Capítulo 9

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Después de hablar con la profesora fui a dar un paseo para aclararme. Si ella me había regalado un libro, ¿dónde estaba?

Mientras divagaba en mis pensamientos, choqué con Eric, el chico que había conocido antes.

- Lo siento.

- Vaya,parece que estamos destinados.

- ¿Qué dices? Déjalo ya, anda. Pareces agradable, no hagas que me enfade contigo.

- Al menos recuerdas que soy agradable. - dijo con una gran sonrisa.

Lo miré durante unos segundos y me sentí con la confianza suficiente para preguntarle aquello que ni yo sabía.

- Eric... - me miró seriamente. - ¿Tú sabes si yo tenía un libro que me hubiera dado la profesora Rebeca?

- Pues claro. Estabas muy entusiasmada con él. En cuanto llegué y arreglamos las cosas me contaste que eso era lo mejor que te había pasado desde que te mudaste.

- Por alguna casualidad, ¿sabes dónde está?

- En tu habitación. De hecho la última vez lo tenías en la mesita de noche.

- ¿En la mesita? - en mi habitación no se encontraba. Estaba segura.

- ¿Has estado en mi casa?

- Sí, se podría decir que sí.

-¿Dónde se encuentra mi habitación?

- Pues, a la derecha,al subir las escaleras.

- ¿A la derecha? - mi habitación estaba a la izquierda.

- Zafiro, ¿te encuentras bien? - dijo mientras me acariciaba el brazo.

- Yo...no lo sé. Ahora mismo estoy perdida.

- ¿Quieres entrar en tu habitación?

- Técnicamente puedo entrar pero...no siento que sea mía. No está ese libro y, según tú mi habitación está a la derecha,pero la que se supone que es mi habitación está a la izquierda... Ya no entiendo nada.

Eric me abrazó y no me aparté. Sin darme cuenta empecé a llorar y él me secó las lágrimas con sus pulgares. - Ven, te voy a ayudar.

Eric me llevó a mi casa,pero en vez de entrar me llevó hasta una pared exterior.

- Una vez entré por ahí y creo que al irme no la cerraste.

- No sé si seré capaz de subir.

- Yo te ayudo,no te preocupes. Y si te caes, te cogeré.

- Gracias.

Con la ayuda de Eric conseguí subir,pero la ventana no se abría.

- Eric, no abre, creo que está cerrada.

- ¿Estás segura? Si quieres intento abrirla yo.

Intenté una vez más abrirla, mas no se abrió, y,a causa de la fuerza ejercida, caí encima de Eric,tirándolo al suelo. Ambos quedamos a escasos centímetros de nuestros labios y no dejábamos de mirarnos a los ojos. Tenía la respiración acelerada y no era capaz de moverme.

- ¿Estás bien? - me preguntó.

- ¿Eh? Em...sí. ¿Tú?

- Bien. ¿Sabes? Quiero besarte.

- Y, ¿a qué estás esperando? - respondí inconscientemente. Nada más decirlo me arrepentí,pero él ya había juntado sus labios con los míos.

Aunque debería haberlo separado,no lo hice. Cerré los ojos y le seguí el beso. Esos labios eran tan familiares y tan sanadores que creía que los había besado toda una vida. En sus brazos me sentía segura. Cada vez entendía menos mi propia realidad.

En cuanto nos separamos,me disculpé.

- Lo siento. No debí decir ni hacer eso.

- No lo sientas. - dijo acariciando mi mejilla. - Solo espero que me recuerdes. Que nis recuerdes a todos. - acto seguido se levantó, buscó una piedra y la tiró hacia la ventana, provocando que esta se rompiera.

-¿Qué has hecho? Seguro que lo han oído. ¿Ahora que haré?

- No están en casa.

- ¿Cómo lo sabes?

- Me acuerdo que un día me dijiste que no suelen venir hasta la tarde-noche.

- Pero Alan podría estar.

- No lo creo. Y si está...no te preocupes, ¿vale? Anda sube.

- Y si no están en casa,¿por qué no entramos por la puerta?

- Primero: ya he roto la ventana. Segundo: dijiste que la puerta estaba cerrada. Si no tienes la llave no entras y si tienes que buscar la llave te pueden pillar. Tercero: hay posibilidad de que haya alguien en casa.

- Está bien, está bien. Ayúdame a subir.

Con la ayuda de Eric conseguí entrar y al ver aquella habitación me sorprendió una ráfaga de recuerdos.

"- No puedo creer que todo este tiempo haya vivido con unos extraños. Y esos seres crueles se atrevieron a llamarse mis padres. ¿Por qué me necesitan? - Zafiro lloraba y lloraba en la cama esperando a que el dolor de aquel descubrimiento cesase. "

"No se podía creer que aquella carta fuera de Eric,pero parecía tan real. Estaba desolada. Decidió coger su álbum de fotos y,al ver las fotofrafías, lloró más fuerte."

"- Eric, ¿qué haces aquí?

- Te echaba de menos.

- Yo también a ti. Te quiero.

- Y yo a ti.

Ambos se besaron."

De repente un fuerte dolor de cabeza me tumbó en el suelo. - Ayy...

- ¿Zafiro?¿Estás bien? - preguntó Eric desde abajo al escucharme.

El dolor de cabeza podía conmigo,no podía moverme.

Finalmente, Eric decidió subir para ver a Zafiro. En cuanto vio su estado, la ayudó a incorporarse.

- ¿Qué te ocurre?

- La cabeza...me duele...mucho.

- Ven, acuéstate. - la colocó en la cama y esperó a que se pusiera mejor.

Pasado un rato,se levantó.

- Zafiro, debes descansar.

- Espera,tengo que buscar una cosa.

Buscó el álbum de fotos de sus recuerdos  y al encontrarlo y ver las fotos,recordó casi todo.

- Eric, yo lo siento... - dijo llorando.

- Zafiro,no te preocupes, ¿si?

Se abrazaron mientras miraban cada una de las fotografías llenas de recuerdos.

Mi primer beso (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora