Kim Taehyung, el profesor más joven en la universidad de Seúl con tan solo 27. Por su actitud jovial la mayoría de estudiantes lo aprecian y tienen bastante confianza con él.
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Tras comenzar un nuevo semestre llega un nuevo estudiante a la clase de...
Había pasado ya un mes desde el comienzo del semestre y Taehyung se sentía aún más intrigado por el estudiante con nombre Jeon Jungkook. Taehyung sabía que prácticamente todos los días Jungkook tenía clase con el y el poco conocimiento que tenía de Jungkook era solo superficial y nada más allá de eso.
Jungkook parece un chico desinteresado y con falta de atención, pero después de que Taehyung le hiciera preguntas a Jungkook sobre la clase, él las respondía todas de manera correcta y lo más curioso del asunto era que Jungkook en ningún momento lo miro. Y no es que Jungkook tuviera algo en contra de Taehyung, eso no, Jungkook simplemente no mira a nadie. Siempre tiene la mirada en otro lugar ya sea su cámara, la libreta o la ventana.
La indudable inteligencia de Jungkook para recordar datos y técnicas, a pesar de que pareciera que no pusiera atención a la clase, impresionaba a Taehyung. Pero todos esos conocimientos teóricos tenían que ser evidenciados en la práctica y en ese momento, Taehyung pudo comprobar el gran talento de Jungkook al presentar un trabajo que había dejado para la clase y por primera vez ver sus intensos ojos que por fin lo habían observado por solo un segundo.
Para el final del semestre, Taehyung le pidió a sus estudiantes que realizaran un proyecto fotográfico utilizando las técnica que mas les gustara. La temática del proyecto era los sentimientos, Taehyung permitió que sus estudiantes tuvieran la libre decisión de exponer el sentimiento que quisieran, con solo una condición. Que el sentimiento fuera tan íntimo y profundo que hasta el espectador lo sintiera como propio.
Tienen más de 5 meses no debe ser difícil, pensó Taehyung al observar los rostros de sus estudiantes al escuchar la condición. Jungkook seguía indiferente, como siempre.
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Después de haber terminado de dar todas sus clases del día, Taehyung caminaba tranquilamente por el campus de la universidad. A lo lejos, sentado en una banca y aparentemente leyendo un libro, esta Jungkook. Cree que es un momento oportuno para entablar una conversación con él, pues a diferencia de los demás estudiantes, nunca han hablado.
Camino hacia Jungkook tranquilamente, en el camino saludaba a unos cuantos estudiantes o simplemente les sonreía.
-Hola, Jungkook- Saludo Taehyung de forma alegre.
-Hola, Profesor Kim- Taehyung se sorprendió, casi nunca los estudiantes lo llamaban profesor, menos Kim y mucho menos los dos al mismo tiempo.
- Puedes decirme simplemente Taehyung, si quieres. De todas formas ¿Qué libro estás leyendo?- Jungkook le mostró la portada del libro en la cual se podía leer "El Ojo del Fotógrafo" de Michael Freeman, no dijo nada más y siguió leyendo. Taehyung no iba dejar que la conversación termina ahí, así que siguió diciendo.
-Ya veo ¿ buscas técnicas para tu proyecto fotográfico?-
-De cierta manera. Lo que me preocupa no es la técnica, es la forma en que haré representar mi sentimiento cuando ni siquiera he pensado en uno-
- Muchas veces las personas escogen el amor o la sensación de estar enamorado para representarla en este tipo de trabajos, pero solo muy pocos logran que el que observa la fotografía se sienta enamorado también, aun que suene ilógico creo que logras entender a lo que me refiero- Dijo Taehyung.
- Lo entiendo. Pero el amor no podría ser el sentimiento correcto para mi, no sabría representarlo en absoluto -
-Si el amor no sera una opción, hay muchos otros sentimientos que podrás representar correctamente, Jungkook. Eres muy talentoso, seguro lograrás un trabajo genial- Dijo Taehyung con una sonrisa amable.
-Gracias profesor Kim, ahora debo ir a otra clase, adiós- Jungkook guardó su libro y se dirigió a uno de los edificio de la universidad, donde Taehyung no pudo verlo más.
Aunque aún le dijera "profesor Kim" Taehyung se sentía satisfecho. En primera instancia pensó que resultaría más difícil hablar con Jungkook, pero salió todo lo contrario. La charla con Jungkook fue agradable y lo dejó con ganas de seguir hablando con el. El único inconveniente es que Jungkook en ningún momento lo miró, sus ojos siempre estuvieron en las hojas del libro.
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