Frecuencia Mortal [Terminada]

Capítulo 10 « De regresó al colegio »

¿Cuántos de nosotros no soñamos con aquellos años en los que estábamos en el colegio? Sin duda muchos, pero soñar ser aquel chico o chica popular está bien, pero si en aquella época no eras nadie, ¿Aún quieras volver?...

«Buenas noches mis queridos oyentes, les saluda Caronte y ya casi está todo listo para nuestro programa. En esta ocasión volveremos a vivir aquellos tiempos en el colegio, sólo que está vez será en mi colegio»

Cuando se terminan los estudios es común que cada joven tome caminos diferentes, y con el pasar de los años, se pierda no sólo la comunicación, se pierde la amistad, se pierde la lucidez de aquellos años y se pierde la juventud, pero en este caso o en muchos de hecho, siempre existen aquellos que sobresalen por encima de los demás. Siendo Karliannys una mujer dueña de sus propias empresas, exitosa en todo lo que hace y la envidia de cualquier mujer, pero el éxito la volvió codiciosa, pues sus años de colegio fueron algo oscuros y ese pasado tan incómodo para Karliannys está más que muerto.

Dentro de ese grupo de amigos del colegio, se encuentra  Theo, el que en esa época era el capitán del equipo de fútbol, con un físico envidiable, era el novio de la chica más popular del colegio y simplemente en esos momentos, era un hombre desempleado, con calvicie , problemas con el licor y una pésima suerte, todo lo opuesto a quien alguna vez fue.

De una manera parecida está Camila, quien no era popular en lo más mínimo, pero en estos momentos, tenía un trabajo estable en una gasolinera, como cajera, su vida era algo gris, pero siempre parecía felíz, siempre con una sonrisa para todos, nada parecía desagradable para ella.

En ese grupo también se encontraba la que lo sabe todo, la nerd del colegio y por ende la menos popular, ella es  Rosa, quien con su cabello esponjado, sus frenos, fue una chica poco popular, pero irónicamente ahora como mujer es una importante modelo, quien usa su belleza física, aquella que en su juventud nunca tuvo o al menos estaba oculta, pero que ahora le sirve para conquistar al mundo.

Así también se encuentra Sakura, quien a pesar de poseer un nombre de una cultura japonesa, no tiene ni una pizca de ella, su nombre se debe al fanatismo de sus padres por el animé. Pero ese fanatismo hizo de Sakura, una chica muy diestra en los dibujos, lo que la llevó a diseñar importantes proyectos arquitectónicos, cuya única competencia en su vida adulta era Karliannys.

Pero Cómo toda historia en particular tiene un momento donde los personajes para Caronte son seleccionados, y llevados a su zona de programación, en este caso no sería la excepción.

Mientras Karliannys dormía en su habitación, la ventana de su edificio se abrió lentamente y desde el décimo piso, un hombre vestido como para cansarse entró a la habitación, sólo que había pasado por un terrible accidente, el cual no sólo le costó la vida, sino le desfiguro el rostro, le mutilo parte de sus manos y le dejó un trozo de metal incrustado en su cuello, pero aún así ingresó a la habitación y mientras su sangre manchaba la alfombra blanca y Karliannys dormía, el se acercó hasta estar lo suficientemente cerca como para que al inclinarse sobre ella, la sangre y ciertos fluidos que escurrían de su cuerpo, cayeran sobre el rostro de Karliannys, haciéndola despertar, sólo para llevarse la sorpresa de ver aquel hombre frente a ella.
Al verlo y después de dar el evidente grito, intento escapar, pero en su frenesí por poco y cae del décimo piso, al estar la ventana abierta, pero mientras se daba la vuelta y recobraba el aliento, aquel novio la tomó por el cuello y ambos se lanzaron al vacío.

— ¿Hola, hablo con el señor Theo? Somos del Banco... — una vez más Theo recibía llamadas del Banco por el pago de la hipoteca, pero a estas alturas ya nada le importaba a Theo, pues tenía lo que necesitaba, siendo una botella de Whisky, y su taza de café, así como su amada Daniela, quien le había regalado momentos felices, y de seguridad, pero esta vez sería Daniela quien le pondría fin a Theo, por lo cual Theo ya muy temprano había limpiado a Daniela, la había lubricado para que no hubiera fallas y más importante, la había cargado con sólo una bala, pues su fiel revólver sólo necesitaba un sólo disparó para darle la completa felicidad.