Capitulo 23

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Lauren: ¿Quieres que vaya a tú casa?
                                 1:13 am visto.

Camila contemplaba su habitación en la penumbra, la enorme habitación parecía vacía y fría  como un escenario teatral; los libros, los estantes, la cómoda, su guitarra se podían visualizar bajo la tenue luz de la luna y luces que provenían de la calle haciéndolos verse aterradores.

Camila: No. ¿puedo ir yo a la tuya?
                               1:14 am visto.

Lauren: Claro, pero mis padres no pueden verte.
                               1:14 am visto.

Camila se puso una pantalonera, unos tenis y abrió la puerta de su habitación, echando un vistazo al pasillo, el intenso color oscuro del pasillo hizo que parpadeara varias veces esperando a que su vista se acostumbrara a la oscuridad; agarró su celular alumbrando un poco.

Camila: Voy para allá.
                               1:16 am visto.

...

Lauren se sentó en su cama contemplando su celular, se levantó y acomodó su cabello un poco. No le importaba que Camila la hubiera levantado a la una de la mañana.

Bostezo—¿Podré dormir un poco más?—unos golpes en su ventana la alertaron—creo que no—se levantó a abrir la ventana encontrándose con Camila parada esperándola.

—Hola—Camila rodio sus brazos tratando de encontrar calor. Había salido muy rápido de su casa para que nadie la viera que se había olvidado de ponerse una sudadera. Algo raro en ella pues siempre las llevaba para esconder sus cicatrices.

—¡Camila!—Se tapó la boca inmediatamente, había hablado muy alto.—Lo siento, ¿cómo vas a subir aquí?

Camila voltio a sus lados—No lo se—susurro—Pero aquí afuera hace bastante frío—Por primera vez Lauren se daba cuenta que la chica no llevaba en sima una sudadera o chaqueta.

—Ya se, solo espérame un momento—Lauren se colocó una chaqueta y salió de su cuarto tratando de hacer el menor ruido posible.

Camila escuchó como la cerradura de la puerta se movía y cuando al fin se abrió pudo apreciar a Lauren en pijama.

—¿Qué me estás viendo?—Lauren giró los ojos—¿No que tenías mucho frío?

Camila salió de su aturdimiento—Ah, si, si, Lo siento—una risita nerviosa salió de sus labios. Se apresuró a entrar a la casa de su novia.

—No hagas ruido—Puso su dedo índice en sus labios.

Caminaron lentamente a la habitación de la ojiverde. Camila dio otro paso y la madera debajo de ella rechinó. Lauren la volteó a ver con el ceño fruncido.

—¿Qué?—Lauren no cambió su gesto—No fue mi culpa.

Lauren sacudió la cabeza pero siguió avanzando siendo seguida por la castaña y al fin llegaron a la habitación de Lauren.

—Tú habitación es muy linda—Lauren cerró la puerta y colocó el seguro, no quería que alguno de sus padres encontrara a Camila en su habitación.

—Gracias—Camila inspeccionaba todo, como ella había hecho cuando ella estuvo en el cuarto de la chica.

—Tengo que admitir que llegar aquí fue más fácil de lo que pensé.

—Es cierto—se sentó en su cama—ahora cuéntame porque necesitabas estar conmigo a la una de la madrugada.

Camila rascó su nuca nerviosamente—Bueno es algo complicado—Lauren le hizo espacio en su cama para que se sentara—¿Te acu-acuerdas cuando estaba en el hospital y te conté sobre esto?—se señaló los brazos con cicatrices.

Hasta el final (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora