capitulo 11

66 2 1
                                    


Él salió primero y luego yo, conforme nos acercábamos
escuché lo que ellos hablaban con Kuro.

- llegaste rápido, - elogió el señor Sakamoto
- fui a mi cuarto un rato,
- no deberías estar pastoreando las ovejas?- de seguro le lanzó esa pregunta a Kuro seguida de un levante de ceja.
- bueno, sí, pero es que...
- has visto a mi hijo, kuro?- preguntó papá,
- sí, de hecho estaba conmigo,
- Hola papá...

Llegué haciendo algún tipo de entrada triunfal ya que todos me vieron por un largo momento sin quitar su atención de mí.
Papá de inmediato se dio cuenta del golpe que tenía en la cabeza así que no tardó en decirme con su mirada que me acercara.

- Yuuta, ¿que te ocurrió?- preguntó él molesto y sin dejar su preocupación.
- ¿que pasó? - preguntó lo que parecía ser él señor Sakamoto a su hijo.

Él era tal vez de la misma edad de mi padre. Se veía delgado, de complicadas facciones, parecía ser alguien importante , tanto que sus simples ropas de granjero no le restaban presencia. Tenia unos ojos verdes, bastante claros.

- él cayó por accidente al lago, yo lo vi desde lejos cuando pastoreaba así que corrí y lo saqué. Después unos gansos lo atacaron y se le hizo ese chipote... Le curé en el granero. Él estaba mojado así que vinimos por algo de ropa seca... Lamento haber dejado las ovejas...- se disculpaba Kuro bastante sincero,
- no importa , eres un buen niño...- Sakamoto le acarició la cabeza a Kuro.
- gracias por cuidar a Yuuta, pero regresando al tema... ¿sabes la rutina, cierto?- Kuro ante esto solo asintió.

El ambiente pronto se puso algo tenso. Miré a papá, él tenia puesto su cuello, tenía una biblia entre las manos.
Él señor Sakamoto se puso serio, tomó del suelo y sostuvo una copa color dorado en una mano y en la otra un recipiente tipo cuenco de metal.
Y Kuro, él empezó a desabotonarse la camisa. Ésta se abría y mostraba un cuerpo blanco ligeramente canela, delgado y de pezones rosados. Aunque eso no fue nada a lo que vi después. Él tenía en la espalda unas feas marcas color café, parecían cicatrices. También tenía magullones color negro, uno de ellos le cubría la mitad de la espalda.
Papá miró detenidamente a Kuro, cada mancha la miraba con suma atención.
Kuro se veía algo avergonzado pero supongo que yo también lo estaría si me vieran de esa forma.

- se ve todo bien...- dijo papá después de terminar de verlo. Kuro solo lo miró a papá por un momento y después desvío la mirada.
- ahora ya sabes, estará un poco frío pero no te hará daño...- convencía papá,
- sí, lo sé... Solo hagalo rápido...- parecía desesperado
- bien.

Del cuenco que tenia el señor Sakamoto papá se mojó los dedos para dibujar una cruz en la frente de Kuro.
Después , con una vara de metal empezó a mojarlo, centrándose en las marcas.

- amén. - dijo papá ya habiendo sacado una ostia de la copa y dándosela a Kuro.
- concluyó Kuro. - dijo y comió la ostia.

Después sonrió un poco, se sentó en el sillón frente a su padre y me hizo una seña de que me sentara junto a él.

- iré a guardar esto...- se levantó mi padre y empezó a recoger las cosas que había usado.
- le ayudo...- Kuro se levantó y acompañó a papá. Dejandome solo con él señor Sakamoto.

Los primeros segundos fueron algo incómodos, Sakamoto solo estaba pensando, bastante serio, pero después de que vio que yo lo estaba mirando él habló.

- y dime Yuuta, ¿como se llama tu novia?- llegó de golpe la pregunta
- ¿¡que!? Eh,... Perdón...
- ¿quien es la afortunada?
- yo... No tengo novia. No me gustan las niñas, tienen lindos vestidos pero,
- entonces te gustan los niños? , por que si es así, tu padre no tendrá nietos corriendo por la casa ,
- no me refiero a eso, quiero decir que aun no me atraen las niñas...
- pero te gustarán, cierto?, Habrá nietos?- preguntó bastante interesado
- sí, - después reí un poco avergonzado
- Y dime, hablando de nietos... ¿ya puedes derramarte?
- no se que es eso,
- normalmente a tu edad ya deberías poder hacerlo. Bueno, preguntaré algo mas fácil, ¿sabes como se hacen los bebés?
- nunca me lo había preguntado realmente...- me excusé
- tu padre no te lo ha contado?- parecía sorprendido
- no, nunca hablamos de eso,
- ni tu tío?
- no...
- pues deberían hablarlo,
- ¿por que?
- es importante , como por ejemplo, yo hablo con Kuro sobre eso y cosas similares de vez en cuando. Gracias a eso el sabe muchas cosas e incluso sabe perfectamente que algún día tendrá que casarse. En su boda el planea servir panecillos y pudin...
- suena rico, espero poder estar ahí,
- lo estarás, estoy seguro, le agradas a Kuro
- enserio?
- está bastante feliz aunque no lo creas, tú lo haces feliz, espero sigas viniendo a jugar,
- con gusto, - ambos sonreímos.

El Sótano de mis padres (En Proceso De Editado). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora