Piratas del Caribe: En el fin del mundo.

Capítulo 2.

Jackie buscaba calor escondiéndose entre mis mantas mientras ambos tiritábamos por el frío.

-Nadie dijo que haría frío. Pintel sujetaba fuertemente las mantas.

-Estoy seguro, de que nuestro sufrimiento tendrá un buen motivo. Ragetti temblaba al lado de un enfurruñado Pintel.

-¿Porqué esa bruja no trae del otro lado a Jack del mismo modo que trajo a Barbossa?. Pintel miraba hacia el frente mientras continuaba temblando.

-Por que Barbossa sólo estaba muerto. Dalma se acercó hacia nosotros. –Jack Sparrow fue enviado en cuerpo y alma a un lugar que no es de muerte si no de escarmiento, el peor destino que puede buscarse una persona. Un escalofrío recorrió mi espalda y estaba completamente segura que no era debido al frío. –Una condena, eso es lo que le espera en el reino de David Jones. Ella se retiró mientras nos quedábamos en silencio.

-Ya, sabía que había un buen motivo.

Luego de un largo rato, Will apareció con las cartas de navegación y se la tendió a Barbossa.

-¿Podéis descifrarla Capitán Barbossa?. Notaba el desprecio en las palabras de Will.

Me acerqué a Lizzy con Jackie entre mis brazos, ella al igual que yo estaba enrollada en mantas y tapada hasta arriba, cuándo me senté a su lado ambas nos agarramos la mano.

-¿Habéis visto alguna vez un rayo verde Señor Gibbs?. El mencionado estaba observando el helado paisaje.

-Creo que lo he visto más de una vez. Giró su cuerpo y observó a Barbossa. –Aparece en raras ocasiones con las últimas luces del crepúsculo. Comenzó a bajar mientras señalaba con su mano el cielo. –Un destello verde cruza el cielo, muchos no llegan a verlo en toda una vida, algunos afirman falsamente haberlo visto brillar y hay quién dice... Gibbs fue interrumpido por Pintel.

-Que es una señal de que un alma regresará a este mundo de entre los muertos. Pintel observaba a Will y Gibbs le lanzó una mirada reprobatoria. –Lo siento.

-Hacedme caso joven Turner. Le tendió las cartas de vuelta mientras agarraba el timón. –El problema no es ir a la tierra de los muertos, si no volver. Observé fijamente a Barbossa mientras dirigía el navío.

Cuando menos me di cuenta, estábamos rodeados de enormes muros de hielo y nieve y nos adentramos en una cueva oscura. Después de varias horas de navegación, el frío disminuyó, me alejé de Lizzy y permanecí en el timón entretenido con Jackie.

-Eres un mono muy listo pequeño. Sonreí mientras Jackie no paraba de hacer tonterías.

Barbossa iba a comentar algo pero Will subió alterado.

-¡Barbossa a proa!.

-Ahora sí que me he perdido.

-¿Perdido?. Confusa lo miré y el me devolvió la mirada.

-Sin duda hay que perderse para hallar destinos inalcanzables, de lo contrario todo el mundo sabría dónde están. Gibbs se asomó y contempló el mar.

-¡Cobramos velocidad!.

-Así es. Barbossa miró hacia adelante mientras Will comenzaba a correr.

-¡A vuestros puestos!. Bajó rápidamente mientras la tripulación comenzaba a correr. -¡Todos a vuestros puestos!, ¡girad el timón ,todo babor!.

-¡Quietos, no obedezcáis, seguid el rumbo, avante todo!. Barbossa gritaba mientras yo corrí al lado de Ragetti que observaba nuestro rumbo.

Una enorme catarata se veía delante de nosotros.