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-Leyla ocúpate de la mesa número seis porfavor.-dijo Robert.

Trabajar en una cafetería todas las mañanas no era nada fácil y menos cuando tu jefe Roberts está todas las horas de tu trabajo gritándote todo lo que  tienes que hacer.

-Buenos días caballero, ¿Que desea tomar?-dije amistosamente.

-Un café con leche estaría bien.-dijo la voz masculina.

Recordaba esos ojos esmeralda, también recuerdo ese pelo despeinado, puedo recordar perfectamente de este chico ya que todas las mañanas viene a tomarse aquí su desayuno, me atrevo a decir que es muy apuesto.
De repente una voz femenina me saco de mis pensamientos:

-Nena, ¿Donde irás de vacaciones en Navidad? Dijo Aria.

Aria era mi compañera de trabajo pero para que decirle compañera si la considero como una de mis mejores amigas de por aquí, tampoco es que conozca a mucha gente en este pueblucho, ella me daba la vida, era toda amiga que alguien desea tener, siempre estaba ahí cuando la necesitaba.

-Pues... el caso es que no lo tengo muy claro pero creo que iré a casa de mi madre como todos los años acabo haciendo .-Dije yo.

-Que suerte nena, yo no creo tener vacaciones, ¿te apetece mañana por la noche en mi casa noche de chicas? Ya sabes pizzas, manicura jejeje.-dijo Aria.

-Me parece un idea estupenda.-dije con una sonrisa enorme.

Acabe mi turno, la verdad es que no podia quitarle el ojo al chico de la mesa número seis, parece tan tierno y esos ojos, ay esos ojos podría pasarme una noche entera observándolos, madremia pero que digo si solo es un chico guapo más de los que hay en el mundo.

Al acabar de recoger todo cogí el coche y me largue a casa, llovía y no poco,adoro la lluvia y el frío sobretodo el invierno,llegue a casa cene y me quede dormida sólo tumbarme en la cama.







Holla caracolis este es un comienzo de mi nueva novela ya se que a sido un poco corto pero iré avanzando decirme si os gusta y la podré seguir besis. Y mucho love.

Tiene café en la mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora