Lizzy remaba mientras yo me mantenía detrás de ella en el bote, los sombreros tapaban nuestros rostros.
-Unos muertos otros no. Cantaba suavemente aquella canción mientras pasábamos bajo de uno de los puentes de madera. –Por las yaguas de su cala podrán vagar, la campana surgió de su tumba en el mar ruido sepulcral. Los soldados paseaban por los puentes mientras murmuraban algo que no conseguí escuchar, un fuego artificial fue encendido sobre el puente. –Nunca moriré. Lizzy se acercaba cada vez más al lugar. -Yo-ho, todos juntos, la bandera ya izad. Continué cantando mientras salíamos del bote hasta que unas voz me detuvo.
-Mendigos, ladrones , no nos matarán. Un hombre asiático salió de entre las sombras mientras otros dos hombres permanecían detrás de él. –Una canción muy peligrosa para alguien que ignora su significado, especialmente para dos mujeres. Dicho nos observó a ambas. –Y más aún para unas mujeres solas.
-¿Qué os hace pensar que están solas?. Barbossa bajó por unas escaleras y aquel hombre avanzó hacia él.
-¿Vos la protegéis?. Aproveché su distracción para agarrarlo por detrás y colocar un cuchillo en su cuello, rápidamente los otros dos hombres sacaron sus pistolas y apuntaron en mi dirección mientras que Lizzy les apuntaba también.
-¿Porqué pensáis que necesitamos protección?.
-Vuestro señor nos espera y una muerte inesperada empañaría ligeramente nuestra visita. Ante las palabras de Barbossa retiré el cuchillo mientras lo soltaba.
-¡Paso ligero, levantad las rodillas!. Ante la voz de los soldados nos apoyamos contra la pared y nos introducimos por uno de los pasillos que habían tras los asiáticos.
Lizzy avanzó hacia Barbossa y se colocó a su lado mientras yo permanecía un paso detrás de ellos.
-¿Habéis sabido algo de Will?.
-Confío en que el joven Turner consiga las cartas de navegación y que vos y vuestra hermana sepáis comportaros en presencia del Capitán Shao Feng. Ante sus palabras adelanté mi paso y me coloqué a la izquierda de Barbossa.
-No debe preocuparse por eso, tanto mi hermana como yo sabemos como resultar realmente encantadoras. Barbossa soltó una sonora carcajada.
-Cada día me agradas más Valerie. Había decidido dejar el pasado atrás y mi relación con Barbossa era bastante cordial.
-¿Tan aterrador es?. Lizzy no apartó su mirada del frente.
-Se parece a mi pero carece de mi carácter compasivo y mi sentido del juego limpio. Barbossa centró su mirada en Lizzy y finalmente paramos delante de una gran puerta roja donde el hombre al que había aprisionado antes golpeaba la puerta y hablaba en chino.
Una vez dentro nos obligaron a deshacernos de todas nuestras armas, una vez dejamos todo mi hermana y yo intentamos avanzar pero otro hombre nos detuvo.
-¿Creéis que por que son mujeres no pensamos que puedan traicionarnos?. El asiático miraba serio a Barbossa y este sonrió.
-Bueno, si lo pedís así.
-Despojaos por favor. Lizzy comenzó a desatar el nudo que unía su chaleco y lo aventó contra uno de los hombres revelando así una gran cantidad de armas, yo por mi parte permanecía tranquila y le entregué cuidadosamente el chaleco a otro de los soldados, a diferencia de Lizzy había optado por esconder las armas y tenía un puñal atado mediante una liga a mi muslo de forma que se disimulaba muchísimo mejor.
Observé de forma cómica como Lizzy dejaba una gran cantidad de armas en la mesa y cuando terminó dimos otro paso para pasar por fin pero aquel hombre nos detuvo de nuevo.
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Piratas del Caribe: En el fin del mundo.
FanfictionHabía una cosa que Valerie Swann tenía clara y era que tenía que traer de vuelta a Jack costara lo que costara. Aunque eso implicase viajar con el pirata que tiempo atrás atentó contra sus vidas. Valerie es consciente de los peligros de esta aventur...