Capítulo 9

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MARATÓN

Escuchábamos los pasos que se producían arriba en la cubierta, lo más probable era que pronto empezase aquel derramamiento de sangre.

-Jack. Miré al pirata preocupada.

-Lo sé Val, tenemos que salir de aquí cuanto antes. Jack empezó a dar vueltas por toda la celda mientras susurraba. -Piensa como el mocoso, piensa como el mocoso. Miraba a Jack sin decir ni una sola palabra, sabía perfectamente que saldríamos de aquí, lo que temía era lo que podíamos encontrarnos al salir. - ¡Bisagras de media clavija!. Me observó con una sonrisa. -Palanca. Sonreí al recordar la forma en la que lo sacamos de su celda la primera vez que lo vi.

Colocamos un trozo viejo de madera entre las bisagras de la celda y con un solo toque la puerta cedió y salimos de esta, el barco no paraba de moverse de forma bastante brusca.

- ¿Qué demonios está ocurriendo?. Jack me miró.

-Sea lo que sea dudo que sea bueno Valerie.

Empezamos a escuchar cañonazos por doquier, definitivamente eso no era bueno. Avanzamos teniendo siempre cuidado con las balas de cañón que atravesaban el Holandés hasta finalmente llegar a la habitación donde dos guardias cuidaban el cofre donde se hallaba el corazón de David Jones. Procedí a entrar, pero el brazo de Jack me detuvo al mismo tiempo que un cañonazo pasaba por delante de nosotros.

-Gracias. Con una sonrisa Jack pasó delante.

- ¡Alto ahí o disparamos!. Ambos guardias giraron unos mini cañones en nuestra dirección y a los pocos segundos otra bala impactaba detrás de los guardias.

-Muy bueno. Dijo Jack burlesco mientras ignoraba a los guardias y se dirigía hacia sus cosas. -Vengo a por mis efectos personales, di unos pasos hasta colocarme a su lado mientras miraba a los guardias.

-Por muy admirable que esto sea, ¿por qué estáis aquí pudiendo estar en otra parte?. Jack se colocaba el sombrero mientras me miraba curioso.

-Alguien debe vigilar el cofre. Habló uno de los guardias mientras me observaba de arriba abajo, gesto que no le agradó nada a Jack ya que hizo una mueca y me rodeó con sus brazos.

Entonces ambos guardias giraron los cañones uno contra el otro y habló el segundo guardia.

-No hay ninguna duda, ha habido un grave deterioro de la disciplina militar en este navío. El otro guardia asintió mientras nosotros nos colocábamos delante del cofre.

-Por los hombres pez.

-Ah, así que los hombres pez por el hecho de ser peces automáticamente no son tan disciplinados como los no peces. Miraba extrañada la conversación de ambos guardias mientras Jack observaba el cofre.

-Solo insinúo que ellos han contribuido. Jack cogió el cofre de Jones mientras nos alejábamos sin que ellos se dieran cuenta.

-Claro, si no existieran los hombre pez no habría que vigilar el cofre.

-Y si no hubiera cofre no tendríamos que estar aquí vigilándolo.

- ¿Cómo pueden ser tan estúpidos?. Negaba con mi cabeza mientras Jack cargaba el cofre. - ¿Qué vas a hacer con él?.

-No lo sé, por ahora intentar sobrevivir. Jack abrió una puerta y asomó un poco su cabeza para ver que todo estuviese despejado. -Vamos Val. Me tendió su mano mientras salíamos, pero al girar nuestros cuerpos nos topamos de frente a Jones.

-Esto no es bueno. Susurré.

- Oh, que ven mis ojos. Jones centró su vista en Jack. -Un gorrión extraviado. Dirigió su mirada a mí. -Y su querida. Jack y yo retrocedíamos mientras Jones avanzaba hacia nosotros. – Un gorrión extraviado que nunca aprendió a volar. David Jones sacó una espada rápidamente.

Piratas del Caribe: En el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora