— Algo no está bien — Regina está de brazos cruzados, su ceño fruncido — ¿Qué pasa?
— Nada — declaró pero ella niega.
— Ella, está acabando contigo — se gira y sale de mi habitación, me dejó caer en la cama mientras quitó mis botas.
— El amo a cambiado mucho — Lucio me observa, su rostro no demuestra ninguna emoción — sólo espero que este cambió no cueste su vida.
— Te agradecería que te mantuvieras al margen — hace una inclinación y sale de la habitación — otro que sale molestó por ella — susurró, pasó mi mano por mi cabello.
— Quizás es porque desean evitar tu muerte— me pongo de pie de un salto — la edad te está volviendo tonto.
— ¿Qué rayos haces aquí? ¿Cómo entraste? — Azriel levanta su mano y con calma contempla sus uñas que las tiene como garras... señal que está listo para atacar.
— Soy poderoso cómo tú Isael... quizás más que tú — sonríe con burla, su mirada recorre toda la habitación y enarca una ceja — aburrido, aún sigues con tú habitación arcaica, nada de tecnología, creo lo único que tienes es la luz.
— ¿Ahora eres diseñador de interiores?
— ¿Cuándo la entregarás? — niego mientras él camina hacia los libros que tengo en un estante.
— Ella no es la guardiana — apretó mis puños mientras Azriel sigue investigando.
— Lo es, Jarbain la visitó — abro más los ojos de la sorpresa — claro que no lo sabías, ella sólo espera el momento para atacarte.
— ¿Cómo lo sabes? — Sujete del cuello a Azriel — ¿Dime?
— lo he vigilado, sabes que existe aún la orden de los guardianes, claro todos los que fueron... son sólo la sombra de lo que fueron — suelta una risita pero su mirada es dura — Jarbain, los dirige y visitó a Merlina — niego — ¿Sabes lo que significa?
— pudo andar sondeando cómo tú lo hiciste en un inició — mis manos se vuelven calientes, Azriel hace una mueca de dolor pero luego sus uñas afiliadas como cuchillo, buscan a hacerme daño pero mi rabia es tan grande que no le permito alcanzarme — ¡Vete si quieres vivir! — lo suelto y la palma de mi mano ha quedado grabada en su piel.
— mereces morir por imbécil — pasa su mano por su cuello para tocar la quemada, sonríe con burla — yo, volveré — ante mí se transforma en un búho y sale de la habitación por la ventana, corro descalzo buscando la habitación de Merlina, pero está vez en mi carrera me he convertido en una sombra, traspasó su puerta y Black se pone alerta con la espada en su mano, al sentir la intrusión en la habitación, al verme se queda sorprendido.
— Amo — mi mirada se posa en Merlina, ella está dormida hecha un ovillo, miró a Black.
— Sólo tú y yo nos escucharemos en este momento — él asiente y me observa.
— ¿Qué pasa amo?
— Jarbain — Black niega — hizo contacto aparentemente con Merlina.
— no lo he sentido amo. He estado con ella, sólo la dejó cuándo me cercioro que Henry está bien.
— Azriel estuvo aquí, ¿Lo sentiste? — Black niega y baja su cabeza.
— han aprendido más que nosotros, me doy cuenta que ellos se han adaptado a los cambios que ha vivido el mundo, a la tecnología. Yo aún sigo como hace 600 años.
— ¿Y qué haremos?— Black gira su rostro hacia Merlina — si no siento a Jarbain y a Azriel, no estoy haciendo bien mi trabajo.
— Vamos a aprender Black — caminé hacia Merlina y con la confianza que no me escuchaba seguí conversando con Black — nunca pensé que mi alma gemela seria mi destrucción, me miente, me oculta las cosas. He puesto en peligro a mi hermana, a ti por alguien que no confía en mí. Él hombre que enseña a los guardianes cómo destruir a los brujos, los magos estuvo en mi casa.
— amo, hablé con la señorita — niego y apretó los puños.
— no, la tendré vigilada Black. No la debes dejar sola — me giró para salir de la habitación.
— amo, ella no es mala.
Miró sobre mi hombro a Black.
— aún no lo es.
— El amor puede salvarlos — me detengo antes de cruzar la puerta.
— En esta historia sólo yo he sido sincero, sólo yo he protegido — sin más que agregar traspasó la puerta y vuelvo a mi cuerpo normal.
Me dirijo a la habitación de Regina, tocó su puerta y al escuchar el pase, abro la puerta. Ella está sentada junto a la ventana, el olor a lavanda inunda su habitación. Su cabellera larga y negra cómo el ala de un cuervo cae en cascada sobre sus hombros, sus ojos están hinchados y rojos de tanto llorar. Cuándo se mueve puedo ver una serpiente enroscada en la ventana. Levanta su cabeza y me observa un instante para luego mirar a Regina y empezar a deslizarse para salir de la habitación.
— ¿Qué te dijo que te alteró? — saca un pañuelo de seda de su bata y limpia su rostro.
— los Braary siguen apostados frente a la casa, practicado todos los hechizos para desvanecer la niebla y entrar.
Asiento y me siento en el alfeizar de la ventana, contemplando la noche y la niebla que rodeaba la casa, espesa, fuerte como una pared de ladrillo.
— Necesito aprender — Regina frunce el ceño — tú estuviste en el castillo de las brujas, aprendiste cosas nuevas.
— ¿Por qué? Eres poderoso más que las maestras del castillo.
— Estoy desactualizado — mi mirada se centra en las copas de los árboles frente a la casa, el que estaba junto a la ventana, estaba repleto de muchos ojos dependientes de nosotros — ¿Confías en ellos? — muevo la cabeza en dirección hacia el árbol.
— Si — el chillido de los murciélagos inunda el lugar — dicen que no nos traicionarían que no desconfíes de ellos.
— Bien — aclaró mi garganta — tenemos toda la noche para que me enseñes lo que aprendiste, muéstramelo.
Regina asintió, se concentró y recitó las palabras ya conocidas para mostrarme en la pared cómo si de cine en casa se tratará, su primera enseñanza. Estaba decidido a actualizarme, era mi obligación proteger a mi hermana y a los míos.
Toda la noche y parte de las primeras horas de la mañana continúe con mi enseñanza hasta que aprendí lo necesario.
Regina se acostó para descansar y yo decidí caminar al bosque, aún no me sentía preparado para ver a Merlina, no quería reconocerlo delante de nadie pero estaba enamorado de ella, yo, Isael, un hombre que ha caminado por la tierra por mil años y no creía en el amor. Me había enamorado, amaba a Merlina, la mujer que ahora estaba seguro había nacido para acabar con nosotros.
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El Amor de Isael
General FictionIsael lleva mil años en la tierra, es considerado un anciano en la magia, aunque su apariencia es la de un hombre de treinta años, él es orgulloso por que a través del tiempo nadie ha podido igualarlo, no a conocido el verdadero amor y tampoco está...