Capítulo 8.

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Al día siguiente todos los barcos esperaban la llegada del Holandés. Todo permanecía en un silencio escalofriante.

Observé a Jack a mi lado, no quitaba ojo del frente y mi hermana estaba igual.

- ¡Enemigo a la vista!. Gritó Marty.

Dirigí mi mirada hacia el frente, el Holandés estaba apareciendo de bajo del agua. - ¡A por ellos!. Todos comenzaron a gritar agarrando sus armas.

Yo seguí sin quitar la vista de encima a la nave, hasta que lo vi. Miles de barcos acompañaban al Holandés Errante. Cuando todos observaron lo que se nos venía encima dejaron de gritar y comenzaron a bajar las armas. ¿Cómo íbamos a hacer frente a semejante cantidad?.

El loro del señor Cotton salió volando de su hombro graznando.

- ¡Abandonad el barco, abandonad el barco!.

Los piratas que nos rodeaban comenzaron a observar a Jack de forma recriminatoria.

- ¿Parlamento?. Jack sonrió nervioso mientras agarraba mi cintura.

- ¡Valerie, Jack!. El grito de mi hermana hizo que todos la observaran a ella. -Tenemos que ir ahora. Barbossa siguió a Elizabeth hasta un bote y nosotros la seguimos también.

Una vez en él, remamos hasta un pequeño sobresaliente de arena. Los cuatro nos dirigimos al otro extremo del sobresaliente, donde ya nos estaban esperando William, Beckett y Jones. Cuando estuvimos cara a cara, Barbossa fue el primero en hablar.

- ¿Vos sois el bellaco que habéis traído a estos lobos a nuestras puertas?.

-No culpéis a Turner, él es un simple peón en esta traición. Beckett contestó. -Si deseáis ver al gran arquitecto, mirad a vuestra izquierda. Todos comenzaron a mirar en esa dirección hasta que todas las miradas acabaron en mí. -No tan a la izquierda. Beckett rodó los ojos.

-Yo tengo las manos limpias. Afirmó Jack sonriendo a mi hermana. -Metafóricamente.

-Mis actos fueron voluntarios y con un objetivo propio. William observó a Beckett. -Jack no tuvo nada que ver. La conversación entre ambos pasó fugazmente por mi mente.

- ¡Bien dicho!. Jack observó a mi hermana. -Escuchad al peón.

-Will he estado a bordo del Holandés. Observé confundida a mi hermana, ¿en qué momento había pasado eso?. -Comprendo la carga que acarreas, pero es una causa perdida. Rápidamente entendí que se refería al padre de Will.

-Ninguna causa está perdida, mientras quede un insensato dispuesto a luchar por ella. Will estaba completamente serio, dirigió su mirada a Jack, el cual le sonrió, mi hermana lo miró confusa.

-Si Turner no actuaba de su parte, ¿cómo es posible que me diera esto?. Beckett levantó la brújula de Jack.

-Hicisteis un trato conmigo Jack, entregar a los piratas. Beckett lanzó la brújula a Jack. -Y aquí están, no seáis vergonzoso acercaos, reclamad vuestra recompensa. En estos momentos me encontraba muy perdida.

- ¿Jack?, ¿de que está hablando?. Jack rehuyó mi mirada.

-Tu deuda conmigo, todavía no está saldada. Esta vez habló Jones. -Cien años de servicio a bordo del Holandés Errante, eso para empezar. Lizzy se giró hacia Jack.

-Ya pagué esa deuda compañero. Jack señaló a mi hermana. -Con cierta ayuda.

- ¡Escapaste!. Gruño Jones.

-Propongo un intercambio. Habló Lizzy.

-Ni se te ocurra Elizabeth. Me encontraba totalmente seria, sabía las intenciones de mi hermana y no pensaba permitirlo.

Piratas del Caribe: En el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora