10. Girl's Point of View

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Narra Agus

Me desperté cuando recién amanecía. Recordaba pequeños fragmentos de cosas que parecían haber sucedido la noche anterior. Juraba que había escuchado gemidos, y que vi acostarse a Sarah y a Sebastián juntos.

Realmente no era de mí importancia, sería tema de ellos. En fin... Me levanté, un poco confundida, podía recordar también que me había quedado dormida mientras hablaba con Mathías... Mathías. Cómo me gustaba su nombre. También me gustaba su cuerpo, su forma de hablar, como ayer se reía nervioso cada tanto... Era hermoso. Me encantaría conocerlo mejor. Sobre todo si vamos a seguir viaje juntos.

Me levanté en búsqueda del chico bestia.

—Hola... —Escuché como me saludaba una voz recién levantada. Me giré y me encontré a Sarah. Le sonreí.

—¡Buen día! —Exclamé alegre— ¿Cómo amaneciste?

Sarah me devolvió la sonrisa y miró hacia el piso. Seguí su mirada y me encontré con un Sebastián con pinta de bebé. Reí.

—Bastante bien, no pasé frío. —Me miró a mí nuevamente— ¿Y tú?

—Igual, aunque no recuerdo en qué momento me envolví en esas sábanas... —Me quedé pensativa.

—Seguramente fue mí hermano. —Dijo Sarah, como quitándole importancia. Luego me dedicó una mirada pervertida. Podría jurar que me sonrojé.

—Hmm... —Simulé una tos falsa— Cambiando de tema, ¿Ahora a dónde iremos?

Sarah me miró sorprendida.

—¿Iremos...? —Repitió, confundida. Quizás Mathi no había tenido tiempo de contarle que los acompañaría— Quieres decir, ¿Nosotros? —Agregó, señalandose ella, para luego señalar a Mathi, que yacía cerca del fuego que ya estaba apagado, y por último a mí.

Creo que me sonrojé nuevamente.

—Yo... —No sabía muy bien que decir— Había pensado que quizás... Podía acompañarlos, si es que no te molesta.

Sarah, que ya parecía entender mejor la situación, me sonrió.

—Claro que no, sería un placer. Me encantaría tener una amiga a mí lado. —Me dedicó una sonrisa, a la cuál yo correspondí. Luego se dió vuelta y comenzó a zarandear a Sebastián. Di por finalizada nuestra conversación y me dirigí a dónde había visto a Mathi. En el camino agarré una manzana de una planta que quedaba de camino.

—Hola, Obesa. —Dijo Mathi riéndo cuando me vió. Parece que ya se había levantado.

—¿Obesa? —Pregunté riendo con el.

El levantó los hombros.

—No sé, se me ocurrió y te queda tierno... —Dijo tímido. Sonreí.

—Me encanta. —Me senté a su lado— La manta con la que me desperté... ¿Era tuya?

Mathías me miró serio y de pronto se sonrió.

—Sip, parecía que tenías frío y... Bueno, yo no tenía frío así que. —Otra vez hizo ese gesto con lo hombros.

—Muchas gracias. —Le dije, y me mordí el labio— No deberías haberlo hecho, pasaste frío.

—No fue nada, encerio. Me quedé tranquilo de que no te ibas a enfermar. —Dijo rápido, e intentó abrazarme, pero se detuvo a mitad de camino. Supuse que le dió vergüenza, así que me acerqué y lo abrecé yo.

—¿Sabes que? Con lo poco que te conozco... Ya te quiero mucho. —Dije, aún fundida en el abrazo.

—Yo igual. —Dijo el, abrazandome mas fuerte.

~Neverland~ DosogasTeamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora