« Buenas noches mis estimados oyentes, en breves momentos daremos inicio a su programa Frecuencia Mortal, en la cual los temores se vuelven reales. Yo soy Caronte y les estaré acompañando esta noche »
Así como es usual en una ciudad donde el ruido es algo común y la ausencia de el puede llegar a confundir, de esa misma manera casi ilógica puede surgir uno que otro temor. Y este es el caso de María, una joven de dieciséis años, que junto a su hermano Juan de la misma edad ya que son gemelos, ellos comparten ciertos vínculos, pero María tiene el detalle que su temor radica en la ausencia del ruido, ella odia estar sola y en silencio. Aquellos momentos en los cuales el único ruido es su propia respiración, le causan pánico, así como ese instante antes de dormir, cuando su mente y su cuerpo se silencian, es tal vez para María los encuentros con el miedo.
Pero en esta noche de Luna llena, María y Juan se encuentran de camino al cine, pues ella y otros amigos decidieron salir y disfrutar de la noche, una noche en la ciudad, una ciudad ruidosa. Estos amigos son; Sonia, una chica alta y de buen físico, con ojos verdes y piel blanca, igual a la de María, sólo que los ojos de María son negros, al igual que su cabello. Además de ellas está Ricardo, el jugador de basketball, un chico corpulento y con una piel morena, ellos así como Juan eran el grupo que decidió salir de su casa, rumbo al cine, sólo que antes de llegar hicieron un par de paradas en una que otra fiesta, fueron tantas paradas que ya casi se hacía la medía noche y ningún lugar les iba a atender, pero de todas formas María quería ir a la ciudad.En el camino la calle parecía inmensa, sólo se podían ver árboles, después de unos kilómetros ya eran visibles las luces de la ciudad, al verla y casi sentir el ruido que la iba a envolver, María sentía emoción, pero en el trayecto la USB con canciones que Juan había colocado se había terminado por tercera vez y al intentar iniciar las mismas canciones, todos en el grupo dijeron un gran « ! NO ! » pues estaban aburridos, por lo cual Ricardo recomendó encender la Radio y tal vez una emisora podría ambientar todo hasta llegar a la ciudad.
Ricardo extendió su brazo desde el asiento trasero y encendió la radio, sólo que después de buscar y buscar sólo podía escuchar estática. Algo desesperada por el leve silencio que se estaba creando en el interior del automóvil, María comenzó a buscar ella alguna emisora, con la suerte de que al primer intento, una voz masculina daba la bienvenida a los oyentes en su programación.« Buenas noches, nuevamente, se que tenemos nuevos radio-escuchas. Así que les explicaré de que trata la dinámica del terror, en la cual si participan pueden ganar premios muy valiosos, sólo deben llamar y decir cuál es su mayor temor y después de escuchar una historia podrían ganar el premio mayor. »
Caronte anunció los números telefónicos y los gemelos se miraron brevemente. Al ver Maria los ojos de su hermano, ya sabía que debía llamar, además era sólo para pasar el momento, pues estaban a sólo minutos de la ciudad.
— ¿Hola? Soy María y deseo participar. — decía ella con una voz dulce, pero con cierta timidez.
— Hola, María. Yo soy Caronte y dinos ¿A que le temes?.
María miro por la ventana del automóvil un momento, observó brevemente los primeros edificios que se alzaban a la vista y dijo.
— Al silencio...
Caronte desde su cabina sonrió y añadió.
— ¿Silencio dices?, es un temor interesante, así que espero que estés lista para sobrevivir a esta historia.
—¿Perdón? — Dijo María mientras su hermano buscaba un lugar para estacionar el vehículo, pues habían llegado al centro de la ciudad y a una zona que está llena de tiendas comerciales las 24 horas del día.
Mientras María no comprendía lo que Caronte decía, su hermano ya había estacionado el automóvil y después de aquello le hacía señales para que cerrará el teléfono, pues ya no era necesario seguir con ese juego. Así que María simplemente colgó y cuando Juan estaba por apagar el automóvil, Caronte dijo.
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Frecuencia Mortal [Terminada]
ContoUn misterio locutor que se esconde detrás de una frecuencia radial y sus preciados controles, los cuales usa para encontrar y asesinar a sus víctimas. mujeres y hombres caerán ante su insaciable irá, el único requisito es sintonizar su programa a la...