Capítulo 41

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Finalmente Archie aceptó, pero se negó a ir en mi coche. Así que tuvimos que ir en el suyo. Llegamos a una heladería que los niños eligieron ya que tenía una enorme área de juegos.

Tenían cerca de veinte sabores, los
cuales Archie tuvo que mencionar al
menos tres veces para que Cameron y
Maia pudieran decidir, en especial
Mai quien aún no sabía leer del todo bien.

- ¡Fresa! - dijo Maia quien estaba en brazos de Archie.

- ¡Vainilla! - se unió Cam.

- Me habéis hecho repetir los sabores, ¡tres veces! Para elegir lo mismo de siempre - les reclamó en juego y ambos rieron al igual que la cajera, quien con una enorme y por supuesto estúpida sonrisa no dejaba de mirar a Archie.

- Chocolate - dije de mala gana.

Como era de esperar, no me dejó pagar y no precisamente por caballerosidad, si no por su actitud de
"No necesito nada de ti"

- Yo les había invitado - le dije
molesta sentándome en uno de los
cómodos y llamativos sillones del
colorido lugar. No me respondió nada,
solo recargó sus codos en sus rodillas y cubrió su rostro - ¿Por qué me habías dicho que te "comenzaba" a agradar si no era cierto? - tomé la cuchara para tomar un poco de helado y llevarlo a mi boca.

- Yo no mentí... - dijo girando la cabeza hacia mí - Me agradaba la Veronica de ese día.

- ¿La Veronica de ese día? - pregunté entre risas.

- Exactamente - se recargó en el sillón y recargó su brazo en el respaldo de
este, quedando su brazo casi a la misma distancia que mi hombro -
Despreocupada, sin,maquillaje, sin todos esos accesorios de sobra...

- Es lo mismo Archie... - le dije riendo -
Con vestido, en pantalón, en short, con maquillaje o no, soy la misma.

- Claro que no - dijo serio- Nunca
eres la misma... - aseguró - Eres una
en el campus, eres otra en tu casa, eres otra conmigo, eres otra con Jones, eres otra con Cheryl, eres otra con mis
hermanos - tenía razón - ¿Y sabes que es lo malo?

- ¿El qué? - contesté intimidada.

- Que nadie sabe cuál es la verdadera Veronica - un silencio nos inundó. Solamente entre nosotros ya que todo alrededor nuestro seguia su comun ritmo, personas hablaban, niños corrían de un lado a otro.

- Entonces veo que ya tenemos algo en común - dirigí mi mirada hacia él, quien solo volteó y me miró esperando una explicación - También en el campus eres otro, en tu casa otro, conmigo otro... incluso ayer eras otro - regresé mi mirada al helado que
comenzaba a derretirse.

- No es...

- No digas nada - lo interrumpí. No le estaba pidiendo explicaciones - ¿Quieres? - le dije rompiendo el silencio nuevamente solo entre nosotros.

- Odio el chocolate - dijo negando con
la cabeza.

- ¡Eres un mentiroso! - le dije riendo -
Casi acababas tu solo con un pastel
de chocolate y ahora lo odias - se unió
a mis risas, no podía negar que no era
otro.

- Solo comí un poco - dijo frunciendo
el ceño.

- ¿Un poco? Si claro - dije
sarcásticamente. Tomé un poco de
helado con la cuchara una vez más y la acerque a él - Vamos, solo un poco -
me puse de rodillas sobre el sillón para acercarme solo un poco más.

- No - se negó nuevamente.

- Se derretirá y caerá en tu ropa - canturreé.

- Que no - dijo riendo al mismo tiempo que me abrazaba por la cintura
haciéndome quedar nuevamente
sentada, solo que nuestra distancia se había convertido a prácticamente
nada. Levanté nuevamente la blanca
cucharilla y la acerqué a él, quien
finalmente abrió la boca. Sonreí
victoriosa y esta vez yo tomé su mejilla con mi mano libre, no necesité guiarlo y mucho menos acercarme. El solo se dirigió hacia mis labios.

Subió su mano hacia mi cuello,
evitando que me separara pero era algo que ni de broma haría.

- Tumano está fría - dijo riendo
entre besos, era lógico después de haber sostenido el vaso con helado por más de quince minutos. Le sonreí y volví a unir nuestros labios, solo que tomé su mano que estaba en mi cuello y la bajé para entrelazar nuestros dedos y que la temperatura de esta se regulara. Una vez más se alejó de mis labios y su mirada se enfocó en nuestras manos entrelazadas. Levantó una de sus naturalmente bien definidas cejas.

- Ya no está fría - fue lo único que
logré decir y negó con la cabeza
riendo. Por un desconocido motivo
giré mi rostro y me encontré con nada más y nada menos que Jughead Jones acompañado de Betty Cooper, dios bendiga mi suerte, quienes nos miraban más que sorprendidos. Betty reaccionó y sacudió un poco su cabeza y volteó a ver a Jug, quien seguía con los ojos como platos.

Había ganado la apuesta.

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Apesar de tener ya muchos más capítulos me encanta haceros sufrir esperando jajajajajaja

Q conste que os amo😂❤

Si tuvierais q calificar mi historia, ¿cuánto la pondriais?

Me, myself and I ~VARCHIE~ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora