31.- Sus buenas intenciones

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Estamos a solo a unos minutos de regresar a casa pero en lugar de volver con Kate como lo esperaba solo regreso lleno de dudas y con mucho miedo.

La conozco perfectamente, estoy bien consciente de que todo lo que me dijo fue para meterme dudas y lo logro pero es que Kate siempre tiene la facilidad de meterse en mi cerebro y manipular todo mi ser. Aunque debo admitir que en algo tiene razón, no me  puedo dejar llevar solo por mis hormonas, voy a hacer lo que maliciosamente me sugirió y para eso tengo a mi padre y a mi abogado, está semana la voy a dedicar enteramente a revisar cada cláusula del contrato para asegurarme de que todo sea legal y justo para ambos. 

—Jonathan, ¿ya estás listo? —me pregunta Juan pasándole las llaves de la camioneta.

—Si, en cuanto terminen de subir su equipaje podremos irnos —por una parte me alegra terminar este viaje, por la otra no tengo idea de lo que va a pasar al llegar a casa.

Seguro debe haber uno que otro pendiente importante, además también tengo que pensar en como cumplirle todas las promesas que le hice a Marian y de paso averiguar si ella está siendo honesta conmigo.

—¿Te sientes bien? ¿quieres que maneje yo? —siempre sabe cómo ayudarme pero está vez no quiero estar pensando en mis problemas, lo único que va a ayudarme será distraerme viendo la carretera.

—No, sé que quieres estar con Anna pero está vez necesito que te sientes a mi lado —entiendo que se acostumbró a estar con ella todo el santo día pero ahora no quiero ver a Marian, no puedo verla sin que las palabras de Kate lleguen una y otra vez a mi mente.

«Nunca lo has considerado ¿o sí? Que ella solo puede estar fingiendo que le gustas para quitarte todo lo que tienes»

Cuando terminan de hacerse tontos todos suben a la camioneta y Marian se sorprende al ver que Juan regresa a mi lado en el asiento del copiloto, no quiero ser grosero con ella y es por eso que él va a mi lado.

No creo que nadie más que yo notará su sorpresa, sabe ocultar sus sentimientos, en ocasiones tiene la expresión de alguien a quien la vida le da igual, no se le ve feliz o triste, sólo indiferente pero sé que no es así, en los últimos días he comprobado que su mente siempre está ocupada en algún proyecto, se mantiene ocupada para no pensar en aquello que le hace daño.

El viaje de regreso a la Ciudad de México fue algo largo, paramos en muchas ocasiones en la carretera por los malestares de Francis que sabe Dios que comió para que le diera una infección estomacal pero de saber que me iba a sentir tan sólo al llegar a casa hubiese alargado más el trayecto.

Estando solo en mi habitación solo reproduzco en mi mente una y otra vez las misma frase.

«¿Sabes? Cuando algo le gusta busca la manera de quedarse con ello»

Nunca debí dejar que Kate se metiera en mi cabeza y me envenenara en contra de Marian, no cuando ella ya está muy feliz con la decisión que tomo, ella ya eligió a Adam y pretende ser feliz con él, y yo solo tengo que darme una oportunidad con Marian que justo ahora debe encontrarse en muy cómoda en su casa decidiendo que hacer conmigo.

Sé que si queremos las cosas pueden darse de una manera excelente, sólo debo tener la certeza de los sentimientos de Marian por mi, si ella me quiere aunque sea un poco llevo las de ganar.

Destino [Saga Amores Incesantes #1] || Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora