~Neverland~ DosogasTeam

12. Sentimientos Confundidos

Narra Agus

Mathi me agarró de la cintura sin separarnos. Yo sonreí contra sus labios. Cómo me gustaba estar cerca suyo...

—Yo... —Mathi se separó y me miró tímido— No quiero intentar hacer nada que vos no quieras.

Yo sonreí y lo tomé de la mandíbula.

—Yo quiero todo contigo. —Dicho eso, me acerqué y uní nuestros labios nuevamente.

Pude sentirlo sonreír contra mís labios.

Mathi se paró, y me mantuvo encima suyo agarrándome de las nalgas. Comenzó a caminar, sin separar nuestros labios, hasta que llegó a un lugar. Me separé para ver al rededor y pude divisar un pequeño hueco en medio de varios árboles y arbustos. Mathi me recostó en medio de aquel hermoso círculo y se colocó encima mío, sosteniéndose con los brazos para no aplastarme.

—Sos hermosa, Añón. —Soltó Mathi, recorriendome con los ojos.

—Vos sos perfecto, Sellanes. —Respondí yo.

Sonrió y me volvió a besar. No esperé mucho más y comencé a quitar su camisa, para dejar al aire un abdomen perfectamente marcado. Lo recorrí con mis pequeñas manos mientras seguía en aquel beso.

—Hagamoslo equitativamente, ¿No? —Dijo, separándonos. Reí y lo ayudé a sacarme la camisa que tenía puesta.

Pasó a besar mí cuello. Lentamente fue dejando besos desde mí mentón hasta mis pechos. Se detuvo unos segundos, para quitarme el sostén. Y luego siguió apretando y besando, mientras yo gemía con su contacto.

Bajé mís manos a su cinturón, y mientras él se entretenía con mis pechos yo quitaba su pantalón. Quedó en boxers. Podía ver su miembro excitado.

Bajó sus manos a mis caderas y retiro cualquier tipo de tela que evitara el contacto entre nuestras pieles. Yo terminé de quitar su boxer y lo agarré de la nuca, acercándolo más a mí.

Mathías se alejó y me miró.

—Te deseo... —Susurró— Yo también quiero todo contigo.

Dicho esto volvió a mis labios y, sin perder tiempo, se posicionó en mí entrada. Me miró, esperando que confirmara que quería lo que estaba por pasar. Yo asentí y lo besé. Luego pude sentir como me penetró. Erguí mí espalda, soltando un gemido detrás de otro. Mathías gemía conmigo. Comenzó a aumentar su ritmo y con ello aumentaron los suspiros. Mientras el hacía su parte yo lo besaba y me ocupaba de guardar en mí memoria cada ínfimo detalle de lo que estaba sucediendo. Por ejemplo, la manera en la que me trató, como me tocaba, la manera en que hacía movimientos bruscos pero me miraba y se preocupaba de que no me doliera.

—¿Te... —Suspiro— Te sientes bien? —Preguntó, entre gemidos.

Yo no podía articular una palabra, pero asentí, transmitiéndole que todo estaba bien.

Coloqué mís manos en su trasero y lo empuje aún más dentro mío. Me encantaba sentir la sensación que me provocaba su embestida.

Segundos antes de acabar, pude escuchar un "Te amo" que pudo articular entre suspiros. Creo que esperaba que yo no lo hubiera escuchado, sin embargo, respondí con un "Yo también". Luego de aquello, ambos llegamos juntos.

Mathías se salió de dentro mío y se acostó a mí lado.

Estuvimos un rato así, acostados y abrazados, mirando el cielo. Ninguno dijo nada, no necesitábamos implementar las palabras en esta ocasión.

Mathías fue el primero en levantarse y comenzar a vestirse. Yo solo miraba lo que hacía. Luego me ayudó a levantarme y me pasó todas las prendas que en aquel momento de pasión el me había quitado. Me ayudó a vestirme, y en cada oportunidad que encontraba, depositaba besos en mí cuerpo.