Capitulo 9 "Problemas en casa"

224 11 18
                                    

El mismo día que papá llamo a casa, fuimos al aeropuerto por nuestro vuelo. Estaba feliz de volver a Toronto, pues ese es mi hogar y a pesar de todas las cosas malas que pase, ahí crecí y ahí, fue donde vi a mamá por última vez. Finalmente nuestro avión había aterrizado en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto. Una azafata me ayudo a despertar a Niza mientras yo despertaba a Caleb, y eso no es una tarea muy fácil que digamos. Ya todos despiertos por completo, nos bajamos del avión para encaminarnos por nuestro equipaje.

- Oye Nizzy. ¿Acaso te mudas a de nuevo a Toronto? -se burlo Caleb por la cantidad de bolsos y maletas que llevaba nuestra amiga.

- Muy gracioso, Caleb. -le dijo Niza fingiendo un risa y mirándolo con gesto amenazador.

Niza llevaba alrededor de cinco maletas de distinto tamaños y formas, mientras que yo llevaba dos al igual que Caleb. Me causaba tanta gracia ver como iba casi cayéndose por culpa de esas maletas. Me acerque a ella y tomé un enorme bolso que colgaba de su mano derecha, como mis maletas contaban con pequeñas ruedas no tuve dificultad alguna para llevarlo sobre una de estas. Caleb también se le acercó y le quitó una enorme maleta de su mano izquierda, ella nos miro con gesto agradecido por nuestra acción.

- Anda chicos, rápido. Tengo que encontrar a papá. -les dije a los chicos para que se apresuraran.

Tenía tantas ganas de ver a mi padre de nuevo, hacia mucho tiempo que no lo veía, dos años exactamente.

- Tranquila Pidge, no me apresures, o tendremos serios problemas con mi vejiga. -me advirtió Caleb mirándome divertido. Yo solo rodé los ojos a su asqueroso comentario.

Había muchas personas en el aeropuerto, de todos lugares del mundo, desde chinos hasta latinos. No lograba encontrar a papá, estire mi cuello para ver si lograba encontrarlo entre toda esa gente pero me era inutil aun asi. Sentí como alguien me tomaba del brazo, jalándome fuera de todo ese cúmulo de gente, cuando pude ver bien quien me había sacado de ahí, me tope con esos penetrantes ojos grises y ese cabello castaño oscuro que tanto extrañe. Papá.

- Oh mi amor, Bella, no sabes cuanto te extrañe. -me dijo papá acariciando mi cabello, mirando fijamente mi rostro, analizando cada una de mis facciones.

- Papi, te he extrañado tanto. -dije al borde de las lágrimas, aferrándome a sus brazos.

- Cariño, me has hecho tanta falta este tiempo. -finalmente me envolvió en sus fuertes brazos, apretándome contra su fornido pecho embriagandome con ese perfume tan peculiar que siempre portaba.

- T-te necesité d-demasiado. -mis palabras salían con dificultad debido a que estaba llorando.

- Oh mi pequeña, no llores mas, ahora estamos juntos de nuevo. -me dijo al oído aún abrazado a mi. - Anda, es hora de ir a casa.

Papá saludó a Niza y Caleb y salimos del aeropuerto en su auto con destino a casa. El camino se me hizo corto debido a que todo el trayecto me la pase pensando en porque Troy no había ido a recibirme con papá; cuando me di cuenta, yo era la única que aún estaba en el auto.

- Pensé que querrías quedarte ahí dentro, Pidge. -se burlo Caleb, cosa que hizo reír a papá y a Niza.

- No, tranquilo prefiero bajar. -le conteste haciendo una fingida risa.

- Si me disculpan, quisiera ir a mi casa y ver a mis padres y a mi hermano, hace mucho que no los visito y creo que estarán felices de verme aquí. -se disculpó Niza con mi padre y conmigo.

- Igual yo, quisiera visitar a mis padres, pues papá cumplió años hace algunos días, creo que esto sería el regalo perfecto. -dijo apenado Caleb también.

Te lo advertíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora