Capitulo 6

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Dereck.

¿Realmente me estaba besando?

 Era como un sueño hecho realidad, cuantas veces he deseado con este momento, no fue como me imaginaba, fue mejor. Sus labios eran tan suaves…  esto era tan dulce. No sé cuanto pasamos así, pero cuando nos separamos los dos estábamos sin aliento. Ella se había puesto levemente roja, era tan linda.

-Esto…- empezó a decir ella.- Yo lo siento mu…

Pero no deje que terminara, pose mi mano en su mejilla y esta vez la bese yo, no había necesidad de disculparse, me había hecho un regalo, el mejor regalo que me había podido hacer.

-Pero…-

Puse mi dedo índice en sus labios.

-No tienes que pedir perdón.- Sonreía, no podía parar de sonreír.- Me gusto que hicieras eso.-

Ella se volvió a sonrojar. Me senté de nuevo al lado de ella, estaba que daría saltos de alegría.

-Gracias.- Me dijo

-¿Por?-

-Por ser tan atento conmigo.- Dijo de nuevo sonrojándose.- Nadie había hecho eso por mí.-

-Por ti haría cualquier cosa.- Lo dije sin querer y me tape la boca.

Ella sonrió, pero yo me morí de vergüenza, tengo que empezar a dejar de decir lo que pienso. Pero al menos ella parecía feliz, y eso es lo que me importaba.

-Tengo una idea.- Le dije yo.- Para compensarme por pillarme desprevenido con ese beso…- Ella agacho la cabeza pero sonreía.- Tengamos nuestra primera cita.- Le propuse

-¿Una cita?-

-Si, exacto, una cita, mañana te vengo a buscar por la mañana y te llevo a algún sitio.-

-Pero…-

-No acepto un no por respuesta.- dije cortándola.

-De acuerdo… ¿Y a donde me llevaras?-

Me levante, abrí la puerta y la mire.

-SE-CRE-TO- Dije guiñándole un ojo y me fui

Solo tenía ganas de correr, saltar de alegría, gritarle al viento mi amor por ella.

Sandra

Cuando se fue me acerque como pude a la ventana, aparte un poco la cortina y le vi saliendo de mi casa. Pego un gran salto, yo me sorprendí bastante.

-¡Me beso, me beso!- Empezó a gritar.- ¡Mañana por fin tendré una cita con ella!-

De repente se giro, tenía una gran sonrisa, pero entonces me vio, me saludo con la mano y se puso rojísimo. Yo también le salude y me reí un poco.

Realmente este chico era especial, en el buen sentido, me había sacado de mi depresión, estaba dispuesto a ayudarme, era un encanto.

¿A dónde me llevaría mañana? ¿Qué me pondría? ¿Que pasaria entre el y yo apartir de mañana?

Deje de pensar en eso un momento, ¿Podría ser…? No, no, no puede ser.

Abrí el cajón de la mesilla de noche, ahí guardaba su carta, la abrí y la volví a leer, sonreí. No me cansaba de leerla. Estuve pensando en el, en su sonrisa, en su pelo, en sus maravillosos ojos y en sus labios, que minutos antes habia besado, fue un beso maravilloso, mejor que cualquier otro beso que hubiera dado.

Era definitivo... había sucedido.

Me había enamorado de Dereck.

No digas nada, Solo quédate conmigo (en espera)Where stories live. Discover now