En algún lugar apartado de la ciudad, Alex y Piper seguían cautivas. Bajo el poder de una mente descontrolada y enferma que ni siquiera sabía hasta donde podía llegar con su obsesión por la rectitud y el comportamiento moral, que ni ella misma tenía.
Se oyeron unos pasos acercarse a la puerta que separaba aquella habitación del exterior de la cabina. Piper miró a Alex y trataron de comunicarse sin emitir alguna palabras. La rubia le pedía que la dejara a ella hablar.
Desde la cabina, se oyó el sonido de una voz, con un acento diferente al que habían estado escuchando.
—Señora Vause, Señora Chapman. Ha llegado la hora de que conozcan a su verdugo. Es una lástima, que después que sepan de quién se trata las cosas no vuelvan a ser como antes ¿Saben a lo que me refiero, no?
—¡Pipes No es la misma persona, escucha! —exclamó Alex, un poco más preocupada de lo que estaba antes— No está sola, hay alguien más con ella.
—Sí, me di cuenta amor. Tranquila.
—¡Hice una pregunta! —gritó— ¿Saben a lo que me refiero?
—¡No! —gritó Alex, fuera de sus cabales.
—Te creí más lógica dulzura. Significa que una vez que conozcan a su verdugo, no saldrán de aquí con vida. ¿Así o más específico? —Parecía estar molesta— «Y mientras están conociendo a su verdugo, yo saldré de aquí no voy a ser cómplice de esto»
Pronto sabrían a quién pertenecía aquella voz y Piper se preparaba para jugarse su carta en psicología. Mientras oían los altavoces, detrás de la puerta se encontraba quien fuera su captor, se oyeron sus pasos, lentos y seguros, la puerta se abrió y como en cámara lenta, apareció aquel extravagante personaje.
—Hola gatita, no te noto sorprendida —dijo y se acercó a Piper, acariciándole la mejilla con los dedos de su mano. La rubia hizo un gesto para apartar su rostro y Alex la miró con odio.—No, no lo estoy. Imaginaba que eras tú.
—Esto es pura apariencia. No te engañes, no creas conocerme. Sé que eres inteligente, es una de las cosas que ella ama de ti.
—¿Ella? —preguntó extrañada Piper.
—Sí, ella —dijo tranquilamente.
—¿Quién es ella?
—Luce, tú la conoces. Ella...
—¿Y tú quién eres? —Piper comenzó a abordar a aquella mujer. Lo hacía discretamente, con voz suave y segura.
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La dueña de tu mirada
Fanfiction¿Cómo un episodio puede afectar tu vida? Te invito a leer y darte cuenta por ti mism@ de que se trata. De seguro te gustará. No se permiten copias o adaptaciones de esta obra, bajo ningún motivo.