Sandra
De cerca era aun más guapo de cuando lo vi enfrente del hospital.
-Gracias por las flores.- Le dije.- Siempre quise un ramo como este.-
-Me alegro.- Digo el cortado.
“Está muy lindo así, se le ve tan cortado”, pensé, no puedo estarme enamorando, ¿o sí? Es un completo desconocido, aunque había tenido un detallaso conmigo.
-Y dime, si no nos conocíamos de antes, ¿Por qué decidiste regalarme esto?- Entonces me puse a pensar.- Supongo que es por pena, ¿Verdad?
El me miro, fue una mirada triste, hizo que me arrepintiera de lo que dije.
-Siento defraudarte… pero no es así.-
-Entonces… ¿Por qué?-
-¿Por qué, que?- Parecía confundido.
-En tu carta mencionaste que querías ayudarme en lo que fuera y bueno simplemente… ¿Por qué?-
-Buf… como decirlo, en el instituto siempre miraba lo feliz que eras cuando estabas con tus amigas y… el otro día al verte en el coche llorando.- Hizo una pausa.- No se es como si tuviera el impulso de querer abrazarte y decirte “Tranquila, todo va a salir bien”-
Me quede mirándolo y él siguió hablando.
-Y bueno, estas más bonita cuando sonríes que cuando lloras.- Digo sonrojándose.- Y ya que estamos en la misma clase…
-Espera espera.- Le corte yo.- ¿Estamos en la misma clase?-
El me miro sorprendido y se echo a reír, yo me sentí avergonzada.
-Ya veo que no te has fijado ni un poquito en mí, eso duele.- Lo digo riéndose pero note que estaba diciendo algo enserio dentro de lo que dijo.- En fin… continuo, supongo que te costara manejar ese cacharro así que podría ayudarte llevándote de una clase a otra y esas cosas.
Si hubiera venido de otra persona me hubiera ofendido por que piense que no puedo valerme por mi misma, pero en parte tenía razón, me cuesta manejar la silla esa, y bueno… es como si no me pudiera enfadar con él, supongo que sería su sonrisa, era tan tierna, tan dulce. Y sobre todo al mirar en sus ojos, me parece sincero, de verdad quiere ayudarme.
-Pero… no lo entiendo, se que ya me lo dijiste pero por que tanto empeño en ayudarme, hay otras personas que también lo pasa mal, no se… ¿Por qué yo?
Entonces se levanto de la cama, apretando los puños, parecía… parecía… decidido a hacer algo.
-En realidad la respuesta es sencilla.- Respiro profundamente.- Desde la primera vez que te vi me enamore de ti, me enamore de tu sonrisa Sandra, de tus preciosos ojos color miel, de tu pelo, de tus manos, de tus piernas, me enamore de cada parte de ti. Y sé que suena estúpido porque nunca hemos hablado ni nada de eso… Pero no puedo evitarlo, mi corazón late muy rápido cuando te veo, no puedo dejar de pensar en ti. Y no quiero verte triste nunca más, por que verte así me mata, quiero verte siempre con esa bonita sonrisa y esa es la razón. Simplemente te amo.-
Me quede sin palabras, la mire con los ojos muy abiertos, él respiraba rápidamente, no me quitaba la mirada de encima, yo no sabía que decir, el me soltaba todo eso tan bonito y no era capaz de decir nada, parecía estúpida.
El respiro profundamente, y aparto la vista.
-Creo que será mejor que me vaya.- Parecia triste.- Olvida todo lo que ha pasado.-
Pero cuando fue a marcharse le agarre de la mano, no sabia que decir pero si lo que haría. El se acerco a mi, le hice un gesto para que se agachara.
-¿Qué pasa?- digo agachándose.- ¿Te encuentras mal o…?
Pero no le deje terminar, lo cogí de la camiseta y lo bese, lo bese intensamente y él se dejo llevar por ese beso.
Fue como si el mundo se parara y no hubiera nadie
Solo él y yo
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No digas nada, Solo quédate conmigo (en espera)
Teen FictionSandra iba a ser una prometedora atleta, había ganado ya cientos de trofeos, medallas etc… Pero un día todo eso se termino. Buscando a su gato en una casa abandonada, se vio rodeada de fuego mientras intentaba huir del incendio sin previo aviso se l...