Capítulo 13

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Después del encuentro con Alex, Piper no cabía de la emoción. Sentía un regocijo en el pecho que la hacía mantener una sonrisa en sus labios. Definitivamente Alex, había entrado en su corazón, pues nunca se había atrevido a exponer sus sentimientos de la manera como lo había hecho esa noche.

Por su lado Alex, también se encontraba rumiando en sus pensamientos, vagaba recordando las palabras que le hubo dicho a Piper. Miles de corazones se hacían en su cuerpo con cada evocación. Esas emociones se opacaron cuando, repentinamente, apareció la voz de Katrina haciendo eco en su cerebro. Sus comentarios malsanos, evidentemente, habían calado en Alex "...Una lazarillo" —No lo es. Pero ¿Qué puedo ofrecerle estando yo a medias?­

En la mañana siguiente, Piper se levantó animadamente; daba la impresión de que era otra persona. Tomó un desayuno ligero: pan tostado con huevos revueltos y una taza de café, luego una ducha rápida. Una vez lista, tomó su teléfono celular y marcó el número de Lorna.

—¡Morello! Buenos días

¡Chapman qué sorpresa! sobre todo el tono de tu voz —dijo riendo.

—No hagas planes para esta noche, te invito a cenar. Necesito que conversemos.

¿Así democráticamente? Últimamente estás muy necesitada —bromeó Lorna, dejando salir una carcajada.

—¡Ay ya no seas tonta¡ —Rió por el comentario de Lorna.

Bueno, bueno está bien. ¿Pasas por mí?

—Claro a las siete, paso por ti. No me hagas esperar —Advirtió Piper.

Como digas jefa —Se despidieron riendo ambas.

***

Alex, amaneció con una extraña sensación en el cuerpo, había dormido poco. Tenía sentimientos encontrados, sabía que entre Piper y ella estaba surgiendo un lazo especial, pero no se sentía satisfecha con lo que podía ofrecerle a la doctora Chapman mientras estuviera en esa situación. Para ella era importante, la independencia, poder valerse por sí misma tal como lo había hecho durante tanto tiempo en su vida.

Nicky había llegado al departamento de Alex, a tempranas horas. Tenían temas de trabajo que tratar, con toda la situación de Alex, habían dejado de lado unos asuntos y querían ponerse al día.

—Linda, desayuna con nosotras —Diane, con toda amabilidad invitó a Nicky.

—Oh por favor, no faltaba más. Claro que acepto —Nicky, sonrió con gracia.

Alex conocía esa expresión en la voz de su amiga —Tragona —Soltó una risita.

—Es que salí muy temprano y sólo alcancé a tomar un poco de zumo —Se excusó Nicky.

Comenzaron a desayunar, entre comentarios y bromas de Nicky, todo estuvo tranquilo. Por ratos, la morena, se quedaba callada y se perdía en su silencio.

—...Sí, pero aún no han confirmado fecha ¿Polly te ha comentado algo?... ¿Alex? —Nicky estuvo hablando, pero Alex no prestó atención a lo que le estaba diciendo.

—¿Perdón? no te oí —Se disculpó la morena.

—Me di cuenta ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? —Diane posó los ojos sobre su hija, ante la pregunta de Nicky.

—No, ahora cada vez ustedes piensan que me siento mal —expresó de mala gana.

—Hija, entiende. Es por la preocupación.

—Si mamá, lo siento. Dime Nicky ¿Qué fue lo que dijiste?

—Que del museo avisaron que para el próximo mes, está pautada la exposición de las obras. Y ya quieren comenzar a hacer las promocionales. Te preguntaba si Polly te ha comentado algo de cómo va con las fotografías.

La dueña de tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora