Me, myself and I ~VARCHIE~ (EN EDICIÓN)

Capítulo 53

Llegué a casa y aún no había llegado mi madre. Seguramente tendría otra de sus "cenas importantes".

Me quité los zapatos para poder ir a la cocina sin mojar nada y las puse en el primer escalón para poder ir. Tomé un vaso y lo puse en la barra para sacar agua de la nevera. Después de haberlo servido agarré el vaso y regresé a las escaleras para tomar los zapatos y ahora si subir a mi habitación pero el sonido de la puerta hizo detenerme. Dejé de nuevo ambas cosas en las escaleras y caminé hacia la puerta.

- ¿Qué quieres? - pregunté abriéndola. Si no hablaba ahora mismo cerraría la puerta y subiría a mi habitación.
Levantó la mirada y la conectó con la
mía. Pero lejos de emitir palabra alguna me tomó del brazo y me atrajo hacia él y con un veloz giro me acorraló contra la pared.

- Me encantas, me vuelves loco, me mata de celos que todos volteen a verte cuando llegas a algún lugar, odio que el imbécil de Nick se te acerque, me gusta tu carácter, excepto el de la Veronica engreída, que sé que no es tu verdadera forma de ser, me gustan tods tus vestidos - inhaló profundamente ya que hablar tanto y tan rápido lo había despojado de todo el oxígeno en sus pulmones - Te quiero Ronnie.

No lo dejé pronunciar una palabra más, ni siquiera lo dejé respirar cuando ya estaba colgada de su cuello besándolo.

- Cu-Cuando quieras te presto mis
vestidos - dije entre besos riendo ya que había dicho que le gustaban - aunque creo que te quedarán algo cortos...

- Los prefiero en ti.

*

- Yo te lo dije primero - reprochó
despeinándome.

- No - dije riendo tratando de acomodar mi pelo de nuevo - Venga, porfi - supliqué.

- No creo que a tu madre le guste - se puso de pie.

- No llegará, aún es temprano - me puse de pie en mi cama - Además nunca tiene hambre - dije imitando el estirado tono de voz de mi madre - Y no quiero cenar sola - dije haciendo un puchero, y él me miró inclinando la cabeza hacia arriba ya que yo seguía de pie sobre la cama.

-Ya te he dicho que vamos, cenamos y te traigo - insistió.

- Archie... - alargué.

- Está bien - se rindió y sonreí victoriosa. Tomé su mano y salimos de mi habitación.

Archie bajaba con pesadez las escaleras mientras que yo al contrario saltaba como una niña pequeña. A la mitad de las escaleras se escuchó la puerta de la entrada cerrarse y me detuve en seco. El sonido de unos tacones en el piso me indicó que era mi madre. Inhalé y exhalé profundamente suplicando por dentro que no se comportara grosera con él.

- Creo que será mejor que me vaya -
susurró Archie en mi oído.

- No - le contesté seria - La que te invitó a cenar fui yo, no ella - le sonreí.

- Puede ser otro día si quieres - se acercó a mí y besó mis labios.

- No - fruncí el ceño dejándole claro
que no se hablaría más del tema.

Llegamos al último escalón y pude ver
a mi madre viendo cartas y recibos que estaban en la pequeña mesa del salón.

Se giró cuando sintió nuestra presencia.

- Vaya... - dijo examinándolo de pies
a cabeza.

- Buenas noches - saludó Archie amablemente.

- Buenas noches - dijo con mirada de
desaprobación.

- En serio Ronnie - susurró unavez más - no quiero incomodarte ni mucho menos causarte problemas.

- He invitado a Archie a cenar - dije
ignorándolo - Estaremos en la cocina - sin soltar su mano lo guie hacia la cocina donde nuestros platos
va estaban servidos.

- ¿Pongo plato para usted? - preguntó
una de las trabajadoras a mi madre. Di que no, di que no, di que no.

- Si por favor - mierda. Nunca cenábamos juntas y cuando realmente deseaba que no lo hiciera ella quería hacerlo.

- Y... ¿trabajas o solo estudias? - le preguntó sin siquiera mirarlo.

- Trabajo y estudio - sonrió él.

- En...

- Una tienda de disco - completó.

- Trabajo en una tienda de discos

- Oh... - dijo volteándome a ver en un
disimulado tono de reproche. ¿Qué
esperaba? ¿Qué liderara una empresa
internacional? - ¿Qué eres? ¿Cajero? - contuvo la risa.

- En realidad no - dejó los cubiertos
sobre el plato - La administro - volteó y me guiñó un ojo como asegurándome de que todo estaba bien - Era de mi padre, era como un pasatiempo y bueno pues ahora ha quedado en mis manos.

- ¿Era de tu padre?

- Así es - ¿no podía dejar de
preguntar? - Falleció hace algunos
años - bajó la mirada.

- Lo siento - claro que no lo sentía. A ella le daba lo mismo - Es bueno que ayudes a tu madre - esta cena no podía ser más incómoda, ni aunque los cojines de las sillas fueran de clavos.

- Ella también... - hizo una mueca torcida.

- Vaya... Debe ser duro.

- Lo es - dijo con pena.

*

- Seguro debes odiarme, debí de haberte dejado ir - miré hacia abajo - No esperaba que mi madre te hiciera un interrogatorio.

- Fue divertido - dio un fugaz beso en
mis labios - Entra ya o te enfermarás - me ordenó ya que llovía realmente
fuerte.

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Siento muchísimo haber tardado tanto, lo juro, pero me ha costado mucho volver a la rutina y organizarme de nuevo con el curso.

Pronto terminaré la historia y empezaré la siguiente parte, no actualizaré tan seguido como antes pero tampoco tardaré tanto como la última vez.

Repito: lo siento.

¿Me habéis hechado de menos? ¿Habéis visto ya el primer capítulo de la tercera temporada? ¿Qué pensáis de ella?