Me, myself and I ~VARCHIE~ (EN EDICIÓN)

Capítulo 16

Entré y la casa parecía aun mas grande por dentro que por fuera, la verdad no me extrañaría que al igual que Maia y Cameron, sus padres sean el mismísimo dulce de leche. Lo que me seguiría extrañando sin duda alguna seria Archie y su notoria amargura.

- Mai, Cam - los llamó ya que
corrían por la escalera - Quiero
que hagáis la tarea ahora - indicó
seriamente, no el grosero tono que us
conmigo obviamente - Estaré aquí
abajo por si necesitáis ayuda - a pesar de su ruda forma de hablar, me mataba de ternura.

Ambos niños asintieron con la cabeza y subieron las escaleras, Maia agitaba
diciéndome adiós. Le devolví el gesto.

- Parece que a tu hermana le agrado -
Me giré hacia Archie y le sonreí - pesar de ser plástica y hueca - solté una carcajada.

- Solo porque le recuerdas muñecas, no te emociones - dijo caminando hacia la que supuse sería el salón.

Caminé detrás de él hasta que llegamos al salón, dejó su mochila en uno de los enormes sillones negros de piel, me senté y puse mi mochila en mis piernas, él sacó el enorme paquete de hojas y lo dejó caer en la mesa de cristal del centro de la sala.

- Ahora vuelvo - dijo y salió por donde
habíamos venido.

Me acerqué a la mesa y tomé la guía,
tomé de mi bolsa un lápiz para poder
contestar mientras Archie volvía.
Las preguntas para mi eran fáciles,
así que comencé con la primera hoja,
rápido la terminé, la segunda hoja
igual.

Archie pasó por el umbral de la puerta, en su brazo derecho cargaba un par de libros y con la mano derecha tomaba un... ¿cigarrillo?
Llevó este a su boca y succionó de este.

- Ten - dijo entregándome los libros y soltando el humo. Yo solo lo miraba incrédula.

- Vives con dos pequeños - me puse
de pie y caminé hacia él - ¿Y fumas
dentro de la casa?

- No es algo que te incumba - volvió a llevar a su boca el adictivo cigarrillo,
para después lanzarme el humo en la cara.

- Archie... - dije seriamente - si tú eres
un amargado y quieres acortar tu
vida con eso... - le arrebaté el cigarro
de las manos - no te lleves entre las
patas a tus hermanos - apagué el
cigarrillo en la suela de mi tacón.

- Devuélvemelo - ordenó molesto.

- Claro - con un simple tirón lo partí
a la mitad y lo puse en la palma de
su mano. Cerró con enojo su mano, y me miró asesinamente.

- ¿Por qué no desapareces de mi vida de una vez? - dió un paso hacia mí con furia.

- Seguro que... - di un paso hacia él, reduciendo la distancia entre nosotros a cero - ...¿Quieres que desaparezca?

Nuestras respiraciones se mezclaban
debido a nuestra cercanía. Y nuestras
miradas estaban tesamente conectadas. Nuevamente yo tuve la
iniciativa, y al contrario de la última
vez, Archie no tardó en responder mi
beso. Pasé mis manos por su cintura
dejándolas en su espalda para así
atraerlo aun más a mí. Su lengua sin
pudor alguno entró en mi cavidad, la recorría libremente y sin duda me
encantaba. Me besaba de una forma
tan intensa, que simplemente me
atontaba. Sus manos masajeaban mi
cintura cuando una pequeña risa hizo
que nos separáramos bruscamente.

- ¡Si sois novios! - dijo la adorable pelirroja sonriente tapando su boca con sus pequeñas manos como tratando de retener su risa.

Voltee apenada a ver a Archie, quien
estaba rojo, no sé si por la pena o por coraje. Siendo sincera me asustaba un poco.