Perdon por tardar tanto en subir este capitulo, he tenido varias problemas... y no he tenido ganas de escribir nada, asi que aqui les dejo el capitulo 9 de "No digas nada, Solo quedate conmigo" Espero que les gusten :)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sandra
La verdad es que no tenía pensado bañarme, pero Dereck me pillo por sorpresa. Tuve que sujetarme a él todo el rato.
Hacia un día precioso, sin una sola nube, con una leve brisa que hacía que no hiciera tanto calor. El agua estaba bastante limpia, no había mucha gente y eso que seria las dos de la tarde o algo así. Dereck me cogió otra vez, y sin más se hundió, llevándome con él, claro.
Cuando salimos tosí varias veces, me había hecho tragar agua.
-Esas cosas se avisan.- Le dije mientras tosía
-Si hubiera avisado no hubiera sido tan gracioso.-
-Si claro, es muy gracioso ahogarme, necesito respirar ¿sabes?-
-Exagerada.- Digo riéndose.
Lo mire, realmente era bastante guapo, su sonrisa y sus ojos eran algo mágicos. Me sentía como si no me pudiera resistir a él.
-Tengo frio.- Le dije, era verdad.
-Pues vamos saliendo.-
Me volvió a coger en volandas y salimos del agua, nos pusimos sobre la toalla. Cuando nos secamos un poco empezamos a recoger, bueno, más bien el empezó a recoger.
-¿A dónde vamos ahora?- Le pregunte
-A comer, pero primero tenemos que pasarnos por mi casa.-
-¿A tu casa?- Le pregunte
-A recoger una cosa, no tardare demasiado.-
En unos diez minutos estuvimos allí, no estaba demasiado lejos de la playa. Su casa era bastante grande, tenía un jardín y una valla que lo rodeaba. En el centro del jardín había un pequeño caminito de piedras que llevaba a la entrada de la casa. Alrededor de la casa habían unos grandes rosales, de rosas de todo tipo, amarillas, blancas, lilas, rosas, rojas… Era algo realmente bonito. La casa era de color blanca, tenía un pequeño descansillo delante de la puerta donde había un sillón- columpio de estos que se balancean, una mesa con dos sillas y en el centro de esta un jarrón con rosas rojas. Dereck me digo que esperara en el descansillo, y así hizo.
El entro en su casa y a los pocos minutos volvió a salir. Llevaba consigo una cesta de mimbre. Yo le mire extrañada, el solo sonrió
-Nos vamos de picnic.- Me digo el
-¿Picnic?-
-Si ya sabes es cuando dos o más personas van a un sitio, generalmente con césped, y allí ponen un mantel y comen comidas como sándwiches y esas cosas.-
-Sé lo que es un picnic.- Le dije yo
-Entonces ¿para qué preguntas?- Me digo él.- ¿Puedes llevar esto?- Digo levantando la cesta, yo asentí.
El puso la cesta encima de mis muslos, intente mirar que había dentro pero no me permitió abrirla. Salimos del jardín de su casa y nos fuimos. Me preguntaba a qué lugar me llevaría ahora, está claro que este chico era una caja de sorpresas. Fuimos hacia el centro del pueblo y luego bajamos un poco, era imposible que hubiera un sitio por aquí donde hacer un picnic. Nos paramos en medio de dos hileras de pequeños apartamentos, yo la mire extrañada. Nos metimos de las esquinas que separaban una fila de apartamentos con otra.
-Oye Dereck por que entramos aquí.- Le dije.- Aquí solo hay apartamentos no creo que haya ningún sitio para…
Pero cuando llegamos al final nos encontramos con un pequeño descampado, con varios matorrales esparcidos por aquí y por allá de lirios rojos, el césped era de un color verde muy vivo. Me quede sin palabras no pensé que se encontraría un lugar así en donde solo hay apartamentos.
-¿Cómo es que nunca había visto este sitio?-
-Hay una calle que pasa por delante de aquí, pero ahí un muro que lo tapa.-
Me señalo el lado opuesto del descampado y efectivamente había un muro muy alto lleno de enredaderas.
-¿Y tu como lo conoces?- Le pregunte
-Lo encontré por casualidad con unos amigos y bueno ahora lo uso para…-
Desde uno de los matorrales salieron dos pequeños gatitos, uno completamente negro y otro un pelín mayor blanco con alguna mancha negra. Yo me quede maravillada, me encantaban los gatitos, aunque a veces incordian bastante, sobre todo el que era de mi madre, era gordo y siempre estaba refunfuñando, pero estos eran monísimos.
-Me dedico a esto, encuentro gatos abandonados y los traigo aquí.- Se agacho a coger al gatito negro y me lo dio.
-Que crueldad.- Le dije acariciando al pequeño gatito.- Este lugar es precioso.- Le mire.- Gracias por traerme aquí.-
-No tienes por qué darlas.- Miro al gatito blanco y lo levanto también.- ¿Quieres ponerles nombre?
YOU ARE READING
No digas nada, Solo quédate conmigo (en espera)
Teen FictionSandra iba a ser una prometedora atleta, había ganado ya cientos de trofeos, medallas etc… Pero un día todo eso se termino. Buscando a su gato en una casa abandonada, se vio rodeada de fuego mientras intentaba huir del incendio sin previo aviso se l...