"La Fiesta"
|20 de Marzo - 8 horas para la purga|
— Dale boludo termina de ordenar todo que no llegamos con el tiempo —comentó Alejo mientras miraba a Neo quien ponía botellas en el freezer.— Vos mandas nomás gordo, hace algo hijo de puta —comentó Neo, término de ordenar las botellas de alcohol y bajó la tapa del freezer, Lucho rió al escucharlo, él estaba barriendo el piso.
— Obvio que voy a mandar nomás, soy el jefe que te pasa —sonrió mirándolo a Sebas, este nego mientras reía, la puerta de la terraza se abrió y apareció Duki con dos chicas, su novia y la hermana de ella.
— ¿Hablaban de jefes? —preguntó mientras reía, saludo a los chicos y luego las chicas también saludaron a los amigos de él.
— ¿Venis a la noche? —preguntó Alejo mirando a su amigo, este asintió rápido.
— Obvio, no me iba a perder la fiesta —sonrió y encogió sus hombros restandole importancia a la situación— eso no quita que traiga mis cositas por si las dudas —río junto a Alejo, obviamente se referían a sus armas, debían estar protegidos hoy.
— ¿No depuran ustedes? —pregunto Josefa, novia de Mauro y mejor amiga de Cro, una de las chicas más conocidas en el medio por su relación con Duki.
— Obvio, si pinta, pinta —agregó Sebastián ganándose la mirada de sus amigos quiénes también estaban de acuerdo con esa pregunta.
— Si hay que disparar, yo disparo —comentó Lucho mientras jugantaba el montoncito de mugre con la escoba y la palita.
— Que vas a disparar vos, gato —rió Mauro junto a Alejo, Sebas sonrió y se sentó sobre la barra, sacó un cigarrillo, lo encendió y luego de darle una calada, le ofreció a todos los presentes por si querían fumar.
— Te voy a cagar a tiros gordo gil —rió Lucho, Mauro negó sonriendo mientras fumaba el cigarrillo que Sebas había pasado.
— Che me voy, tengo que organizar un par de cosas y a la noche vengo —comentó Sebas, se despodio de los chicos y las dos chicas y se fue.
— Yo también me voy, bueno nos vamos, tenemos que buscar a los chicos en la estación del subte para traerlos —comentó Mauro, pasó su brazo sobre los hombros de su novia.
— Dale, nos vemos después —comentó Alejo, se despidieron y luego se fueron, solo quedaban Alejo y Lucho— ¿vos decis que haga el plan o lo dejo tranqui? —comentó Ysy mientras se sentaba en unos de los sillones blancos.
— Está en vos, solo tenés que tener cuidado, no es un pibe fácil y va a estar armado también —comentó, se sento en el sillon frente a Alejo y subió sus pies a la mesita del medio.
— ¿Vos tenés armas? —preguntó Alejo, Lucho negó rápido— ¿Como que no? —sonrió mirando a su amigo frente a él.
— No tengo boludo, lo único es una navaja que encontré por ahí —encogió sus hombros.
— Yo te voy a dar un fierro después, no podés estar asi sin nada pendejo, es peligroso —agregó Ysy— Vamos, me voy a ver a Bruno y asegurarme que todo está bien
— Dale, yo me voy a la casa de mi vieja —agregó, Alejo asintió.
Ambos salieron del edificio dejando todo en orden para la noche, solo había que esperar que la purga comenzara.