Oops...I did it Again

Oops

Las novedades generalmente nunca pasan desapercibidas. Da igual la edad que tengas, tanto en el cole, instituto, universidad o trabajo. Las cosas siempre se comentan. Algo tan simple como un corte de pelo nuevo o unos zapatos fuera de tu estilo pueden volverte el tema estrella de los cotilleos en el descanso. O como esta época es tan maravillosa pueden aparecer cientos de tuits sobre tu culito y como iban a comértelo. Ah, que sería de la comunicación sin los memes.

Ahora imagínate que el cambio es algo así como tu puto traje de superhéroe con el que se supone que vas a trabajar. De cara al público.

Poca broma con eso, después de todo iba a formar parte de tu marca. Estaba claro que como héroe el traje SI era una parte relativamente importante. Lo primero que iban a ver.

Nadie quería ser visto como un payaso volador, y mucho menos tener problemas con el gobierno como Midnigh.

A todo eso súmale ser un adolescente que a lo mejor tiene un porrón de inseguridades. Y aun sin tenerlos era evidente que la opinión de tus compañeros y amigos iba a importar.

Y así empezaron los comentarios.

Que si Momo estaba guapísima pero la capa no servía para nada. Vaya con las capas. Siempre eran polémicas.

Pero a la que si acribillaron fue a Mina. Diciéndole que se había pasado de hortera. Como si ella tuviera la culpa. Bueno, la tenía en parte pero ella estaba encantadísima con su traje y no tardó ni cinco minutos a invitarlos a cerrar la boca.

Otro traje que fue literalmente la bomba y también levantaría muchos comentarios (y quizás otras cosas) fue el de Katsuki Bakugō.

En lugar de intentar llamarse "Rey Explosión Asesina" debería llamare "Rey de me va explotar la puta camiseta".

Evidentemente los comentarios no tardaron en correr como la pólvora.

Parecía una jodida morcilla. La morcilla más sexy que ibas a ver en vuestra puta vida, o al menos eso pensaba Kirishima. También pensaba que iba a darle las gracias a la pirada de la otra clase por esto. Mei Hatsume. Tú sí que eres una verdadera heroína.

—Eh, cierra la puta boca que te van a entrar moscas gilipollas. — El rubio enseguida se dio cuenta de que el otro lo miraba prácticamente sin parpadear.

—Perdona, es que me ha...dejado un poco sin aire es tan.... — No sabía ni que decir, sin riesgo de que le explotara en la cara.

Bakugō arqueó una ceja a la espera de que su amigo acabara la frase pero al final lo que hizo fue pasarle el brazo por los hombros y mirar hacia los lados acercándose para hablar como si fuera secreto de estado. El muy tontopollas le preguntó que si estaba bien y que si se había metido a puto.

Lo estaba vacilando, evidentemente. Empezó a carcajearse cuando Bakugō se alejó un poco de él amenazando con pegarle.

— ¡ALMENOS YO NO VOY CON PINTA DE STRIPPER, QUE ME DAN GANAS DE METERTE PUTOS BILLETES EN EL CINTURÓN, HOSTIAS!

Oye chico, muy bien, si alguien aún no se había enterado, ahora todos sabían que le querías meter algo a Kirishima. El otro estaba con una risa que le dolía el estómago. Evidentemente a esas alturas ya había algunos compañeros mirándolos.

— Hey, es que no es plan de que vaya por ahí rompiendo camisas. — Aclaró el pelirrojo.

— Aun así no entiendo el rollo raro ese de las mangas ósea es como que te marca escote, es como con Momo, imposible no mirarte las tetas, Joder.