quiero—sonreí

Ví a Gastón caminar hacia nosotros con dos licuados en las manos, sonrió al vernos juntos y es que el me dijo que le hacía muy feliz el ver qué las dos personas que más quería se llevaban tan bien.

—te traje tu licuado mí amor—se sento a mí lado y apoyo los vasos sobre la mesa—Matteo, hermano
no sabía que andabas por acá
—hace un rato salí de la facultad
y vine—respondio—sobre todo porque quería saber cómo estaba Nina y a demás tengo que hablar
con la terca de Lunita y hacerla
entrar en razón con ciertas cosas
—quizas Luna solo necesita algo de tiempo—murmuro Gastón apenado, se sentía culpable—se va su mejor amiga no cualquier persona y es entendible que le cueste entender un poco la situación ¿No crees Matteo?
—a mí también se me va mí mejor amigo—Matteo bajo la mirada—por segunda vez y no hago berrinches, solo me limito apoyarte porque se que como mí sueño es ser cantante el tuyo está en Oxford al igual que el de Nina y yo no soy nadie para impedir que vallan porque la amistad se trata de eso, de entender que los amigos también tienen que volar alto y cumplir sus sueños

Una lágrima rebelde cayó por mí mejilla, Matteo era increíble.

—te voy a extrañar mucho hermano ¿Sabes?—hablo Gastón con los ojos llenos de lágrimas—prometeme

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—te voy a extrañar mucho
hermano ¿Sabes?—hablo Gastón
con los ojos llenos de lágrimas
—prometeme....—murmuro
Matteo—prometeme que vas
a ser feliz a la peque y que vas a cumplir tu sueño y vas a brillar
como vos sabés hermano
—te lo prometo—sonrio Gastón
—y vos peque cuidamelo mucho
al cordobés—tomo mí mano y
sonrió—mira que aunque se
haga el duro es muy sensible
—te lo prometo tanito—respondí
—...Y nunca se olviden de lo mucho que se quieren—siguio hablando—de todo lo que pasaron para estar juntos

Nos abrazamos los tres, Gastón tomo mí mano y miro a Matteo con una sonrisa; es que a él le debíamos estar juntos.
















Hay una segunda parte
más gastina; no sé porque
pero siempre imagen una amistad nitteo/mattina y sobre todo cuando Gastón se fue. Las quiero
y espero que lo disfruten tanto como yo cuando lo escribí 💕

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