cita que no es cita pero sigue siendo una cita|Día 1

3.1K 373 41
                                    

La palabra nervioso quedaba corta para como se sentía Mingyu en esos momentos.

Su hermana menor le había dicho que “se pusiera bonito”, pero, por dios, iban a ayudar a un refugio de animales, tenía que usar ropa cómoda y de ser posible, alguna protección para las mordidas de perro que pudiera recibir. Y así lo hizo, se puso ropa cómoda, un pantalón deportivo negro y una camiseta azul cielo, la cual no se vería en lo absoluto gracias a la sudadera que llevaría encima–cortesía de una de sus tías–. Pero aún así no se salvaba de caer en las garras de su hermana y ser peinado decentemente.

Y ahora, esperaba pacientemente (mentira) en la puerta del departamento, con los latidos de su corazón acelerandose ante la idea de volver a verlo pronto. Dió un brinco en su sitio cuando la puerta del departamento del mayor se abrió y casi grita de no haber sido el rostro calmado ajeno. Pronto, sus mejillas se  tiñeron de un color rojizo fuerte, sonriéndole tímido.

— Apenas iba a ir por ti— al ver que nadie empezaba un tema de conversación, Wonwoo se aventuró, apreciando silenciosamente la naturalidad del menor. Quizás era una de las cosas que más le gustaba de el además de su piel morena.— ¿Nos vamos?— preguntó, Mingyu, entre balbuceos imposibles de entender asintió, empezando a ir detrás del delgado más bajo. El menor volteó hacia atrás, notando la sonrisa de su hermana la cual se asomaba por la puerta, alcanzó a leer en sus labios un:  “ve a por todo, tigre.”

Solo pudo apretar los labios apenado dirigiendo su mirada al frente para no tropezar con sus entorpecidos pies.

[...]

Luego de un corto camino que decidieron recorrer caminando, el ambiente entre profesor y alumno empezó a tornarse cómodo para ambos, no hacían falta palabras para saber que estaban agusto al lado de otro, y eso los aliviaba mucho.
Al llegar al refugio, fueron recibidos por la dueña del lugar, que curiosamente era buena amiga del azabache.

— Gracias por venir, las peticiones de adopciones eran tantas que creímos que no nos daríamos abasto con los empleados que tenemos.— La señora sonrió agradecida, Mingyu optó por lo más seguro, esconderse detrás de Wonwoo.

Aunque la diferencia de tamaños entre los dos era cómica para cualquiera. Mingyu era un cachorro perdido enorme. Uno bastante adorable para el azabache.

— ¿Y quién es este muchacho tan lindo?, ¿Es tu novio?— Pícara, alzó una ceja. Las mejillas de ambos chicos se tiñeron de rojo, se miraron por unos segundos antes de apartar la mirada avergonzados, provocando la risa de la mayor.
— ¡No soy su novio!— se apresuró a decir.

»ya quisiera..«

— Soy Kim Mingyu, uno de sus alumnos..— saludó a la mayor, inclinando su cabeza hacia esta misma.
La castaña sonrió cálidamente antes de presentarse.— Soy Yoo Haneul, un gusto conocerte, “alumno” de Wonwoo.— Rió, antes de alejarse de ambos jóvenes.— Jeongyeon les explicará lo que harán.

Y así, finalmente se retiró del sitio para ir a atender otros asuntos. El mayor miró con preocupación al contrario, en busca de alguna seña de molestia o algo por el estilo. ¿Qué encontró?, nada, porque Mingyu se había ido corriendo en cuanto vio a los perritos en sus estancias.

Aquella escena le enterneció y sólo pudo cubrirse el rostro con sus manos, procurando dejar un espacio para poder mirar directamente al menor. Y es que no podía evitar quedar encantado con la manera en la que su sonrisa brillaba. Suspiró, sería un día largo.

Pero un día largo a su lado.

aNTES DE QUE LANCEN LOS TOMATES POR HABER DEJADO ABANDONADO MI WATTPAD, TENGO MIS RAZONES.

se llaman: Entréhaceunasemanaalaescuelaytremendacojidamemetiójajajaquedivertido.

No les voy a salir con la mamada de: Ni tingui inspiricin, porque son FALACIAS. Tengo chingos de inspiración para este fic, pero es demasiada que quiero adelantar las cosas y NO, PAULINA, ES MALO ADELANTAR LAS COSAS.
Ya, me calmo, cjau, me voy a escribir la segunda parte de esto. :D

Wʜᴀᴛ ɪs Lᴏᴠᴇ? [Mᴇᴀɴɪᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora