►HĪĐĒ◄ ØMEGAVERSE

8.- Proyecto Transversal

Su mirada se fijaba en las personas y los negocios en la calle que podía observar a través de la ventana del automóvil, ignorando la presencia de su padre quien se mantenía serio, con la vista al frente y el mentón alto.
Era común entre ellos ese ambiente tan frío, después de todo su padre no era alguien que demostrara sentimientos fraternales ni con acciones, ni con palabras, los únicos temas que llegaban a sostener en una conversación variaban sobre sus deberes, la escuela y el denigrante sistema educativo que esta poseía, del que por supuesto estaba en total desacuerdo. Y no porque Akabane fuera parte de las víctimas de ello.

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—Maldición...— Murmuró para sí mismo mientras quitaba la servilleta que envolvía su cono de helado, usándola para limpiar la gota de nieve derretida que resbaló sobre su camisa nueva.

Boto el helado a medio terminar en uno de los botes de basura que estaba por los pasillos de la escuela, molesto.

Al levantarse hoy por la madrugada había notado que su celo ya no estaba presente, lo cual le causó un gran alivio pero era consciente de que aún debía tomar algunas medidas, su aroma ya era perceptible. Incluso más ahora que estuvo en su etapa de celo.
Por suerte hace unos días sus padres le habían dejado una basta cantidad de dinero y con ello había comprado ropa nueva. Después de tomar una rápida ducha decidió por fin estrenarla, al ser nueva esta no poseía su aroma a que la que había usado el viernes pasado, y para asegurarse ingirió otra píldora.

Ingresó a uno de los baños de hombres y con ayuda de un trapo mojado intento deshacerse del resto, pero claramente eso fue inútil ya que la rosada mancha permanecía en su camisa y seguramente no desaparecería hasta después de unas dos lavadas.

Miro su reflejo en el espejo, ciertamente lucía fatal, las ojeras en sus ojos le daban un aspecto lastimero como el de un trabajador que había sido sobre explotado, denotando que no había dormido las horas que debía, y su alborotado cabello rojizo delataba que no se había tomado la molestia de cepillarlo ya que por las prisas solo se dio una rápida desenmarañada utilizando sus dedos como peine.

Era claro que media escuela le había mirado con extrañeza por su aspecto, pero como esperaban que luciera después de no haber podido dormir lo suficiente por obvias razones. El imbecil de Asano se había colado en sus pensamientos durante esas noches y la gran parte no pudo lograr hacerlo desaparecer. Sintió su cara arder ante tan penosos recuerdos, abrió el grifo del lavamanos e hizo sus manos cuna al juntarlas para poder sostener una aceptable cantidad de agua y usarla para remojar su rostro. De esta manera lograría despejar todos esos pensamientos de su cabeza y centrarse en la repentina sensación del agua fría.

Elevó su mirada con la idea de volver a toparse con su cara de frustración y cansancio pero en cambio, cierto chico de ojos violetas estaba ahí, a unos cuantos pasos de él, mirándole a través del espejo.

Instintivamente Karma se reincorporó, secando su rostro a toda prisa pues el presidente no venía solo; no permitiría que le mirarán en tal estado deplorable.

—Akabane— Pronunció el chico de lentes posiciónandose aun costado de Asano. Los cuatro chicos con los que Asano pasaba la mayoría del tiempo al ser "Los cinco grandes" estaban ahí, fulminándolo con la mirada. —No deberías-...— Prosiguió pero fue interrumpido por el líder del grupo.

—¿Qué te pasó?— Pregunto Asano con un tono serio, creyéndose lo peor, hablando sin pensar, su grupo le miro con extrañeza ¿Cuándo acá el mismísimo Asano se preocupaba por alguien de la clase E?

—¿Acaso te importa?— Pregunto sin importar que el consejo estudiantil estuviera ahí. La respuesta era tan predecible.

Gakushuu solo apretó los labios, para sorpresa de sus compañeros y de Karma. El pelirrojo solo abandono los baños, pasándole de largo y propinándole un golpe con el hombro al de cabellera naranja. Todos excepto Gakushuu le miraron de mal forma.

—¿Quieres que...— Ren se ofreció a alcanzar al pelirrojo con la idea de hacer que este se disculpara, pero nuevamente fue interrumpido.

—No vale la pena— Dijo acercándose al lavamanos para deshacerse de la pintura morada en su antebrazo.

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—¡Karma!— Llamo el chico de cabellera azul en cuanto vio después de mucho tiempo a su amigo pelirrojo. —¿Dónde has estado? ¿Porqué no habías venido? ¿Porqué... luces así?— Le bombardeó con preguntas.

—No es nada Nagisa-kun, no estaba de ánimos para la escuela.— Dijo con simpleza como si esa respuesta fuera suficiente para el sinfín de preguntas del ojiazul. —Karma, ¿en verdad no quieres decirme?— Pregunto esta vez en un tono gélido.
—En otro momento. Discúlpame— El menor solo asintió, no insistiría para no darle molestias o sumar más peso en sus hombros si así lo fuera, debía respetar un límite.

Ambos, seguidos por el resto de la clase E, ingresaron al gran gimnasio de la escuela para una de la reuniones, al parecer había un nuevo anuncio. Tomaron sus puestos correspondientes y se mantuvieron de pie en lo que las clases restantes ingresaban y tomaban sus lugares dando por fin comienzo a la reunión.

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—Durante la última junta de docentes se llegó al acuerdo de poner en práctica un proyecto que tenían planeado desde hace meses y que fue aprobado por el director: El proyecto transversal, en el que crearán un producto para el cuidado personal.
Para llevarlo a cabo se formaron numerosos equipos con alumnos de diferentes grados y especialidades, de esta manera todos aportarán con lo que mejor se les da.
Fuera del gimnasio encontrarán las listas con los integrantes de cada equipo, de esta manera podrán averiguar dónde pertenecen, sus docentes le explicaran durante su hora sobre el proyecto y se les pedirá la entrega del primer avance él próximo lunes, eso es todo, pueden retirarse.—
Todos los alumnos rompieron la formación y se dispersaron por todo el gimnasio en cuanto el chico que dio la información de la reunión de ese día, desapareció del escenario.

—¿La clase E, también participará en el proyecto?— Murmuró una chica de la clase C, a una de sus compañeras.

—Por supuesto que no, el director no lo permitiría, esos fracasados deben centrarse en sus calificaciones.— Murmuró de igual manera sin despegar su vista de los chicos.

—Seguro, no se les permite ni siquiera formar parte de los clubs. No quisiera terminar igual que ellos.—Dijo en un tono preocupado.

—Ellos se lo buscaron.— Finalizó la chica llevando a su compañera fuera del lugar.

Isogai frunció el ceño y apretó los labios al igual que la mayoría de la clase.

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—Alguien modificó las listas.— Aseguró Ren al ver que el nombre de Asano aparecía en la lista del equipo de Akabane Karma.

—Quiero saber quién fue el que hizo esto.— Acató el de ojos violetas.

Definitivamente eso no le agradará al Sr.Director

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Lamento haber desaparecido tanto tiempo :,u

Eso es todo.
Adiosito