Capítulo 2

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Alex llegó a su departamento, después de hacer sus ejercicios matutinos; caminata y trotar, muy activo como de costumbre. Fue a darse una ducha antes de reunirse con Nicky. Eran amigas desde hace años, además ella le brindaba asesoría legal en cuanto a los contratos y proyectos referidos a su trabajo. Alex, era su propia jefa y dueña de su tiempo. Por lo tanto, podía darse el lujo de llegar tarde a su estudio de fotografía y, ese día, aprovecharía esa libertad para reunirse con Nicky Nichols antes de ir a su estudio.

Entró a la ducha y mientras el agua templada recorría su cuerpo, extrañamente recordó el episodio de la abusadora y grosera que casi la atropella -¡Idiota!- Soltó y sonrió, mientras frotaba su suave y blanca piel.

-¿Hola! Sí, claro. Nos vemos allá estoy casi lista Nicky. Terminaré de vestirme y saldré de inmediato -Nicky la llamó por teléfono para confirmar que se reunirían en el café.

-Bien Vause, no te demores. Estoy llegando y sabes que no me gusta esperar.

-No, no. Sabes que en este grupete la impaciente soy yo -dijo Alex, soltando una carcajada- Además, siempre he sido puntual, no sé de que te preocupas.

-Bien, en eso tienes razón -Rió- Igual date prisa.

Finalizada la llamada, Alex se apresuró a terminar de vestirse y darse unos toques de leve maquillaje. De atuendo llevaba unos pantalones negros ajustados, una camiseta blanca ceñida y sobre esta, se colocó una chaqueta corta de cuero negro. Realmente se veía muy atractiva, de hecho Alex, sea cual fuere la ropa que utilizara, siempre había llamado la atención tanto de hombres como de mujeres por su porte y elegancia. Sin embargo, ella no había tenido interés en concretar alguna relación sentimental seria con alguien. Había tenido relaciones poco duraderas a lo largo de los últimos años de su vida, pero a pesar de ser cariñosa y apasionada, no había encontrado en aquellas relaciones algo que llenara el vacío que frecuentemente sentía en su interior.

No era de su agrado conducir, le gustaba más desplazarse caminando cuando se trataba de lugares cercanos, pues le gustaba disfrutar de cada detalle que veía a su paso, pensaba que le ayudaba a ser más creativa con sus fotografías, aparte desde hace algunos años atrás sufría de cierta aversión por los vehículos. Pero en esa ocasión debía trasladarse en auto, debido a que el local donde se reuniría con Nicky quedaba un poco lejos. Subió a su camioneta y se puso en marcha.

Pasados unos minutos, Alex se encontraba estacionado su vehículo. Bajó y se dirigió al local para encontrarse con su amiga y asesora legal.

-Hola Nicky, traté de no demorar -Sonrió, al tiempo que tomaba asiento para quedar frente a su amiga.

-No te preocupes Vause, estás puntual. Aquí están los documentos que me pediste que revisara. Los leí en detalle -Nicky interrumpió la conversación al ver a un mesero que se acercaba.

-Señoritas, disculpen la interrupción ¿Qué les apetece tomar o comer? -El hombre esperó amablemente por las respuestas.

-Para mí un te verde helado -dijo Alex.

-Un café para mi por favor, por ahora -Pidió Nicky y le sonrió. El hombre tomó el pedido y se retiró- Como te decía Vause, revisé los documentos, cada cláusula está bien detallada. No vi letra pequeñas en el contrato. Todo está respaldado ahí, así que puedes respirar tranquila.

-Entonces no habrá problemas si firmo ¿Verdad?

-No, si cumples con los acuerdo de exclusividad con ellos y ellos cumplen su parte del trato, no tendrás problemas.

-No lo sé Nichols, es que no me termina de convencer eso de la exclusividad. No me gusta estar atada con algo o alguien, que me haga sentir que pierdo la libertad con la que hago las cosas que me apasionan -Alex, se quedó pensativa luego de expresar lo que sentía en ese momento.

La dueña de tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora