8 horas de la purga
Narra Sole
Ecko estaba mejor, por lo que me había contado, ahora sabía que se llamaba Ignacio. Teníamos muchas cosas en común, y me había comenzado a atraer un poco, osea me gustaba un poquito.
Le había dado las pastillas para el dolor de cabeza como había dicho Sofi, todo iba bien, normal hasta que escuche la pregunta que menos espere en este momento.
- ¿Tenes novio? -preguntó sonriendo, no había dejado de sonreír en todo el rato, estaba comenzando a amar esa sonrisa.
- No, no tengo -respondí encogiendo mis hombros.
Este pibe estaba super lindo, amaba la manera en la que me sentía cómoda con él, y eso que nos conocimos hace un rato.
Narra Gene
Cuando las chicas entraron a la habitación, me comencé a sentir un poco preocupada por mi hermano, en verdad no reaccionaba nada. Ni siquiera movía los dedos.
Me quedé apoyada en la pared del pasillo donde estaban las habitaciones, hasta que ví salir a una de las chicas.¿
- Eu ya podes pasar, tu novio esta bien -comentó ella y señaló al chico al lado de Tomas.
- No no el no es... -negué rápido.
- Necesita hacer reposo, así que debe descansar -asentí escuchándola una vez mas.
Ellas salieron de la habitación, me quede sola allí esperando que mi hermano diera una señal de vida. Ahora tenia una sonda, en su brazo, de la cual provenía el suero, junto a los medicamentos que las chicas le habían puesto.
- ¿Me das agua? -susurro el chico al lado de mi hermano.
Asentí y me acerqué para darle un poco de agua.
- ¿Morí y los ángeles me reciben? -susurro mirándome- ¿porque estoy en el cielo? Debería estar en otro lado... -Sonreí al escucharlo.
- Shh tenes que descansar -susurre.
- ¿Vos sos? -comentó.
- Gene, la hermana de Tomi -murmure.
- Ahh si, a vos te conozco -agregó y luego sonrió- Va te conocí asi nomas, tú hermano me prohibió acercarme a vos -comentó y rodeo los ojos.
- ¿Que? -sonreí mirándolo.
- Hace un par de meses cuando te vi, creo que fue para el cumpleaños de él, en la fiesta -susurro- Le dije que me parecías linda, me dijo 'Te alejas de mi hermana o te corto la verga' y bueno, quiero a mi verga -rió a lo que luego dejo su mano sobre su hombro quejándose del dolor.
- No te muevas, quédate quieto -sonreí negando.
- Solo si te quedas en el cielo conmigo -reí y asentí.
- Deja de flashearla gordito, descansa -susurre.
Narra Sher