D O C E.

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Mi hombre😂
Eso es demasiado.
Te hará daño.
¿Ya te has salido?

Mi mujer.😂
Sí.
Estoy bien.
Nada de que preocuparse.

Mi hombre😂
No estés tanto tiempo en la tina.
Es malo para ti.

Björn Schröder, había descubierto desde el momento en que la besó por primera vez que deseaba a esa chica cerca, quería ser bueno para ella, quererla, quizá hasta amarla porque ella lo valía. Sin embargo su historial bastante avanzado no le dejaba continuar.

Mi mujer.😂
Es... una manía.
Debo irme.
Cuídate.

Realmente se había esforzado lo suficiente para no lastimarla, quería darle una primera vez bonita, o en lo que cabía de la palabra. Al parecer había fracaso grandemente y la culpa de no haberse detenido comenzaba a comérselo vivo. Dejó en visto su mensaje, mientras se largaba a la ducha. Habían pasado dos días desde la última vez que la vio, todavía podía recordarla debajo de él con los ojos brillantes a causa del momento, sus muecas de placer combinadas con el dolor. Aunque no llegaba a ser importante, sentía un tipo de conexión con ella, la había reclamado en el consultorio de Daniel, porque de alguna manera era suya. Desde el principio.

Su celular sonó desde la sala anunciando un nuevo mensaje.

Enredó la toalla alrededor de su cintura, caminó al espejo y una vez allí cambió el piercing de su lengua, por uno que combinara con la ropa que usaría ese día. Pronto estuvo listo y con todas las energías del mundo para empezar un nuevo día. Cuando estuvo en la sala tomó el móvil, desbloqueo la pantalla y miró un mensaje. Era una chica, invitandolo a tener una noche bastante íntima, la cual rechazó con todo el respeto del mundo aunque le parecía jodidamente excitante si quería hacer las cosas bien debía empezar por allí.

— xx —

Fue un día bastante movido en todos los sentidos, sesiones largas, citas, citas y más citas. Clientes viniendo de todas partes, perforaciones y los empleados a bordo que no dejaban de parlotear pidiendo recomendaciones. Estaba bastante cansado, demasiado agotado y con ganas de dormir hasta navidad, las personas que creían que su vida era fácil estaban bastante equivocadas.

En ese momento de paz que se permitió tomar su teléfono e inducirse en cierta red social de color azul conocida como; cara de libro. Viendo las publicaciones de sus amigos, conocidos y acompañantes de una noche que nunca más volverían a estar en su cama.

Fue entonces cuando una publicación llamó su atención.

América Romanov.
5 min. June 10.
Why am I so afraid to lose you when you are not even mine?

Sintió su corazón acelerarse. Lo cierto es que Amés le encantaba e iba a decírselo al momento de ver el punto verde al lado de su nombre.

Mi hombre😂
Deja de hacer eso.

Mi mujer.😂
¿Disculpa?

Mi hombre😂
Juegas con mi estabilidad.

El corazón se la pelirroja se aceleró. Viendo un atisbo de luz, luz que no desaprovecharia. En varios encuentros cuando él le preguntaba que deseaba, le había dicho que lo deseaba a él. Y no mentía. Entonces saltó, como salta un suicida sin miedo al vacío.

Mi mujer.😂
Dijiste que no debía tener esperanza en ti porque estás jodido.
Pero me he preguntado muchas veces, ¿Cómo pueden dañar algo tan bonito?
Sé que no debería decirlo.
Que no tienes nada que ver conmigo, pero me pareces bastante bonito, brillante y bueno.
Quisiera hacerte bien..

Mi hombre😂
Escribiendo...

Estaban temblando, la sensación que los invadió a ambos era exquisita, viendo de alguna forma como el bloqueo desaparecía. Pero Björn estaba aterrado, desde que le rompieron el corazón se había encerrado en sí mismo, a tal punto de que todo se lo guardaba.

Mi hombre😂
Me gustas, Amés.
Me siento demasiado atraído hacia ti.
Y no sé como pasó, no lo entiendo.
Y yo solo no quise decir nada porque pensé que era el único que se sentía de ese modo.
Porque fui yo quien dijo que nada de sentimientos.
Pero estoy cayendo por ti.
No quiero cagarla contigo.
Me da miedo que no nos salga bien.
Le temo.

Fue como un torbellino de emociones, para la chica que no sabía como callarse nunca.

Mi mujer.😂
Me gustas, Björn.
Me encantas.
Me gusta todo lo que viene de ti.
Quizá odie aceptarlo.
Pero es algo que no pude evitar.

Mi hombre😂
¿Sabes? Te quiero.

Mi mujer.😂
¿Sabes? Yo también te quiero.

Se prendió esta mierda.

¿Han visto dos huracanes encontrarse y chocar? Como el impacto de las olas contra el rompeolas, como el fatídico momento en el que no podemos detenernos. Una vez que tenemos un poco de algo, nos volvemos adictos. Adictos a lo prohibido.

Se volvieron adictos que por unos mágicos segundos encontraron su cura.

Ella escapó esa noche mientras todos dormían, el rubio de ojos grises aguardaba por ella en su camioneta a unos cuantos metros de la casa, el silencio de la noche fue testigo de los besos que se dieron, mientras que la emoción denominada mariposas en el estómago se transformaba en avispas asesinas, subieron al auto. El mayor conducia a un lugar bastante alejado de la ciudad, mientras la voz de Zoé hacia eco en el interior de la cabina.

El destino era un acantilado poco conocido, un hermoso del lugar. Si te pasabas en la esquina de la roca que sobresalía podías ver el límite de la ciudad, el millón de luces iluminando todo, pero si mirabas hacia arriba el cielo pintado de estrellas te daba una hermosa bienvenida.

Al llegar bajaron, miraron todo, jugaron, se besaron, hasta que poco a poco Morfeo los fue reclamando. El mayor se acostó sobre el césped boca arriba y ella se acostó en parte de su torso, en medio de sus piernas. Fue en un susurro que dijeron lo mismo.

—Te quiero, Amés.

—También te quiero, Björn.

A través de una fotografía.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora