One-shots ICHIRUKI.

La Caída del Halcón Negro ~18

One-shot~18
"La Caída del Halcón Negro"

El campo arde, la misión falló, el halcón negro había caído y ahors estaban siendo la resistencia.

Disparos por todas partes, explosiones y humo, fuego y sangre, honor y muerte por doquier, los jóvenes perecen y los veteranos permanecen, los enemigos caen pero es inútil considerando el número de soldados que quedan.

Forman una barticada y el líder de su pelotón asigna a enfermeros temporales y quienes defenderán su escondite. Después de eso los sentidoa de Ichigo siguen alerta, el ya había estado en varias misiones. Ya era un veterano de guerra y no por nada era capitán de su escuadrón.

Miró su placa militar y enseguida de eso el collar que le había hecho uno de sus hijos, Mugetsu, con conchitas de mar de la vez que fueron junto a su esposa embarazada Rukia.

Sonrió ante el recuerdo, si. Aún tenía que regresar, se lo había prometido a ella y a sus hijos. Quería ver una vez más a su bebé recién nacido; shirayuki.

Entonces se hizo de noche y varios heridos terminaron por dar su último aliento, ichigo se frustró de no poder protegerlos a todos. Pero era algo que había aprendido, no se puede salvar a todos.

Entonces se hizo de noche, desventaja para ellos, el frío los abrazó y llegó lo que menos deseaban, las balas. Los habían encontrado. Sólo les quedó diparar y defenderse con uñas y dientes. Muchos todavía tenían una vida que vivir.

Entonces ichigo decidió algo estúpido e imprudente, correr hacia el cádaver del helicóptero "El Halcón Negro" y tomar las municiones y granadas que necesitaban. Era él o muchas vidad que peleaban por su país y libertad.

Se lanzó a la carrera.

Il3so de ida y logró su cometido pero de regreso varias balas impactaron con su cuerpo.

No cayó hasta llegar a su resguardo y entregó las municiones y granadas, la adrenalina impidiendo el dolor y por eso siguió disparando, la adrenalina era lo único que lo mantenía protegiendo a sus camaradas.

Una ventaja se creó al tener las granadas. Y no fué hasta el siguiente día que pudieron salir de ese infierno. Aunque su cuerpo era un infierno al moverse, caminó hasta el lugar de seguridad y allí se desmalló. Todos lo admiraron.

No despertaba.

No se movía.

¿respiraba?

Lo enviaron de urgencia de nuevo a su país para que fuera debidamente tratado e informaron a su esposa de su situación.

Su corazón estaba muy débil.

Su cuerpo pesaba y sentía frío.

Estaba cansado, mucho. Había visto demasiada muerte inocente y sangre.

Había perdido demasiada sangre.

"Ichigo?!" un susurro gritado.

Abrió los ojos y toda su pesadez y tristeza se fué, mientras miraba a la luz de su vida, con sus ojos violáceos llenos de lágrimas que pasaron de ser de preocupación a felicidad al ver los orbes álmendra.

Ella lo abrazó. Con fervor y amor.

El como pudo la abrqzó igual.

"Hicuste de nuevo una estupidez..."

"Perdón... Tenía que..."

"Shhh, por eso te admiro ichi." le sonrió su 3sposa.

"Y yo te admiro por que siempre detienes la.lluvia en mi interior, ruki"

"Oh que cursi" se mofó un poco rukia

"Gracias rukia" le dijo ignorando su burla.

"Eh? Porque?" pregunto alzando una ceja confundida.

"Por estar en mi vida"

"¡papi!" gritó corriendo un niño de cabello negro y ojos rojizos combinación de ambos ojos de sus padres. El pequeño saltó al regazo de su padre llorando y diciéndole que lo extraño.

Ichigo dió la sonrisa más feliz en mucho tiempo, ya que la más feliz en su vida fué cuando nació su pequeño bebé, Mugetsu.

Luego estaba Shirayuki, oh sonrió como idiota todo el día.

Se asomó Byakuya por el marco de la puerta con una bebé en sus brazos, está teniendo cabello naranja y ojos azúl índigo. Byakuya se veía feliz por llevar a la bebé dormida.

Rukia sonrió ante la poca expresividad de su hermano.

"Kurosaki, te dije que si la hacias llorar te mataría" ichigo sabía que era una broma.

"Y si yo lloro no cuento?" entonces se la siguió y byakuya dejó que una sonrisa se le escapara antes de dejarle la bebé al pelinaranja y dar privacidad a la familia kurosaki.

Entonces rukia miró a ichigo.

"Gracias ichigo."

"No eh hecho nada enana..."

"Gracias por insistir en una cita, en regalarme esas cien rosas, por pedirme matrimonio y por enfrentar a mi hermano y sobre todo por darme a estos preciosos hijos. Y también, gracias por ser el amor de mi vida idiota." terminó con una tierna sonrisa.

Ichigo estaba en shock, normapmente el era más romántico. Sonrió y la besó, ambis se rieron y besaron.