26.- Su dulce sabor a manzanas

373 25 0
                                    

Cuando ves una oportunidad hay que tomarla, sin dudar, sin pensarlo, solo hay que actuar.

Al ver a Kate palidecer ante la idea de Marian y yo encerrados en un espacio pequeño note que le causó pánico, lo vi en sus ojos, todo su rostro la delata, su mente se está haciendo ideas y ninguna puede ser buena, así que es mi momento y lo tomaré. Encontré su punto débil y pretendo explotarlo al máximo. Vaya punto débil que tiene, nada más y nada menos que la persona que considera una hermana. La única persona que se supone que debe amar incondicionalmente. La única persona que siempre estará a su lado sin importar lo que pase.

Marian Alcántara.

Desde un inicio debí haberme dado cuenta, la única persona a la que Kate ve como una amenaza, la única que le puede hacer competencia, es ella. No tiene forma de protegerse, Marian lo dijo.

"Crecimos juntas, nos enseñaron las mismas cosas. No eres superior a mí".

Al fin puedo ver el inicio del camino, esa rivalidad que ninguna de las dos se atreve a ganar para no lastimar a la otra pero es inevitable una siempre tendrá que ceder para que la otra brille, ninguna soporta estar por debajo.

"Dos personas como nosotros, llenos de sueños y con ganas de poder son una bomba de tiempo, si me quedo a tu lado convertiré esto en una competencia como lo hice con...".

Marian es la pequeña pieza que falta en este gran rompecabezas. Está pequeña criatura es el mayor miedo de Kate y la comprendo, Marian a simple vista es espectacular. Muy inteligente, astuta, segura de si misma, obstinada, no se detiene ante nada ni nadie, por no mencionar su belleza.

-Déjame salir -dice sin ser amable-, Jonathan esto no es un maldito juego, muévete o te muevo.

-Claro que es un juego, de hecho fuiste tú la que insistió en seguir jugando -para empezar necesito ser convincente con lo que diré a continuación-. Marian llevas toda la noche coqueteando conmigo, de nada te sirve negarlo, todos lo notaron -sé que solo esta siendo amable porque quiere algo de mí-. Tus amigos no hacen nada por casualidad.

-Si ellos quisieran verme encerrada aquí con alguien, definitivamente no serías tú -el afortunado sería Francis que la sigue con la mirada a todas partes-, esto solo es la maldita venganza de Danny, pero juro que no se va a quedar así, cree que por encerrarme aquí contigo nos molesta a Kate y a mí pero está muy equivocada -es mucho mejor aliada de lo que imagine, sí que tiene una mente maliciosa, tiene a Marian hecha una furia, se mueve una vez más para llegar a la puerta le detengo antes de dar un paso.

-Nosotros nos quedamos aquí hasta que terminé el tiempo -suspira y de nuevo fue por la puerta, esta vez la tuve que acorralar contra el lavamanos- ¿A que le temes? No te pienso hacer nada.

-No me gusta para nada que estés tan cerca de mí -no nos tocamos pero solo hay milímetros de espacio entre los dos-. Respondiendo lo anterior, no, no te tengo miedo, mejores personas que tú me han intentado intimidar. Deberías preguntar cómo les fue.

-Entiendo, no me tienes miedo, solo dime, ¿por qué quieres salir huyendo? -agacha la cabeza sonriendo- La mejor manera de demostrar que no te afecta es quedarte aquí y salir con la cabeza bien en alto.

-No tengo que demostrar nada, menos a ella pero tú debes entender que quiero salir de aquí por ti -retrocedo un paso, el mismo que ella dio adelante-, ¿cómo te deja todo esto frente a Kate? Te creí más inteligente Jonathan, tienes que ayudarte a ti mismo. Abre esa puerta.

Destino [Saga Amores Incesantes #1] || Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora