Fuego, aire, agua y tierra.
Durante siglos siempre hubo un avatar que dominara los cuatro elementos. Después del avatar Aang, de los nómadas del aire, le siguió Korra, de las tribus del agua.
Ahora después de la muerte de Korra, un nuevo avatar se a...
Bueno, os quería comunicar primero antes de empezar el capítulo que a partir de ahora habrá flashbacks a lo largo de la historia, estos flashbacks no serán cronológicos, eso quiere decir que primero abra uno y el siguiente no necesariamente será posterior al anterior, para que me entendáis, si nos encontramos en el año 15, y durante la historia aparece un flashback del año 10, el siguiente puede ser tanto un flashback del año 8 o ser del año 13, así espero que lo entendáis, los flashbacks no serán cronológicos. Bueno después de decir esta espero que os guste el capítulo, estamos cada vez más cerca de comenzar el arco del mundo de Naruto.
Nos encontramos en un gran desierto de arena, ubicado al sudeste de la capital del reino de la tierra, en una zona dentro del desierto hay una tormenta de arena muy intensa, no se puede apreciar vida alguna en esta región del desierto. Al menos no en la superficie.
En una región del desierto, justo en el medio de la tormenta de arena, se encuentra una zona con la arena dispuesta de forma antinatural, esta formaba una espiral como si fuese un remolino. Era como si algo muy grande se hubiese hundido en aquel mar de arena. Debajo de la superficie de ese remolino, a muchos metros en lo profundo de la tierra se encontraba un gran edificio más parecido a un palacio que a una biblioteca, ya que esta estructura era en realidad una biblioteca, era llamada como la biblioteca de Wan Shi Tong, era una biblioteca donde se almacenaba casi toda la información del mundo, recopilada tanto de su constructor como de los espíritus buscadores de conocimiento que habían transformado la biblioteca en su hogar, alejados tanto del mundo humano como del mundo espiritual, debido a esto esta biblioteca se había convertido en un lugar donde ambos mundos se conectaban, no de forma como un portal sino que esta biblioteca forma parte tanto del mundo humano como espiritual, este tipo de lugar es mucho más especial y raro que los portales abiertos por los avatares anteriores al actual, ya que estos simplemente conectaban ambos mundos.
El interior de la biblioteca es enorme, iluminada por piedras de luz logadas tanto del techo como de las columnas, en cada pasillo de la biblioteca se pueden observar grandes estanterías todos repletos de libros cada cual más antigua que el anterior.
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En una de las incontables sales de la biblioteca, se ve a un hombre mayor sentado delante de una mesa, se encontraba escribiendo con una sonrisa en su rostro. Alrededor suyo se pueden ver varios espíritus del conocimiento, algunos estaban leyendo otros descansado o buscando algo por las estanterías.
Anciano - bueno creo que ya está, con esto por fin he terminado esta historia, podrías cogerla y guardarla en su respectivo armario, ya no tengo edad para andar en esta enorme biblioteca como para subirme a una escalera y colocar el libro en lo alto del armario.
El anciano le hablaba a un gran búho que se encontraba encima de uno de los armarios, el búho dirigió su mirada al anciano, durante un momento se quedaron viendo entre si hasta que el búho salto del armario, cogió el libro que le entrego el anciano y salió volando hacia su destino. El anciano se quedó con una sonrisa irónica en su rostro. Él sabía que este búho desde hace años se volvió perezoso, aunque cuando volvía su amigo este recobraba la emoción y no paraba de leer junto a su amigo.
